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Rolando Alamillarolando.alamilla@the-ciu.net
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Los Smartphones, por sus capacidades tecnológicas, se han convertido en un dispositivo que registra una masificación creciente en el mundo y en México no es la diferencia. De hecho, al cierre de 2016, se estima que la contabilidad de estos equipos asciende a 90.1 millones, equivalente a 80.6% de las líneas móviles y un incremento anual de 12.4%, con respecto al año anterior.
Ahora bien, los dispositivos inteligentes se clasifican de acuerdo a sus capacidades tecnológicas en tres gamas: alta, media y baja. Uno de los diferenciadores más importantes es el precio del equipo. En la gama baja, se ubican aquellos equipos que tienen un costo de $2,500 pesos o menos, la gama media en un rango de $2,501 y $5,500 pesos, y por último los de gama alta superan los $5,500 pesos.
Vale la pena señalar que casi la totalidad de los Smartphones en México son manufacturados por empresas de otros países e importados para su comercialización. Por ende, el costo de adquisición de estos equipos por los distribuidores en el país es fijado en dólares, consecuentemente trasladado al consumidor final en pesos.
En México, el gasto promedio en un Smartphone fue de $2,816 pesos al finalizar 2016 (a primera vista en el rango de un equipo de gama media), equivalente a un incremento de 9.1% al comparar el mismo periodo de 2015.
Ante la fuerte apreciación del dólar frente al peso que se ha registrado en el último año (25.1%), el gasto promedio en Smartphones que realizan los mexicanos, al traducirlo a la moneda en la cual son comprados los inventarios, pasó de $156 USD a $136 USD en un año. Si bien, se registra un incremento de 9.1% en el nivel de gasto en pesos, al convertirlo a dólares se obtiene una reducción de 12.8%.
En otras palabras, a pesar de que ha aumentado el esfuerzo de los consumidores para hacerse de estos equipos en moneda nacional, el efecto de la depreciación ha provocado que el gasto destinado apenas sea suficiente para adquirir dispositivos de gama baja. Incluso tomando en cuenta el avance tecnológico y atomización que se registra en este mercado que ha provocado una reducción de precios.
Puesto en números, en el último año se registra un aumento en la tenencia de equipos de gama baja, tal que la proporción de estos era de 56.2% al cuarto trimestre de 2015 (4T15), mientras que al finalizar el mismo periodo de 2016 (4T16) fue 7.5 puntos porcentuales (pp.) mayor e igual a 63.7%.
En contraste, la ponderación de los dispositivos de gama alta en el mercado se redujo 4.1 pp., al pasar de un coeficiente de 11.3% en el 4T15 a 7.2% en el 4T16.
Si bien en periodos recientes, los consumidores de servicios móviles enfrentan menores tarifas, así como mejores condiciones de cobertura y calidad; el encarecimiento del dólar frente al peso ha reducido la capacidad de gasto y asequibilidad de smartphones.
A su vez, esta tendencia al alza del dólar impacta negativamente las ventas de estos equipos, especialmente de aquellos de gama alta, así como condiciona la probabilidad de reemplazo en el corto plazo.
De manera que la gran mayoría de las decisiones de los consumidores mexicanos de Smartphones se enfocan la adquisición de equipos asequibles de gama baja, con periodos de reemplazo más prolongados que se aproximan a los 24 meses.
Debe destacarse que en mayoría de los casos, los precios no han sido tan acentuados a consecuencia del impacto cambiario, puesto que los distribuidores aun cuentan con Smartphones en inventario adquiridos a una paridad cambiaria de hace seis meses o un año. Además de que los fabricantes aun no realizan lanzamientos de dispositivos en lo que va de 2017.
No obstante, es previsible que en un futuro cercano tendrán que comprar nuevos equipos para su venta y esto se hará al tipo de cambio actual, con lo cual podría registrarse un incremento en el precio de los dispositivos similar al del tipo de cambio.
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El acceso a los beneficios de nuevas tecnologías y aplicaciones móviles es posible únicamente a través de dispositivos inteligentes o Smartphones. En este sentido, una mayor adopción de estos equipos es benéfica tanto para los usuarios mexicanos como para los proveedores de servicios.
En términos de ingreso, aquellos servicios ofrecidos para dispositivos básicos (Feature Phones), como lo son los mensajes de texto y llamadas de voz, acotan los canales de generación de ingresos a estas dos vías. A partir de la introducción de la transmisión de datos móviles por internet (Banda Ancha Móvil) en Smartphones se habilita una nueva ruta de ingresos que abre la puerta al consumo de una amplia variedad de plataformas digitales: redes sociales, mensajería instantánea, pagos móviles, transmisión de contenidos audiovisuales, entre otros.
No obstante, existen diferencias en la adopción, consumo y gasto en servicios y dispositivos entre los usuarios. Explicado en primer lugar, por la segmentación de líneas móviles en las modalidades prepago y postpago.
Segmentación de Líneas Móviles
Al tercer trimestre de 2016 (3T16), el mercado de telefonía móvil en México contabilizó 110.4 millones de líneas, de las cuales 83.1% se encuentran bajo la modalidad de prepago y 16.9% bajo aquella de postpago. Si bien el total de líneas móviles registra un incremento anual de 5.2%, la modalidad postpago ha ido ganado terreno al registrar un crecimiento significativamente mayor a la de prepago de 11.3% frente a 4.1%, respectivamente en el último año.
Lo anterior responde a la introducción de planes tarifarios de postpago con una oferta más rica en servicios móviles con llamadas, SMS y redes sociales ilimitadas, así como mayores capacidades de descarga de datos a menores precios, circunstancia que detonó los incentivos a la contratación de estos paquetes.
No obstante, se identifican marcadas diferencias en el gasto mensual promedio por usuario. Mientras que en la modalidad de prepago este indicador asciende a $87 pesos, aquel de postpago es cuatro veces superior igual a $352 pesos. Por lo que el consumo y acceso a servicios móviles es menos intensivo en prepago, por ejemplo, en el uso de Banda Ancha Móvil (BAM) que incluso provee indicios de contrastes en la adopción de Smartphones por modalidad de pago.
Tenencia de Smartphones en Prepago y Postpago
En México, se identifica una incesante adopción de Smartphones basado en una reducción en precios de equipos consecuencia del avance tecnológico, la atomización del mercado por la creciente oferta y la progresiva asequibilidad de servicios móviles, particularmente de la BAM.
La introducción de equipos asequibles de gamas media y baja detonó el acceso a estos en segmentos de la población de menor poder adquisitivo. A su vez, impulsó el uso de dispositivos inteligentes en el segmento de prepago.
Sin embargo, persisten contrastes en la adopción de Smartphones por modalidad de pago. Mientras que en postpago 94.8% de las líneas están asociadas a un Smartphone, 72.7% de las líneas en el esquema de prepago son smartphones. Asimismo, se identifica una diferenciación en el gasto destinado por hacerse de este dispositivo entre estos esquemas de pago.
Gasto en Smartphones en Prepago y Postpago
Al cierre del tercer trimestre de 2016 (3T16), el gasto promedio de los mexicanos en Smartphones alcanzó $2,889 pesos. No obstante, al desagregar el gasto por modalidad de pago se identifican diferencias significativas en el gasto de los equipos para los usuarios.
En promedio, los usuarios móviles en postpago destinan $1,751 pesos por su equipo. En cambio, el gasto promedio en prepago asciende a $3,038 pesos. Es decir, los usuarios bajo el esquema de prepago gastan 42.4% más en sus equipos que aquellos de postpago.
La diferencia en precios que los clientes del servicio de prepago deben asumir responde a una dinámica de subsidio de la que se benefician los usuarios de postpago. Este subsidio responde a dos razones principales: el menor riesgo que asumen los operadores al financiar a una persona con un respaldo bancario, así como al compromiso que asumen al contratar un consumo continuo de servicios móviles por un plazo de 12, 18 o 24 meses.
A pesar de esta diferenciación en el consumo de servicios y equipos móviles, la creciente e incesante adopción de Smartphones ha producido un círculo virtuoso que aumenta el potencial de consumo y gasto en servicios y aplicaciones móviles en beneficio de los operadores en términos de ingresos, pero sobre todo de los usuarios que pueden aprovecharse de los beneficios de la conectividad móvil.
La asequibilidad de los dispositivos inteligentes ha detonado el desarrollo de nuevos proyectos de inversión en redes e infraestructura. Una mayor adopción de estos equipos vuelve relevante y necesario la licitación de bandas para servicios de 4G-LTE e incluso 5G en los próximos años.
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En periodos recientes, el mercado de telecomunicaciones móviles en México registra avances desde su fase de maduración intermedia hacia una de mayor madurez, en la que si bien persiste el escenario de excesiva concentración de mercado, la cobertura ha dejado de ser el principal elemento diferenciador entre operadores, para pasar a una ponderación balanceada también con precios competitivos y mejora en la calidad de los servicios.
Efectivamente, en la actualidad se identifican condiciones de cobertura, calidad y precios más homogénea y balanceada entre competidores, bajo un entorno de crecientes montos de inversión en infraestructura y estrategias comerciales óptimas, que resulta en un empoderamiento del consumidor en la elección de operador.
La incursión de un operador disruptivo con ofertas comerciales agresivas en servicios, AT&T en su actuación como agente líder, ha dado lugar a una alineación de condiciones en la provisión de servicios para los competidores en el mercado, Movistar (Telefónica) e incluso del operador preponderante Telcel (América Móvil), en una reacción explicada por la teoría económica como de agentes seguidores.
Al contexto anterior, se debe sumar los (escasos e insuficientes) esfuerzos de regulación asimétrica aplicable al preponderante que buscan compensar desequilibrios del mercado y consecuentemente, alcanzar el tan anhelado escenario de competencia efectiva. En acompañamiento de la reciente reducción de precios de los servicios móviles, que ha dado pauta a un aumento tanto de la penetración de servicios móviles, como del consumo de los mismos.
Así también, en el mercado de telecomunicaciones móviles se registra una diversificación en la disponibilidad de equipos terminales a menores precios entre la población, tal que en la configuración competitiva del mercado de Smartphones el principal fabricante de estos equipos (Samsung) alcanza una cuota en la vecindad de 30% que toma distancia de la fase de lanzamiento en la que BlackBerry contaba con más del 60% del mercado, años atrás.
El Mercado Medido en Ingresos
En su dimensión cuantitativa, al cierre del tercer trimestre del 2016 (3T16) el mercado móvil contabilizó ingresos por $60,568 millones de pesos, cifra que representa una contracción anual de 2.8%.
Esta reducción es atruible principalmente a los menores precios de los servicios móviles que resultan de las agresivas ofertas comerciales tanto para postpago como para prepago, así como del ajuste regulatorio de tarifas de interconexión, la eliminación de cargos de larga distancia y roaming nacionales, así como hacia Estados Unidos y Canadá.
El trimestre se caracterizó por una ligeramente menor agresividad comercial, tras la revisión a la baja de la vigencia de las recargas y la limitación de uso de datos a 1GB, especialmente en redes sociales y mensajería instantánea.
El Mercado Medido en Ingresos por Operador
La segmentación por operadores muestra que la participación de mercado en ingresos de Telcel aumentó ligeramente respecto al trimestre previo y asciende a 70.8% en 2T16, al generar $42,893 millones de pesos durante el 3T16. Si bien la preponderancia es determinada por diversas métricas, llama la atención que este operador sigue ganando terreno en términos de ingresos, aún en el contexto de un esquema regulatorio asimétrico derivado de la Reforma Constitucional.
Por su parte, AT&T alcanzó ingresos por $10,901 millones de pesos, lo que representa un incremento anual de 14.3% y una cuota de mercado de 18.0%, ante la atracción de nuevos clientes sobre todo de alto valor en postpago, a partir de la implementación de agresivas ofertas comerciales frente a sus competidores.
El operador Movistar reportó una contracción anual de 19.8%, al obtener ingresos por $6,609 millones de pesos derivada de la reducción de precios del mercado, que se ha acentuado en el subsegmento de prepago de bajo consumo.
El grupo de Operadores Móviles Virtuales (OMV) continúan con una participación de ingresos prácticamente nula, de tan sólo 0.3% del total del mercado, equivalente a $165 millones de pesos.
Cabe resaltar nuevamente que la contracción en los ingresos del mercado de telecomunicaciones móviles se debe en lo principal a la tendencia a la baja que registran los precios al usuario final, que se traduce en notables economías y beneficios para los consumidores, consecuentemente, en un aumento en el consumo y adopción de servicios, especialmente de la banda ancha móvil.
El Mercado Medido en Ingresos por Componente
En cuanto a su composición, los ingresos asociados a los servicios registraron una reducción anual de 11%, mientras que se muestra una apreciación de 26% en el rubro de la venta de equipos terminales (28.6% de los ingresos móviles). En términos absolutos, 71.4% de los ingresos corresponden a servicios móviles, con una reducción en su ponderación de 6.6 puntos porcentuales en términos anuales. Dentro del componente de servicios, aquellos de voz (35.9% de los ingresos) identifican una contracción anual de 10.6%, mientras que los de datos (35.5% de los ingresos), una reducción de 11.4%.
En esta dinámica por operador, Telcel mostró una reducción anual de 15.1% en los ingresos por servicios y un aumento de 26.4% en el componente de equipos o dispositivos. Mientras que Telefónica registra una reducción de 17.1% en los ingresos por servicios y una disminución de 35.9% en aquellos de equipos y AT&T un incremento de 11.8% en servicios y de 28.6% en la venta de equipos.
Así, la reducción en ingresos que identifica el mercado en el periodo no se debe a la falta de dinamismo, sino a la baja de precios derivado de ofertas competitivas.
Asimismo, esta etapa del mercado mexicano se distingue por tener un mayor balance entre los tres elementos generadores de ingreso, la voz, los datos y el equipo. Por lo que los consumidores mexicanos se ven beneficiados ante mayores y mejores ofertas tanto de servicios como de equipamiento.
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Gonzalo Rojongonzalo.rojon@the-ciu.net
| Radamés Camargoradames.camargo@the-ciu.net |
La falta de competencia en telecomunicaciones se asocia directamente a la concentración de mercado o posicionamiento de uno o un reducido número de proveedores de servicios que atienden a una proporción mayoritaria de los consumidores, que los coloca en una situación de ventaja frente a estos y sus competidores.
Lo anterior suele traducirse en efectos perniciosos para ambos tales como: precios superiores a aquellos que se identifican en una situación de competencia efectiva, barreras a la entrada de nuevos competidores, menor calidad y cobertura de los servicios, así como un retraso en el desarrollo y adopción de nuevas tecnologías. Aunado a ello, suelen tener lugar conductas anticompetitivas para modificar las condiciones del mercado a favor de uno o aquel conjunto acotado de operadores.
Por todo lo anterior, resulta relevante el análisis y dimensionamiento de la concentración de mercado al interior del segmento de telecomunicaciones móviles. Con el objetivo de coadyuvar en el diseño e implementación mecanismos regulatorios para hacer frente a ello. Una métrica comúnmente utilizada para determinar la dimensión de la concentración de mercado es el Índice de Herfindahl-Hirschman (IHH)1 .
La siguiente gráfica ilustra los niveles de concentración del mercado de telecomunicaciones móviles en términos de líneas medidos por el IHH en 18 países de Latinoamérica (LatAm) al primer trimestre del 2016 (1T16).
La región de LatAm se caracteriza por registrar una alta concentración en los mercados móviles. En promedio, la región registró un nivel de IHH de 3,833 puntos, con 55% de los 18 países analizados por debajo de este umbral. Particularmente, Brasil destaca como el mercado menos concentrado con un IHH de 2,447, siendo este el único que se encuentra en la categoría de moderada concentración entre los países de la región. En franco contraste, Honduras se identifica como el mercado más concentrado con un IHH de 5,220 puntos.
En el último año, el nivel de concentración promedio en la región registra una escasa reducción de 75 puntos, al comparar con el primer trimestre de 2015 (1T15). A pesar de que en 8 de los 18 países tiene lugar un aumento en la concentración durante el periodo. No obstante, en Perú se redujo el IHH 13.8%, pasando de ocupar el sexto lugar en la región en 1T15, a la décima posición en el 1T16. Esta disminución se debe principalmente al crecimiento en la huella de mercado de las empresas Entel y Viettel, mismas que registran el tercer y cuarto lugar en términos de participación de mercado.
Otro ejemplo de desconcentración relevante es el caso de Chile, que registró una disminución anual del IHH de 7.8% como resultado de que los Operadores Móviles Virtuales (OMV) alcanzaron una mayor participación de mercado y el lanzamiento de WOM (antes Nextel Chile). Este operador ha logrado, en menos de un año, aumentar sus usuarios en 252%.
Una característica que comparten cuatro mercados analizados es la presencia de un mismo operador líder con una excesiva concentración y un elevado nivel de concentración. América Móvil destaca por ocupar la primera posición por su huella de mercado en México, Ecuador, República Dominicana, y Colombia (67.4%, 61.9%, 51.1% y 49.5% respectivamente), con niveles de IHH de 5,170, 4,790, 4,590 y 3,360 puntos respectivamente.
En LatAm, la alta concentración en el mercado móvil y el consecuente riesgo de incurrir en prácticas anticompetitivas ha generado preocupación entre las instituciones regulatorias y los competidores que participan en los diferentes mercados. Por ello, países como México y Colombia destacan por la implementación de medidas asimétricas al operador principal con la mayor participación de mercado, y coincidentemente se trata de América Móvil. En ambos países, el operador contaba con una participación de mercado mayor a 55% al momento de la imposición de regulación asimétrica que resulta en un nivel de excesiva concentración.
Como respuesta a estos niveles de elevada concentración, se han puesto en práctica medidas regulatorias aplicadas en mercados que ya alcanzaron mayores niveles de competencia. Entre los mecanismos implementados se encuentran la imposición de tarifas de interconexión asimétricas, la prohibición de diferenciar entre tarifas on net / off net (dentro y fuera de una red), la obligación de compartir la infraestructura pasiva al operador principal, el control tarifario y de promociones, el desbloqueo efectivo de equipos terminales, entre otros.
No obstante, la imposición de medidas regulatorias no es suficiente para reducir la concentración. La regulación asimétrica debe ir de la mano de una aplicación y cumplimiento a cabalidad y efectividad de la misma. Puesto que, en México, la participación de América Móvil sólo ha disminuido 3.9 puntos porcentuales (pp.). En contraste, en Colombia se redujo 7.2 pp. en el mismo periodo de vigencia de las medidas asimétricas.
Los órganos reguladores para la promoción de la competencia efectiva deberán prestar atención no sólo a la asignación, distribución y gestión de frecuencias del espectro radioeléctrico y verificación de calidad y acceso a los servicios, entre otras funciones; sino también a mecanismos que determinan la configuración y condiciones del mercado. En general, estos deben intervenir activamente en la dinámica de los mercados cuando existan pérdidas en el bienestar del consumidor. Los esfuerzos regulatorios no deben quedarse en la norma escrita, sino acompañarse de mecanismos que se traduzcan en una efectiva implementación y evaluación de sus resultados.
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1 Su cálculo consiste básicamente en sumar el cuadrado de las participaciones de mercado de cada empresa u operador en el mercado, y por lo general se reporta en una dimensión cuantitativa entre cero y uno, o bien, entre cero y 10,000 puntos. Cuando se aproxima a cero se interpreta en términos de que el número de empresas participantes cuentan con participaciones de mercado similares. En contraste, cuando alcanzan su máximo de 1 o de 10,000, representan a un mercado que está controlado por una sola empresa. El IHH aumenta cuando el número de operadores decrece en el mercado, así como cuando la disparidad en la participación de mercado entre empresas aumenta. Los órganos reguladores generalmente definen que los mercados en los que el IHH está entre 1,500 y 2,500 puntos son moderadamente concentrados y aquellos en los que superan los 2,500 puntos se encuentran altamente concentrados. Véase U.S. Department of Justice & FTC, Horizontal Merger Guidelines § 5.2 (2010). Disponible en: http://1.usa.gov/1qiYms |
Gonzalo Rojongonzalo.rojon@the-ciu.net
| Radamés Camargoradames.camargo@the-ciu.net |
La falta de competencia en telecomunicaciones se asocia directamente a la concentración de mercado o posicionamiento de uno o un reducido número de proveedores de servicios que atienden a una proporción mayoritaria de los consumidores, que los coloca en una situación de ventaja frente a estos y sus competidores.
Lo anterior suele traducirse en efectos perniciosos para ambos tales como: precios superiores a aquellos que se identifican en una situación de competencia efectiva, barreras a la entrada de nuevos competidores, menor calidad y cobertura de los servicios, así como un retraso en el desarrollo y adopción de nuevas tecnologías. Aunado a ello, suelen tener lugar conductas anticompetitivas para modificar las condiciones del mercado a favor de uno o aquel conjunto acotado de operadores.
Por todo lo anterior, resulta relevante el análisis y dimensionamiento de la concentración de mercado al interior del segmento de telecomunicaciones móviles. Con el objetivo de coadyuvar en el diseño e implementación mecanismos regulatorios para hacer frente a ello. Una métrica comúnmente utilizada para determinar la dimensión de la concentración de mercado es el Índice de Herfindahl-Hirschman (IHH)1 .
La siguiente gráfica ilustra los niveles de concentración del mercado de telecomunicaciones móviles en términos de líneas medidos por el IHH en 18 países de Latinoamérica (LatAm) al primer trimestre del 2016 (1T16).
La región de LatAm se caracteriza por registrar una alta concentración en los mercados móviles. En promedio, la región registró un nivel de IHH de 3,833 puntos, con 55% de los 18 países analizados por debajo de este umbral. Particularmente, Brasil destaca como el mercado menos concentrado con un IHH de 2,447, siendo este el único que se encuentra en la categoría de moderada concentración entre los países de la región. En franco contraste, Honduras se identifica como el mercado más concentrado con un IHH de 5,220 puntos.
En el último año, el nivel de concentración promedio en la región registra una escasa reducción de 75 puntos, al comparar con el primer trimestre de 2015 (1T15). A pesar de que en 8 de los 18 países tiene lugar un aumento en la concentración durante el periodo. No obstante, en Perú se redujo el IHH 13.8%, pasando de ocupar el sexto lugar en la región en 1T15, a la décima posición en el 1T16. Esta disminución se debe principalmente al crecimiento en la huella de mercado de las empresas Entel y Viettel, mismas que registran el tercer y cuarto lugar en términos de participación de mercado.
Otro ejemplo de desconcentración relevante es el caso de Chile, que registró una disminución anual del IHH de 7.8% como resultado de que los Operadores Móviles Virtuales (OMV) alcanzaron una mayor participación de mercado y el lanzamiento de WOM (antes Nextel Chile). Este operador ha logrado, en menos de un año, aumentar sus usuarios en 252%.
Una característica que comparten cuatro mercados analizados es la presencia de un mismo operador líder con una excesiva concentración y un elevado nivel de concentración. América Móvil destaca por ocupar la primera posición por su huella de mercado en México, Ecuador, República Dominicana, y Colombia (67.4%, 61.9%, 51.1% y 49.5% respectivamente), con niveles de IHH de 5,170, 4,790, 4,590 y 3,360 puntos respectivamente.
En LatAm, la alta concentración en el mercado móvil y el consecuente riesgo de incurrir en prácticas anticompetitivas ha generado preocupación entre las instituciones regulatorias y los competidores que participan en los diferentes mercados. Por ello, países como México y Colombia destacan por la implementación de medidas asimétricas al operador principal con la mayor participación de mercado, y coincidentemente se trata de América Móvil. En ambos países, el operador contaba con una participación de mercado mayor a 55% al momento de la imposición de regulación asimétrica que resulta en un nivel de excesiva concentración.
Como respuesta a estos niveles de elevada concentración, se han puesto en práctica medidas regulatorias aplicadas en mercados que ya alcanzaron mayores niveles de competencia. Entre los mecanismos implementados se encuentran la imposición de tarifas de interconexión asimétricas, la prohibición de diferenciar entre tarifas on net / off net (dentro y fuera de una red), la obligación de compartir la infraestructura pasiva al operador principal, el control tarifario y de promociones, el desbloqueo efectivo de equipos terminales, entre otros.
No obstante, la imposición de medidas regulatorias no es suficiente para reducir la concentración. La regulación asimétrica debe ir de la mano de una aplicación y cumplimiento a cabalidad y efectividad de la misma. Puesto que, en México, la participación de América Móvil sólo ha disminuido 3.9 puntos porcentuales (pp.). En contraste, en Colombia se redujo 7.2 pp. en el mismo periodo de vigencia de las medidas asimétricas.
Los órganos reguladores para la promoción de la competencia efectiva deberán prestar atención no sólo a la asignación, distribución y gestión de frecuencias del espectro radioeléctrico y verificación de calidad y acceso a los servicios, entre otras funciones; sino también a mecanismos que determinan la configuración y condiciones del mercado. En general, estos deben intervenir activamente en la dinámica de los mercados cuando existan pérdidas en el bienestar del consumidor. Los esfuerzos regulatorios no deben quedarse en la norma escrita, sino acompañarse de mecanismos que se traduzcan en una efectiva implementación y evaluación de sus resultados.
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1 Su cálculo consiste básicamente en sumar el cuadrado de las participaciones de mercado de cada empresa u operador en el mercado, y por lo general se reporta en una dimensión cuantitativa entre cero y uno, o bien, entre cero y 10,000 puntos. Cuando se aproxima a cero se interpreta en términos de que el número de empresas participantes cuentan con participaciones de mercado similares. En contraste, cuando alcanzan su máximo de 1 o de 10,000, representan a un mercado que está controlado por una sola empresa. El IHH aumenta cuando el número de operadores decrece en el mercado, así como cuando la disparidad en la participación de mercado entre empresas aumenta. Los órganos reguladores generalmente definen que los mercados en los que el IHH está entre 1,500 y 2,500 puntos son moderadamente concentrados y aquellos en los que superan los 2,500 puntos se encuentran altamente concentrados. Véase U.S. Department of Justice & FTC, Horizontal Merger Guidelines § 5.2 (2010). Disponible en: http://1.usa.gov/1qiYmsz |
En términos generales, los factores determinantes del nivel y evolución de los precios de servicios de telecomunicaciones se pueden englobar en tres, a decir, de mercado, tecnológicos y regulatorios.
En la experiencia del segmento de telecomunicaciones móviles en México, recientemente se identifica una tendencia descendente de precios. Entre los meses de julio de 2015 y julio de 2016, se han reducido los precios de los servicios en 13%, de acuerdo con el INEGI a partir de elaborar su Índice Nacional de Precios al Consumidor en Comunicaciones.
Esta medición amerita un análisis de segmentación de los factores que han sido sus determinantes, en la experiencia reciente.
Amerita rescatar el análisis reciente del Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET), conforme al cual “de manera recurrente, el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) ha expresado que la reducción de precios que experimentan las telecomunicaciones en México se debe a la Reforma Constitucional de 2013. Sin duda ello constituye un factor de influencia en la ecuación completa para su explicación, pero deben tomarse en consideración los demás factores tecnológicos y de mercado”.
Si bien es cierto que años recientes los niveles de precios se han alejado de aquellos que nos ubicaban identificaban como uno de los países más caros del mundo, ello ha quedado atrás impulsado por la innovación tecnológica y su consecuente eficiencia en costos, la irrupción de nuevos esquemas tarifarios, el naciente impulso competitivo a partir del ingreso del operador AT&T, la aplicación regulatoria y también en alguna proporción por la reconfiguración del mercado hacia un entorno un poco más competitivo.
Respecto a esta última, el IDET destaca que el mercado aun presenta rigideces estructurales que previenen un escenario verdaderamente competitivo. Precisamente, la participación de mercado del operador preponderante da cuenta de ello, puesto que a pesar de contar desde hace más de 2 años con medidas que buscan reducir esta ponderación, en términos de líneas móviles ha disminuido escasamente 3.9 puntos porcentuales (pp.) con cifras a junio de 2016, desde su nivel inicial (marzo 2014) igual a 70.6%. En ingresos móviles, la reducción ha sido de tan sólo 3.
Por su parte, se identifica que durante el periodo de vigencia de la Reforma Constitucional en Telecomunicaciones (julio de 2013 a julio de 2016) la reducción anual promedio de cada mes en precios de 7.15%, es comparable a aquella previo a su entrada en vigor igual a -6.16%. Aunado a que las mayores caídas en precios registradas coinciden con eventos de corte estacional como las promociones de fin de año y con el lanzamiento de nuevas ofertas tarifarias.
Por lo que efectivamente, el efecto de la reducida ganancia en competencia y la escasa aplicación regulatoria en los precios a los usuarios finales, es poco significativo.
Sin duda, esa reducción de precios que ha detonado economías y beneficios cuantificables para los usuarios. Pero es necesario identificar sus causales para impulsar más su reducción, a la vez de la pendiente aplicación regulatoria en pleno, que en conjunto contribuirán adicionalmente a la baja de precios y, con ello, a la elevación del poder adquisitivo de los consumidores nacionales.
1 Instituto del Derecho de las Telecomunicaciones (IDET), Tendencia Descendente del Índice Nacional de Precios al Consumidor en Telecomunicaciones: Factores de Mercado, Tecnología y Regulación. Disponible en: http://bit.ly/2bdRpXT
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