Gonzalo Rojongonzalo.rojon@theciu.com
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Con la disminución de precios en los servicios móviles que trajo la Reforma de Telecomunicaciones, también vino un ajuste en la proporción de usuarios en los esquemas de prepago y pospago.
Por muchos años la estructura de esta segmentación había permanecido prácticamente constante, alrededor de la vecindad de 15 por ciento en el caso de pospago y 85 por ciento en prepago del total de líneas móviles.
Con la oferta comercial actual por parte de los operadores, un mayor número de usuarios pueden pagar un plan y por lo tanto el mercado de telecomunicaciones móviles comienza a experimentar un aumento en la proporción en el número de líneas en la modalidad de pospago frente a aquella de prepago perfilándose una nueva fase en donde la modalidad de pospago alcanza 17.9 por ciento con un total de 20.2 millones de usuarios. Con ello, el segmento de prepago disminuyó a 82.1 por ciento (92.8 millones de líneas) al tercer trimestre de 2017.
Sin embargo, en el mediano plazo este rebalanceo no se modificará sustancialmente de lo que observamos hoy, ya que existen factores estructurales adicionales que frenan su crecimiento, principalmente la limitada tenencia de tarjetas de crédito entre la población. De acuerdo con el Banco de México, las tarjetas de crédito alcanzan una penetración de 24.7 por ciento, equivalente a 26.4 millones de plásticos a mediados del 2016, sin embargo, habría que descontar los casos en los cuales hay personas que tienen dos o más tarjetas, por lo que su adopción resultaría menor entre la población.
Debe tomarse en cuenta que en la contratación de un plan en la modalidad de pospago es requisito casi indispensable contar con una tarjeta de crédito u otorgar un depósito en garantía, condiciones que limitan precisamente su accesibilidad entre todos los usuarios móviles. Los operadores han modificado algunos requisitos, como no subsidiar equipos, para darle la vuelta al problema pero aún así el problema persiste. La lógica presupuestal del usuario indicaría que, por ejemplo, aquellos que realizan montos de recarga mensual de 200 pesos o superior reaccionarían adquiriendo un plan en la modalidad de pospago, sin embargo, en la práctica esto no es así y enfrentan una barrera en la adopción al no contar precisamente con el método de pago o depósito requerido.
La proporción que registran países desarrollados como es el caso de Estados Unidos (76% pospago y 24% prepago) y Reino Unido (61% pospago y 39% prepago) no podrá ser alcanzada por México mientras no mejoren significativamente las condiciones crediticias y socioeconómicas de nuestro país.
A partir de todo ello, es razonable anticipar que si bien la configuración prepago-pospago del mercado de telecomunicaciones ha registrado un aumento de la segunda modalidad frente a la primera, este nuevo nivel se mantendrá prácticamente constante durante los años subsecuentes, en tanto no sean superadas esas condiciones estructurales.
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miércoles, 13 de diciembre de 2017
miércoles, 25 de enero de 2017
El acceso a los beneficios de nuevas tecnologías y aplicaciones móviles es posible únicamente a través de dispositivos inteligentes o Smartphones. En este sentido, una mayor adopción de estos equipos es benéfica tanto para los usuarios mexicanos como para los proveedores de servicios.
En términos de ingreso, aquellos servicios ofrecidos para dispositivos básicos (Feature Phones), como lo son los mensajes de texto y llamadas de voz, acotan los canales de generación de ingresos a estas dos vías. A partir de la introducción de la transmisión de datos móviles por internet (Banda Ancha Móvil) en Smartphones se habilita una nueva ruta de ingresos que abre la puerta al consumo de una amplia variedad de plataformas digitales: redes sociales, mensajería instantánea, pagos móviles, transmisión de contenidos audiovisuales, entre otros.
No obstante, existen diferencias en la adopción, consumo y gasto en servicios y dispositivos entre los usuarios. Explicado en primer lugar, por la segmentación de líneas móviles en las modalidades prepago y postpago.
Segmentación de Líneas Móviles
Al tercer trimestre de 2016 (3T16), el mercado de telefonía móvil en México contabilizó 110.4 millones de líneas, de las cuales 83.1% se encuentran bajo la modalidad de prepago y 16.9% bajo aquella de postpago. Si bien el total de líneas móviles registra un incremento anual de 5.2%, la modalidad postpago ha ido ganado terreno al registrar un crecimiento significativamente mayor a la de prepago de 11.3% frente a 4.1%, respectivamente en el último año.
Lo anterior responde a la introducción de planes tarifarios de postpago con una oferta más rica en servicios móviles con llamadas, SMS y redes sociales ilimitadas, así como mayores capacidades de descarga de datos a menores precios, circunstancia que detonó los incentivos a la contratación de estos paquetes.
No obstante, se identifican marcadas diferencias en el gasto mensual promedio por usuario. Mientras que en la modalidad de prepago este indicador asciende a $87 pesos, aquel de postpago es cuatro veces superior igual a $352 pesos. Por lo que el consumo y acceso a servicios móviles es menos intensivo en prepago, por ejemplo, en el uso de Banda Ancha Móvil (BAM) que incluso provee indicios de contrastes en la adopción de Smartphones por modalidad de pago.
Tenencia de Smartphones en Prepago y Postpago
En México, se identifica una incesante adopción de Smartphones basado en una reducción en precios de equipos consecuencia del avance tecnológico, la atomización del mercado por la creciente oferta y la progresiva asequibilidad de servicios móviles, particularmente de la BAM.
La introducción de equipos asequibles de gamas media y baja detonó el acceso a estos en segmentos de la población de menor poder adquisitivo. A su vez, impulsó el uso de dispositivos inteligentes en el segmento de prepago.
Sin embargo, persisten contrastes en la adopción de Smartphones por modalidad de pago. Mientras que en postpago 94.8% de las líneas están asociadas a un Smartphone, 72.7% de las líneas en el esquema de prepago son smartphones. Asimismo, se identifica una diferenciación en el gasto destinado por hacerse de este dispositivo entre estos esquemas de pago.
Gasto en Smartphones en Prepago y Postpago
Al cierre del tercer trimestre de 2016 (3T16), el gasto promedio de los mexicanos en Smartphones alcanzó $2,889 pesos. No obstante, al desagregar el gasto por modalidad de pago se identifican diferencias significativas en el gasto de los equipos para los usuarios.
En promedio, los usuarios móviles en postpago destinan $1,751 pesos por su equipo. En cambio, el gasto promedio en prepago asciende a $3,038 pesos. Es decir, los usuarios bajo el esquema de prepago gastan 42.4% más en sus equipos que aquellos de postpago.
La diferencia en precios que los clientes del servicio de prepago deben asumir responde a una dinámica de subsidio de la que se benefician los usuarios de postpago. Este subsidio responde a dos razones principales: el menor riesgo que asumen los operadores al financiar a una persona con un respaldo bancario, así como al compromiso que asumen al contratar un consumo continuo de servicios móviles por un plazo de 12, 18 o 24 meses.
A pesar de esta diferenciación en el consumo de servicios y equipos móviles, la creciente e incesante adopción de Smartphones ha producido un círculo virtuoso que aumenta el potencial de consumo y gasto en servicios y aplicaciones móviles en beneficio de los operadores en términos de ingresos, pero sobre todo de los usuarios que pueden aprovecharse de los beneficios de la conectividad móvil.
La asequibilidad de los dispositivos inteligentes ha detonado el desarrollo de nuevos proyectos de inversión en redes e infraestructura. Una mayor adopción de estos equipos vuelve relevante y necesario la licitación de bandas para servicios de 4G-LTE e incluso 5G en los próximos años.
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