Por Héctor Medina Varalta
La polifacética escritora Elena Arreguín Ozuna, presentó en la pasada Feria Internacional del libro (FIL), Los Niños del Sol tomos, II y III. La autora comenta que los protagonistas principales, Tonatiuh y Citlalli, es decir, Sol y Estrella, en español. Estos niños tienen la misión de rescatar las tradiciones mexicanas para que estás no se pierdan; ambos portan unos medallones sagrados ya que tienen un linaje directo con los aztecas. Estos hermanitos tienen algunos poderes. Pueden comunicase telepáticamente, hablar con los animales, estar en contacto el cosmos, su comunican con la Madre tierra y tienen una mascota, una iguana, que se llama Jade y tienen a su lado a dos chaneques que son muy traviesos y, a la vez, milenarios en sapiencia. Los chaneques son como sus guías en todas sus travesías
México, un país lleno de riqueza cultural
Es un mundo fantástico lleno de historias muy amenas. Además, cada uno de los tomos es una trilogía, ilustrados a mano con temas muy interesantes como el altar de muertos y Elena hace una comparación non el Halloween, que es otra cosa, ya que es una payasada de personajes inventados por los gringos y, nuestras tradiciones, como el altar de muertos son culturales, son milenarios; es visitar a tus muertitos y ponerles sus altares.“Yo voy al centro de la Ciudad de México. Tengo mi canal de YouTube y realizo mis documentales; este año fui en vísperas de año nuevo y me encontré con unas con semillas del dios de la muerte, dependiendo de la cultura indígena que fuera, con semillas y frijoles. Los extranjeros se embelesan con muestras tradiciones. En cambio, a nosotros se nos hace normal y común ver todo esto y no lo valóranos, sin embargo, los extranjeros hablan mucho de todo lo que hacemos: un pueblo lleno de riqueza cultural, ancestral, lleno de colorido, colores, sabores y talento; poetas, pintores, muralistas, chefs, arquitectos, médicos, entre otras áreas”.
Fuga de cerebros
Sin embargo, muchos artistas se tienen que ir a otro país donde los reconozcan. Esta situación en muy triste, porque nos minimizamos. Es por esto lo que pretende hacer Elena con sus libros infantiles, que desde pequeños los niños se sientan orgullosos de sus tradiciones. En cada uno de los libros, la autora narra cinco tradiciones, pero no termina con las tradiciones de este país. Por ejemplo, cada región tiene si traje típico, cada Estado tiene su comida típica, sus costumbres sus colores. Todo esto, no los termina ni en cien libros. No obstaste, tomó a los más representativos y a los niños les divierte, ya que son historias narradas de forma ágil, simple y chistosa, para que los niños se lo aprendan. Por ejemplo, en el tomo III, los niños van a Xochimilco a visitar a la abuela, ahí y se encuentran con un hierbero que les enseña el uso de las plantas medicinales. Además de narrar nuestras tradiciones, Elena hilvana la unión familiar, el cariño, el respeto por los mayores o por los ancianos. Por ejemplo, eso de que nos traemos a vivir a la casa a la abuelita, eso no pasa en otros países, sólo en los países latinos.
La Llorona, las momias de Guanajuato, la Isla de las Muñecas
Ten el caso de México, somos muy apapachadores, aquí nos respetamos cantamos; somos música. Retomando la visita a Xochimilco, Tonatiuh y Citlalli van a la Isla de las Muñecas, ya que se tienen que reunir con los cinco Chaneques y la iguana. Al estar todos reunidos se sientan en cirulo y tienen que llevar la ofrenda a Quetzalcóatl, que subía a la Pirámide del Sol de Teotihuacán. Cada historia acabo cerrando con la ofrenda, que se fusiona con el suelo y resplandece Quetzalcóatl, quien les da las gracias a los niños. En los libros, también se habla de las momias de Guanajuato, la Llorona, el origen del cacao, el chile, por supuesto, la leyenda de Quetzalcóatl. Por consiguiente, en el transcurso de la historia, Jade, la iguana tiene a sus iguanitas bebés, quienes les ayudan a Tonatiuh y Citlalli para que ellos puedan leer de lejos lo que les quieren decir, claves y demás. Los papás de los niños son Metzi, maestra de primaria y Donají, empleado de una fábrica; ellos ignoran que sus hijos tienen poderes. Además, hay otros personajes con una espiritualidad más elevada.
Somos cultura
Esto último, se debe a que el andar por la vida de Elena, siempre se le cruzan seres muy extraños, con un nivel de energía espiritual que le mandan mensajes muy certeros. Por esta razón, siempre en sus libros menciona a personajes con ese nivel de espiritualidad. En esta triada, aparece un niño en especial que está muy conectada con ellos. Elena está muy orgullosa de ser mexicana. Por otra parte, le disgusta que nos caricaturicen durmiendo la siesta, con moscas y con un sombrero, al compás de la canción “La cucaracha” Eso le molesta muchísimo, pues los mexicanos somos arte y muy madrugadores. Además, traemos en nuestras venas pasado, una flora y una fauna; tenemos mar por ambos lados. Somos bastos en miles de cosas: talento desbordante, arte en todas sus facetas. Elena, pretende más adelante, visitar pueblos y entender sus tradiciones y su cultura, y empezar a escribir, pero ya no como un cuento infantil, sino como un documental.
Es perseverante
Elena Arreguín Osuna, es escorrotara independiente, ha publicado siete libros por su cuesta: Hambre, Puente de hielo. Los Millonarios de Cristo, “El declive, Los Millonarios de Cristo, “El Fallo”, Los Niños del Sol I, II y III. Además tiene una distribuidora que es Hiperlibro, que distribuye sus textos en todas las librerías de México, también los pueden encontrar en Amazon y en todas las redes: Twitter, Instagram, cinco páginas de Facebook, una página web. Cabe destacar que la escritora, aunque no tiene mucho apoyo, es muy perseverante.