4 factores están ayudando a las instituciones a lograr el aprendizaje de los estudiantes en la modalidad no presencial, en un entorno de incertidumbre por la pandemia, expone el Vicerrector Académico del Sistema CETYS
A siete meses de transitar por una pandemia que no sólo sigue sin ceder, sino que apunta a un rebrote que pone sobre la mesa un posible nuevo gran confinamiento, el mundo entero sigue en la perplejidad, y el ámbito educativo no es la excepción; al contrario, enfrenta uno de sus momentos más complejos en toda la historia, ya que siendo el aprendizaje en la escuela una actividad esencial para la vida humana, ahora se encuentra en la parte final de la fila para reanudar labores.
México le puso candados a las escuelas de todos los niveles el 23 de marzo del 2020 y el regreso no se visualiza, al menos, en el corto plazo. En semanas pasadas se difundieron noticias sobre el comportamiento de la pandemia en Europa, donde colegios y universidades iniciaron el ciclo académico con un regreso gradual y estrictos protocolos sanitarios, dando esperanza a los sistemas mexicanos de educación superior, pues la Secretaría de Educación Pública ha sido categórica: los niveles básico y medio superior volverán a las aulas hasta que el semáforo epidemiológico oficial esté en verde y se tenga la vacuna contra el COVID- 19.
Con el rebrote en Europa, las escuelas han tenido que regresar a un nuevo confinamiento, lo cual es una muy mala noticia para México, señaló el Dr. Alberto Gárate, Vicerrector Académico del Sistema CETYS Universidad.
“Respecto a la pandemia y a las universidades en México, rectores y directores generales de instituciones tanto públicas como privadas han tenido un tiempo muy complicado. Lo que se tenía planeado antes de la contingencia no ha ocurrido o no está ocurriendo. Todas han debido diseñar estrategias académicas y de gestión del currículum, para no quedarse sin ofrecer el servicio educativo. Día a día se monitorea a la pandemia para saber si regresaremos a la presencialidad, cuándo regresaremos y cómo regresaremos a ella”.
La clave para sobrellevar estos meses de confusión, añadió, ha sido la capacidad de cambio y adaptación que ha permitido a las universidades mantener el trabajo académico. “No ha sido difícil saber qué están haciendo las universidades pues los foros, paneles, conversatorios, todos virtuales, se organizan con alta frecuencia”.
Luego de participar activamente en dichas oportunidades de intercambio de experiencias y de métodos de trabajo con decenas de universidades a nivel nacional e internacional, y de formar parte del staff institucional que ha hecho posible que CETYS Universidad se adapte y avance en su propósito académico durante más de medio año de contingencia, el Dr. Gárate compartió los que considera puntos clave que distinguen a las universidades que están logrando mejores resultados educativos en la modalidad no presencial:
a) Un liderazgo claro, oportuno y preciso de las rectorías que gestionan el diseño de modelos educativos alternos y flexibles
b) Una capacitación intensa al profesorado, principalmente en la planeación de clases en modalidad no presencial, en el manejo de estrategias didácticas y en el uso de herramientas tecnológicas.
c) El equipamiento necesario de herramientas tecnológicas para desplegar con éxito modalidades a distancia y mixtas
d) Una clara sensibilización sobre los factores económicos, de limitantes tecnológicas y de salud mental, de los estudiantes y sus familias
“Es tremendamente complicado aseverar que en esta transición a la que nos ha llevado el COVID-19, las universidades mantienen los estándares de calidad con los que operaban anteriormente, porque el modelo educativo a distancia en ninguna condición permite el logro intenso de la vida estudiantil; por ejemplo, en ningún caso es lo mismo hacer ejercicio en casa que jugar un interescuadras de básquetbol con el resto del equipo en un gimnasio.
Sin embargo, sí es posible afirmar que atendiendo los cuatro factores enlistados, los aprendizajes de los estudiantes se logran”, concluyó el Vicerrector Académico.