Por Adonay SOMOZA H.
México. D. F. 28/12/2015.-REMEMBRANZAS DEL 12 DE DICIEMBRE. Un compañero periodista me envió la crónica que a continuación transcribo y aunque son relatos de nuestras tradiciones mexicana, me indicó que fue recopilada de una revista especializada en turismo nacional, por lo cual solicito la benevolencia de mis fraternos comunicadores si involuntariamente omito algún dato consagrado a la Señora del Tepeyac; subrayando que la semana anterior nos enviaron únicamente una invitación para asistir a un evento ofrecido en el Museo de la Ciudad de México, por tal motivo carezco de información reciente.
Nuestra patria, como estamos enterados cuenta con las diversas tradiciones religiosas, distinguiendo a nuestro población como incondicionales de la religión católica, quienes, provenientes de diversos puntos de la República Mexicana, acuden fervorosamente la Basílica de Guadalupe, elevando sus plegarias ante al altar de la Morenita, con objeto que sus penas sean mitigadas; por supuesto que las alcancías de la monumental mole de concreto erigido a la fe más arraigada en el mexicano, se encuentra a su máxima capacidad de recolección monetaria, suponiendo cada feligrés que con el dádiva ofrecida, esta se convertirá en la llave mágica para ingresar al Reino de los Cielos. ¡En fin! como anotó en su novela el dilecto dramaturgo yucateco, ya fallecido, Don Luis G. Basurto: “Cada quien su vida”.
Retomado las remembranzas del 12 de diciembre nos informan lo siguiente: De acuerdo con las tradiciones populares, el martes 12 de diciembre de 1531, la Virgen de Guadalupe se le apareció por cuarta ocasión al indígena Juan Diego. El hecho sucedió casi de madrugada cuando el nativo de Cuautitlán, Izcalli, salió en busca de auxilio para su tío enfermo. La Patrona de México coincidió, con el humilde indito, retornando a su jacal, junto al Pocito donde le dijo que su tío ya se encontraba sano. Así pues, le pidió que subiera a la cumbre del cerro del Tepeyac donde encontraría unas rosas (en época invernal en un lugar donde no florecían más que cactus); las cuales podría reunir y llevar ante el señor obispo como una prueba de sus milagrosos encuentros, quien requería la construcción de un templo en su honor en las cercanías del lugar; hacia el mediodía, Juan Diego fue recibido por el obispo Zumárraga, quien con asombro presenció cómo descendían varias rosas de Castilla del ayate de Juan Diego, al mismo tiempo que en manta se revelaba la imagen de la Virgen de Guadalupe.
A partir del milagro de la cuarta aparición de la Virgen, el 12 de diciembre de 1531, el hecho se celebra desde entonces con gran devoción. La primera noticia que tenemos de un festejo oficial es de 1667, cuando por autorización del Papa Clemente IX se instituyò el 12 de diciembre como Día de fiesta en honor de la Virgen de Guadalupe. Fue en el año de 1824, cuando el Congreso de la Nación declara el 12 de diciembre como Fiesta Nacional. En 1988, la celebración litúrgica de la Virgen fue elevada al rango de Fiesta también en todas la diócesis de los Estados Unidos de América. Actualmente se han multiplicado las expresiones de amor guadalupano, los peregrinos que celebran a la Virgen en La Villa suman aproximadamente los dos millones.
La tradición indica que las celebraciones comienzan desde el 11 de diciembre a las 18:45 hrs, con la serenata popular a la Virgen de Guadalupe, seguida de distintos homenajes hasta las 24:00 hrs; las tradicionales Mañanitas se escuchan toda la madrugada hasta las 20:00 hrs. del 12 de diciembre, continuando con una serie de misas entre las cuales, la más importante es dedicada a la Celebración y Bendición de las Rosas, al punto del medio día.
FESTIVAL DE ESCRITORES Y LITERATURA EN SAN MIGUEL ALLENDE.
La literatura se escribirá con letras de oro del 10 al 14 de febrero del 2016. Con la celebración del Festival de Escritores y Literatura en San Miguel Allende, Guanajuato, a título personal considero que son insuficientes los días dedicados a este único, en su género, dedicado a las letras, en virtud que por la tenacidad de la directora del Festival de Escritores y Literatura en San Miguel de Allende, Carmen Rioja, directora del Festival Escritores y Literatura de San Miguel de Allende, logró reunir a Joyce Carol Oates (toda una leyenda de las letras estadounidenses), triunfadora del Pulitzer, del National Book Award y el O.Henry, con más de 60 libros publicados, siendo en esta ocasión su primera visita a México, dentro del marco del 11° Festival Internacional de Escritores y Literatura en San Miguel de Allende. Según datos de Carmen Rioja, a través de un boletín informativo, Joyce Carol Oates, nacida en 1938 en Lockport, es considerada heredera directa de William Faulkner y su narrativa, conteniendo grandes dosis de violencia, contó desde los inicios con la aprobación de la crítica y de los lectores. En 1967 dio a conocer la primera entrega de lo que sería una trilogía: “Un jardín de delicias terrestres”, “Gente adinerada” (Premio Nacional de Narrativa 1968) y “Ellos”, en 1969. Experta en personajes femeninos, ha denunciado las anquilosadas estructuras del patriarcado y la degradación moral de la sociedad estadounidense contemporánea.
Tras un largo período de silencio literario, a finales de la década de los setenta Joyce Carol Oates, reapareció, en las listas de libros más vendidos, con su novela “Bellefleur” (1980). Posteriormente publicó “El tiempo pasará” (1988), “Porque es amargo, porque es mi corazón” (1990), “Agua negra” (1992), “Confesiones de una chica de la banda” (1993), “Zombi” (1995), “¿Me querrás siempre?” (1996) y “Blonde”, una novela sobre Marilyn Monroe, entre otras. En San Miguel de Allende, ofrecerá un taller sobre la inspiración, el sábado 13 de febrero, entre las 18 y 19:30 horas. Emily Dickinson, Herman Melville, Henry James, apoyarán a Oates a explorar las fuentes de la creatividad literarias y a construir una teoría sobre la inspiración personal.
FELIZ NAVIDAD.
Reciba, a través de estas líneas, saludos y abrazos fraternos extensivo para la familia en general; deseando como lo acostumbramos en México, se hayan divertido con las tradicionales pastorelas y contemplando los diversos nacimientos de Jesús, tanto trágicos o de actualidad política o social; asimismo que con hijos y nietos hayamos celebrado la alegría de las posadas, acompañando a los “chipilingos” del hogar durante la peregrinación de María y José coreando letanías, sin omitir rezar el rosario; para finalmente romper las piñatas rellenas de colaciones y frutas, por supuesto de acuerdo al presupuesto asignado (como lo manifiesta la benevolencia de nuestras autoridades), acompañando el peregrinaje con el sabor del mexicanísimo ponche, los antojadizos buñuelos, los típicos (tamalis) tamales, y el exquisito “champurrado”; y si aún conservamos un excedente monetario, repartir bolos o aguinaldos. Total, como nos comunica un conocido comercial, “Soñar no cuesta nada” ¿Cierto?
managua601@yahoo.com.mx
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