- Participó como oradora oficial en la reinauguración del histórico recinto Parlamentario de Palacio Nacional, acompañando al Presidente Andrés Manuel López Obrador
En la reinauguración del Recinto Parlamentario del Palacio Nacional, la presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República, Olga Sánchez Cordero, afirmó que México tiene una cuarta oportunidad para consolidar su independencia y su papel en el concierto de las naciones.
Se trata, agregó, de avanzar en la progresividad de los derechos, de defender la democracia, pero también y, quizá de manera más importante, de eliminar la enorme brecha de la desigualdad que priva en nuestro país desde siempre, y que en las últimas cuatro décadas se profundizó con dimensiones históricas, como consecuencia de las políticas neoliberales.
Es fundamental, dijo, olvidar mezquindades partidistas, porque las metas y los objetivos no han sido alcanzados por las generaciones anteriores, por la división, por priorizar el interés personal sobre el bienestar nacional, las contradicciones y la corrupción.
Sánchez Cordero señaló que estos factores “han impedido concretar esos anhelos transgeneracionales de democracia, libertad, justicia e igualdad”.
La senadora aseveró que el presidente Andrés Manuel López Obrador impulsó reformas para que no se destruyan los avances de la Cuarta Transformación de la vida pública del país.
Por ello, recordó una advertencia de Francisco Zarco: “bien lo sabemos, si un día resucita la reacción e intentara destruir cuanto hayamos hecho, pero para ese caso, que es muy remoto, porque el país ha progresado en su adhesión a la libertad, porque los elementos de la reacción son cada día más débiles, para ese caso, que podamos alejar, si nos mantenemos firmemente unidos, dejemos realizadas las reformas, dejemos los hechos consumados, que no puedan destruir esta revolución”.
Dicha advertencia, manifestó, “en estos tiempos decisivos para el país, se actualiza nuevamente”.
La presidenta de la Mesa Directiva fue la única oradora en la ceremonia para reinaugurar el Recinto Parlamentario de Palacio Nacional, evento al que asistió el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, y su esposa, Beatriz Gutiérrez Mueller.
También estuvieron el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Carlos Gutiérrez Luna; los secretarios de Gobernación, Adán Augusto López Hernández; y de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard Casaubón; así como la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México; Claudia Sheinbaum.
La senadora destacó que ese recinto está construido con una historia entretejida por aquellas personas a quienes les tocó consolidar la Independencia, y el proceso histórico-político que entrelaza las primeras dos grandes transformaciones del país.
“Fue precisamente un 22 de agosto, de 1872, cuando la República dejó de hacer resonar al interior de estos muros las ideas que definieron al Estado Mexicano. Esto, debido a que un fuego, quizá premonitorio de la etapa dictatorial que se avecindaba, destruyó el Salón original sede del Congreso desde 1829, hasta 1872”.
Esta restauración y reapertura, agregó, forma parte de un gran proyecto que ha impulsado el Presidente de la República en todo el Palacio Nacional, y que terminará siendo una acción de gobierno histórica, en beneficio de la preservación del patrimonio del pueblo de México.
En este recinto, añadió, se gestaron los dolores de parto del país, entre los movimientos pendulares de dos generaciones que se enfrentaron al interior de estos muros, y en los campos de batalla, para definir el rumbo que debía seguir el México Independiente y soberano.
Olga Sánchez Cordero reiteró que la salud de la democracia depende en gran medida de la intensa, benéfica y respetuosa relación entre los poderes públicos, por lo que se le debe apostar a la colaboración entre poderes y las instituciones del Estado mexicano.
“Es necesario aprender de esas generaciones del Siglo XIX, en las que las disputas y divisiones propiciaron las grandes catástrofes del país”, destacó.
Indicó que la coyuntura, así como en el Siglo XIX, exige actuar y vuelve a recordar que no hay libertad sin democracia, ni democracia sin libertad.