El Secretario General de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas, Álvaro López Ríos, pidió al titular de SADER, Víctor Villalobos que si tiene pruebas y conoce de hechos que demuestren corrupción y mal manejo de recursos por parte de las organizaciones campesinas, puntualice a quién se refiere y acuda a la FGR o a la ASF para iniciar proceso judicial contra quien resulte responsable.
Asimismo, señaló que el funcionario engaña al Presidente Andrés Manuel López Obrador, diciéndole que las cosas están bien en el agro cuando granos y oleaginosas registran mayor ritmo de consumo vs la producción y siguen al alza las importaciones de éstos a niveles récord con un 10.9% en volumen y 60.2% en valor a noviembre de este año.
“A mí me parece que el Secretario de Agricultura, Víctor Villalobos, no debe ser cómplice de lo que sabe, de lo que conoce y por lo tanto debe de acudir a la Fiscalía General de la República y a la Auditoría Superior de la Federación para instaurar procesos en los que quienes deban y hayan cometido ilícitos los paguen”, aseguró el dirigente de la UNTA en entrevista de medios.
Apuntó que el Secretario de Agricultura recientemente declaró en un diario de circulación nacional información carente de sustento “no se vale que hable generalidades y ofenda a quienes hemos contribuido al desarrollo rural de este país impulsando proyectos productivos que después de muchos años están con vida, que han contribuido a mejorar las condiciones de vida de muchas familias, que generan mayor ingreso y empleo a la población rural como son los casos que tiene la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas”.
Álvaro López Ríos, destacó que los proyectos exitosos de la UNTA son ejemplo en todo el país sin embargo actualmente existe una burocracia ignorante, “huevona”, que desde el escritorios cree conocer el México rural cuando en la realidad es diferente a lo que ve la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas.
Por otra parte, le recriminó al titular de SADER, Víctor Villalobos, su ignorancia pues desconoce que este año tendremos el peor año en la historia de este país, de los últimos 20 años, cuando menos, en los que México erogará en promedio más de 15 mil millones de dólares en importar alimentos que no producimos y además estamos a merced de personas que como él engañan al Presidente Andrés Manuel López Obrador, diciéndole que las cosas están bien y no es cierto que en el campo no haya problemas.
Debe conocer el Jefe del Ejecutivo Federal que en el campo hay reclamos y repudio a “la política de tijera” que utilizó el Gobierno para quitar recursos y programas que eran muy importantes para el desarrollo rural y para llevar bienestar a muchas familias rurales.
En 2021 el sector agropecuario, donde se ubican los pequeños y medianos productores, registró cancelación de programas como Apoyos a la Comercialización, Financiamiento y Aseguramiento al Medio Rural, Crédito Ganadero a la Palabra, Vinculación Productiva, entre otros.
Los programas que se impulsan desde el Ejecutivo para el sector agropecuario ponen en riesgo el crecimiento de la actividad pues no están dirigidos al fomento a la productividad, advirtió el dirigente de la UNTA.
Pero, además se enfrentó una severa sequía que impactó el volumen de producción de granos básicos y oleaginosas; ello se agrega el encarecimiento de los fertilizantes que a octubre, los precios de la urea, fosfato diamónico (DAP), fosfato monoamónico (MAP) y amoniaco subieron a tasas récord de 79, 74, 48 y 100 por ciento, respectivamente, respecto al mismo mes de 2020.
Aunado a ello, la Sader no ha consolidado sus entregas en medio de una crisis de fertilizantes que enfrenta al resto de los productores que no recibe apoyo alguno con el nutriente y el impacto para su compra por el alza de los fletes, ya que 62 por ciento de la demanda nacional se abastece con importaciones.
Para 2022, los recursos disminuyeron 26.4 por ciento a 53 mil 89 millones de pesos, concentrados en siete programas prioritarios de Presidencia, alertó.
A unos días para que finalice el año, las importaciones de granos y oleaginosas se mantienen en nivel récord con 35.71 millones de toneladas, que representan un alza de 10.9% contra las 32.2 millones que se importaron en el mismo lapso en 2020. Se incrementa en 60.2% el valor de las importaciones acumuladas al penúltimo mes del año con un monto que asciende a 13,838.4 millones de dólares.
Las importaciones de maíz son mayores en 9.2% con un volumen de más de 16.35 millones de toneladas; Las compras del complejo de soya rebasan en 8.8% con cerca de 7.64 millones de toneladas; Las de trigo se elevan hasta en 25%, con un volumen de 5.1 millones de toneladas; Las de frijol crecen en 47.6%, con un volumen de 180 mil toneladas.
Comentó Álvaro López Ríos que la producción agrícola nacional está en función directa con el uso oportuno de insumos que incrementen la productividad y el Gobierno Federal plantea un menor uso de fertilizantes fósiles pero falta promover e incentivar la producción de biofertilizantes.
Ahora se pondera un mayor presupuesto hacia el gasto social sobre el gasto productivo, no se fomenta el crédito y aseguramiento competitivo ni el cuidado al medio ambiente, pero sí prevalecen las transferencias directas sobre bienes públicos y capitalización del sector rural.
Igualmente para el próximo año el Gobierno Federal ha excluido de beneficios fiscales a un millón 200 mil unidades de producción integradas por pequeños y medianos productores al limitar su participación en el nuevo régimen simplificado de confianza, además tenemos el nulo apoyo al sector primario y en menos de tres años desapareció más de 14 programas de apoyo directo al campo.