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jueves, 7 de octubre de 2021
jueves, 26 de agosto de 2021
Primera parte
Por Héctor Medina Varalta
Si yo fuera a personificar nuestra terminología psiquiátrica,
representaría a la ansiedad como a una prostituta, porque
ella se presta a todos los hombres, a todas las funciones,
a todas las enfermedades, a todos los modos
y a todas las necesidades.
M de Eckarddt
La depresión, este trastorno tan común no es una enfermedad de nuestro tiempo, sino que se han descrito casos desde la Antigüedad. Hipócrates en el siglo V a. C., habla de ella: >>Cuando la aflicción o la tristeza persisten mucho tiempo, indican un estado melancólico. La palabra melancolía procede del griego μελαγχολία melankholíā: >>melas>>, que significa negro, y χολή (kholé), que significa >>bilis>>. Según los antiguos, la presencia de la bilis negra secretada por el bazo era la responsable de la melancolía o de las >>pasiones tristes>>
La depresión se disfraza muchas veces de otras enfermedades
Por otra parte, el doctor Ernesto Lammoglia, autor de “Las máscaras de la depresión”, escribe: >>la depresión no sólo es un estado de ánimo pasajero sino una enfermedad seria que debe ser tratada por un médico psiquiatra con amplia experiencia. Sin embargo, así como ésta se disfraza muchas veces de otras enfermedades, también muchas enfermedades pueden ser fácilmente confundidas con depresión. Sólo el médico muy bien enterado puede diferenciar lo que parece ser un problema psiquiátrico de lo que sólo es síntoma de otro tipo de enfermedad.. No obstante, así como la depresión se disfraza muchas veces de otras enfermedades, también muchas enfermedades pueden ser fácilmente confundidas con depresión<<
Algunos pacientes no saben que padecen depresión
El médico de primer nivel, el que atiende las consultas externas por primera vez, es el que tiene acceso sólo a la información que le da el paciente. Pero sucede que en el lenguaje coloquial, el término depresión se usa, como ya lo mencionamos, para indicar un estado de ánimo Es común que un enfermo con depresión diga que está enfermo de los nervios o que crea que lo que tiene es nerviosismo. La mayoría de los médicos que atienden por primera vez a un paciente deprimido creen que están ante un cuadro de ansiedad o angustia. Para los médicos psiquiatras las dos palabras significan exactamente lo mismo
Suicidio infantil
La puerta falsa, la salida fácil son denominaciones coloquiales con las cuales se ha etiquetado a un fenómeno complejo, que además ha tenido que integrarse a la vida cotidiana, es decir, ha sido necesario “normalizar” el acto y el término. Y es que detrás de estas formas de nombrarlo subyacen prejuicios y mitos sobre las causas, motivaciones y posibles explicaciones. Las cuales han pasado al dominio del sentido común, terminan deformándose y se convierten en mitificaciones y representaciones sociales sobre el acto suicida. Pero, ¿qué pasa con el suicidio en la infancia., ¿de qué manera es posible hablar de suicido infantil?, ¿qué implicaciones, motivaciones y causas tiene este acto en la vida del niño. Aún no existen modelos o propuestas emergentes, claras y concretas, que expliquen el comportamiento suicida en la infancia, sino que muchos de los fenómenos de la vida infantil, se explican a partir de modelos en la vida adulta.
No hay que trivializar las amenazas de suicidio infantil
Algunos de los imaginarios existentes y aún vigentes sobre el acto suicida enuncian que: “el que se quiere matar no lo dice”, “el que dice no lo hace”, “los que intentan suicidarse no desean morirse, sólo lo hacen para alardear.” Estas explicaciones las usan coloquialmente aquellos que trivializan los comentarios de personas con ideas suicidas. Con frecuencia son explicaciones que padres de familia dan sobre claros síntomas de intentos suicidas en sus hijos, los cuales en su lugar son vistos como rabietas, berrinches, arrebatos e intentos de sobrepasar límites en la dinámica familiar, su argumento: “está jugando, no sabe de lo que está hablando, es sólo un niño”.
Los adolescentes y los niños, sufren depresiones agudas como los adultos
“Hasta hace 10 años creíamos que la depresión aguda era una enfermedad exclusiva de adultos”,-escribe en este artículo el psiquiatra Frederic Godwin, que fue durante años director científico de los institutos nacionales de salud mental con sede en Bethseda Maryland, “los adolescentes no habían desarrollado una depresión real, ellos sólo tenían problemas de adaptación de la adolescencia, así que la mayoría de los psiquiatras no habían pensado en buscar esto en los niños. Sin embargo, ahora sabemos que esta idea es obsoleta. Los adolescentes, y hasta los niños, sufren depresiones agudas como los adultos”.
Los 30 años, el momento más propicio para que se manifieste de la depresión
Reforzando lo dicho por Gerson, los estudios revelan que muchos adultos con desordenes afectivos mostraron los primeros signos de la enfermedad cuando eran adolescentes y que mientras más temprano comenzaba, más severa era. Así que si observamos más depresión en los niños podremos estar en un verdadero problema cuando estos lleguen a los 30 años, el momento más propicio para que se manifieste la tendencia clásica de la depresión.
No todos están de acuerdo con la predicción tan sombría de Gerson. Algunos consideran que el incremento dramático se debe a que hoy se da mayor divulgación de la información, y a diagnósticos más acertados, pero no están de acuerdo con la tendencia.
Segunda parte
Por Héctor Medina Varalta
Si lo que yo siento se pudiera distribuir en la especie
humana, no habría un rostro feliz en la faz de la Tierra.
Abraham Lincoln
El diez por ciento de la población o en las sociedades industrializadas se ve afectada por depresiones o manías lo suficientemente importantes como para deba cometerse a medicación con fármacos. Desde luego, no hay que confundir la tristeza o la euforia que todos sentimos alguna vez por motivos concretos y justificados, con la enfermedad de la depresión o la manía, las cuales se caracterizan porque la euforia y la tristeza desaparecen sin causa alguna (o con una causa menor), porque tienen una causa menor), porque tienen una duración excesivamente larga y porque son de una intensidad desproporcionada.
Los síntomas
La depresión es una sensación de tristeza intensa que aparece sin causa alguna o por una causa que no justifica su intensidad, que se prolonga por varios meses y que no se alivia con la ayuda emocional habitual de la familia o los amigos. Por otra parte, la manía es una sensación de euforia intensa que aparece sin causa o por alguna causa que no justifica la intensidad de la alegría y que se acompaña de una actividad física desproporcionada, frenéticamente entusiasta o incluso agresiva. Los trastornos unipolares son los que sufren las personas que tienen depresión o manía de una forma repetida y recurrente. Los trastornos bipolares son las personas que sufren fases de depresión alternando con fases de manía.
Pierrot, un periodista depresivo
La Bohemia de la Muerte, escrita por Julio Sesto, allá en la década de los años 30 del siglo pasado; es una biografía y anecdotario pintoresco de cien mexicanos célebres en el arte, muertos en la pobreza, el abandono y la depresión, es un estudio critico de sus obras. Sesto menciona en primer lugar a Pedro Escalante Palma, mejor conocido por el mote de Pierrot: “En la calle del Águila había un poste. Y en este poste había una cruz. Y bajo la cruz un letrero que decía: “AQUÍ MURIÓ PIERROT”. La leyenda literalmente traducida, quería decir esto: ¡Qué barbaridad!... ¡Aquí murió Pierrot… y no hubo quien lo viera, quien lo auxiliara!...
Así murió Pierrot
“Pierrot salió tambaleándose de la imprenta de don Eusebio Sánchez, (que se encontraba donde se encuentra hoy el Teatro Lírico); Pierrot salió tambaleándose: atravesó la calle haciendo eses y, al poner el pie en la acera, no pudiéndose sostener, se abrazó del poste… ¡y allí se quedó!... Las convulsiones de la congestión alcohólica hicieron que Pierrot se agarrara con pies y manos del poste amigo, entre mortales crispaduras y funambulescos estertores de agonía, quedando el trágico despojo, al enfriarse, hecho un ovillo al pie del palo simbólico, que parecía la cruz múltiple de Pierrot, con aquellas crucetas llenas de alambres. Así murió Pierrot (…) Los periodistas ya no encontraron a Pierrot abrazado del poste: ya lo hallaron en la plancha del Hospital Juárez, gracias al aviso que dio uno de los médicos que iban a practicar la autopsia. Pierrot estaba tranquilo en la plancha. Sonreía indiferente, como diciendo: “¡Que me abran la cabeza! ¡Que me abran… para que vean lo que había dentro… la fulguración sardónica que llevaban mis artículos!... ¡Y que me abran el pecho y examinen los vasos, que me abran todo, para que vean la cantidad de alcohol que he ingerido, que estará patente en la sustancia lechosa de mis arterias!... ¡Qué me abran!... ¡Curiosos!...¡De cualquier manera no han de sorprender mi secreto de escribir.
Testimonio de Rod Steiger
El poste desapareció ya de la calle del Águila, como desapareció el nombre de la calle, que actualmente lleva el de la República de Cuba. La cruz habría sido quemada con el poste podrido, y el nombre de Pierrot allí pintado también ardería, perdiéndose todo en el éter, y purificándose el espíritu de Pierrot en el fuego.” Este actor fue un ícono hollywoodense de los años 50, cuyos personajes oscuros, contenidos y de gran complejidad emocional constituyen un clásico aun hoy en día. Era un hombre bajo, grueso y de mirada penetrante que reflejaba una profunda turbulencia interior por la cual se sumió en una grave depresión de una década. Se casó en cinco oportunidades y se divorció cuatro veces. “Desgraciadamente, trabajé más duro en mi vida en mi vida profesional que en mi vida personal. Estaba tan involucrado en el desafío de la creación, que presté poca atención a las personas que estaban a mi alrededor”-confesó alguna vez.
La depresión debe ser tratada con fármacos
Quizá por ello es que, en la década de los 70 comenzaron los tropiezos. El primero de ellos fue una intervención cardiaca, seguida por una depresión por la cual estuvo cerca de quitarse la vida. “Me parecía estar dentro de un gigantesco recipiente de una sustancia gelatinosa y repulsiva”,-explicó una vez. “Cuando estás deprimido, no existe el calendario. No hay fechas, ni día ni noche, ni segundos ni minutos: no hay nada. Solo existes en medio de esta atmósfera fría y pesada, como si te hubiesen metido en un frasco de mercurio. No se trata de que tu mente esté en blanco; al contrario, cuando estás deprimido, tu mente te golpea a muerte con pensamientos incesantes que nunca se detienen”. Rod, descuidó su apariencia y sus rutinas cotidianas: “No me bañaba, no me rasuraba, no me cepillaba los dientes: no me importaba. Sólo me quedaba algo de apetito, aunque no mucho. Sentí lástima por mí mismo. Pero después sentía que ni siquiera merecía compasión, y me rendí aún más en un profundo pozo negro.
Valentía o egoísmo
Afortunadamente, para el actor contaba con abundantes recursos económicos por sus éxitos cinematográficos. “Tuve suerte y suficiente dinero en el banco para buscar un buen especialista. ¿Cómo pueden las personas como yo levantarse para ir al trabajo en una oficina o en un garaje de nueve a seis sólo porque deben pagar las cuentas? Ante aquellas personas me pongo de pie.” Sin embargo, cuando aparecieron pensamientos suicidas, Steiger tomó precauciones. Tenía en casa un rifle calibre 22 que entregó a un amigo, pues conocía demasiadas historias de suicidio y depresión. No sirvió de mucho, pues los pensamientos autodestructivos se intensificaron e imaginó cómo podía quitarse la vida. “Se me ocurrió utilizar un bote para morir en forma limpia y no dejar sangre esparcida. Era verdaderamente irónico: no quería dejar a mi gato manchado de sangre”. Llevaría un arma en la embarcación, la pondría en su boca y se volaría los sesos en medio del agua para no dejar rastros. Solo lo detuvo la sonrisa de sus hijos. Y en algún rincón de su mente, recordó también un comentario acerca del egoísmo que implicaba el acto de suicidarse.
No se pierda el desenlace de esta historia en el siguiente número.
miércoles, 25 de agosto de 2021
Tercera parte
Por Héctor Medina Varalta
El suicidio se define como >>el acto de matarse de un modo consciente y considerando a la muerte como un medio o como un fin>> (Deshaies). Según Emile Durkheim, suicidio es >>todo caso de muerte que resulte directa o indirectamente de un acto ejecutado por la propia víctima a sabiendas de que tal era el resultado que se produciría>>. La definición de la OMS (Organización Mundial de la Salud) propuso el término acto suicida para referirse a >> todo hecho por el que un individuo se causa a sí mismo una lesión, cualquiera que sea el grado de intención letal y del conocimiento del verdadero móvil>>
La recuperación de Rod Steiger
Finalmente, Steiger pidió ayuda y se le diagnosticó una depresión clínica causada por un desequilibrio químico. Se le administraron medicamentos, recibió psicoterapia y lentamente comenzó a curarse. “Si antes todo había sido oscuridad, de pronto me di cuenta de que comenzaba a amanecer y que comenzaba a mirar a mi alrededor. Sentía que aflojaba la presión que me había sofocado”...
Una vez curado, se restableció su carrera en cine y televisión. Sin embargo, cambió el ritmo y vivió más preocupado por su salud mental que por su cuenta bancaria. “Debes estar siempre alerta luego de una depresión; debes tomar medicinas; debes comenzar a moverte apenas sientas que, precisamente, deseas quedar inmóvil. Debes buscar una distracción, debes salir de casa. Debes aprender todo ello: a nadar aun si no quieres hacerlo, a caminar incluso si quieres quedarte sentado. ‘¡NO DEJES DE MOVERTE!’, dice la placa de mi automóvil. Y la de mi segundo vehículo dice: ‘¡SE VALIENTE!: No te quedes en cama y sal de ahí!’ ahora que estoy curado, corro a nadar, en cuanto siento que mis piernas se entumecen practico media hora o veinte minutos de ejercicios, aumentan las endorfinas y me siento mejor”,-aseguraba.
Gratitud
En agradecimiento a su terapeuta, se convirtió además en un activo promotor de la salud mental. Ofreció conferencias acerca de su padecimiento y se enarboló una campaña ante el Congreso Norteamericano. “Nos han enseñado que la depresión, los trastornos mentales y los pensamientos suicidas son sinónimos de locura. Hasta hace no mucho tiempo atrás, te confinaban a un manicomio si tenías actitudes como aquéllas. Y aun hoy existen prejuicios en todo el mundo, que solo pueden ser derribados si hablamos abiertamente de nuestros padecimientos”. Por tales discursos recibió un galardón en su reconocimiento a su labor ante la opinión pública. Y participó en un prestigioso programa radial a través de todo el país, relatando detalladamente su compromiso.
Su salud, sin embargo, le jugó otra vez una mala pasada, y murió el 9 de julio de 2002 a los 77 años de edad a causa de una disfunción renal.
Depresión y ansiedad en tiempos del covid-19
Debido a la contingencia sanitaria, los casos de depresión y ansiedad han subido drásticamente. De acuerdo a datos proporcionados por la SSA: >> Del 19 abril al 01 septiembre pasado, en Jalisco se han recibido un total de 12,663 llamadas a las líneas de intervención en crisis del Instituto Jalisciense de Salud Mental (SALME), lo que significa un 400 por ciento de incremento respecto a las llamadas que se recibían antes de la pandemia de COVID-19. Este servicio telefónico, que se otorga a través del número gratuito 075 fue fortalecido por el Gobierno del Estado al poner en marcha la estrategia “Quererte en Casa”, con lo cual se multiplicaron las atenciones telefónicas otorgadas, con buenos resultados, ya que del total de llamadas, la gran mayoría (11,824) fueron contestadas por el personal capacitado y 839 fueron terminadas -en 23 casos porque el usuario colgó antes de 30 segundos- y en el resto por fallas técnicas que ya fueron corregidas.
Suicidio y sociedad
Jessica Wolf, en su obra Superando el duelo después de un suicidio: la experiencia de los que se quedan, escribió: >>En las sociedades primitivas, el suicidio se consideraba aceptado cuando se trataba de un acto heroico en el transcurso de una guerra, por ejemplo. Los apóstoles no denunciaban el suicidio y en el Nuevo Testamento únicamente se menciona de forma indirecta. A principios de la era cristiana, los religiosos no lo condenaban porque eran víctimas de persecución. No fue sino hasta el siglo IV que el suicidio se instaló como pecado con el fin de prevenir el alto número de eventos de este tipo, entonces, no sólo se le catalogó como un pecado, sino también como un crimen. San Agustín se refirió a él como una violación del sexto mandamiento “No matarás”, por lo que se le condenaba con fuerza>>
A los suicidas no se les permitían ser enterrados en los panteones
En los siglos siguientes se imponían terribles castigos a los suicidas y a sus familias. Para el siglo XIII, el suicidio se consideraba algo imperdonable. Como castigo, no se permitía que los cuerpos fueran enterrados en tierras sagradas. Las familias sufrían la confiscación de su dinero y la pérdida de sus casas. Durante los siglos que Occidente vivió dominado por el cristianismo el suicidio fue considerado como un crimen horrible. El cuerpo sufría diferentes humillaciones y no se permitía realizar los ritos ordinarios después de la muerte en la cultura hebrea también existe esta creencia de que Dios es el creador del Universo y, por tanto, el cuerpo del hombre le pertenece. Por ende, en ella también se condena el suicidio.
En ocasiones, las muertes accidentales, son en realidad suicidios
Las ideas delirantes son ideas que no se sustentan con la realidad, y que son absurdas para quienes la escuchan e irreductibles a toda forma de argumentación lógica. Hay que diferenciarlas de la fantasía y de los juegos mágicos de los niños, que son muy naturales. Un ejemplo de idea delirante puede ser cuando el niño dice: “Me voy a morir porque siento que no sirvo para nada y cada vez lo siento más y más y me la paso pensando en esto, ¿para qué vivo y para qué estoy aquí? Yo ya me quiero morir porque así todo el mundo va a estar bien:” Y no importa lo que se le diga o lo que se le quiera, o lo que se le trate de animar, él insistirá en que se tiene que morir (…) Los niños con predisposición a sufrir depresión presentan algunas veces episodios definidos detonados por alguna pérdida; sin embargo, otras veces ocurren sin causa aparente. Muchos chicos deprimidos muestran síntomas como dormir mucho más, perder el apetito, llorar demasiado o estar irritantes; otros niños, en contraste se vuelven de pronto muy agresivos y cometen actos autodestructivos como tratar de estrangularse a sí mismos. El Dr. Richard Hanhardt, director de servicios para niños y adolescentes del Hospital St. Mary’s Hill de Milwaukee, opina que el problema es tan delicado que muchas de las llamadas muertes accidentales de niños, ocurridas por tragar píldoras o ser atropellados, se deben, en realidad, a que están deprimidos y cometen suicidio.
Bibliografía: Las máscaras de la depresión, Ernesto Lammoglia; Gritos silenciosos: el suicidio infantil; Jesús Acevedo Alemán; Supera ndo el duelo después de un suicidio, Jess8ica Wolf.
sábado, 24 de julio de 2021
Por Héctor Medina Varalta
La misoginia produce estrés
Citando una vez más a Susan Forward: “La historia familiar, las predisposiciones genéticas y potras diversas características personales y corporales determinan la forma en que se manifestarán en una mujer los síntomas físicos del estrés. El estrés puede manifestarse en el tracto digestivo: úlceras, colitis, indigestión crónica y diversos tipos de trastornos intestinales. También puede aparecer en el sistema cardiovascular: dolencias tales como migrañas y dolores de cabeza, o trastornos incluso letales cuando encuentran expresión en la hipertensión arterial y las enfermedades coronarias.
Depresión y estrés
“La expresión emocional más difundida es la depresión, que puede presentar formas diversas: sentimientos de tristeza, negatividad, soledad o incertidumbre forman parte de la condición humana, pero en una depresión grave, tales sentimientos lo invaden todo y se vuelven crónicos. Es probable que algunas mujeres deprimidas sólo se den cuenta de que se sienten constantemente cansadas y aburridas. Quizá se quejen de falta de energía y entusiasmo: la depresión se les manifiesta ante todo como una incapacidad de sentir placer o alegría. Otras se refugian en un letargo, duermen muchas horas durante el día y todos sus sentimientos y reacciones parecen amortiguados. También las hay quienes experimentan aguda y directamente el dolor.
Síntomas de que hay algo mal
“Es probable que se pasen mucho tiempo llorando, y que estallen en lágrimas al menor estímulo. Pueden, además, a medida que la depresión se hace más profunda, tener deseos y fantasías de suicidio, que en algunos casos pueden llevar a la práctica. Pocas son las personas que admiten estar deprimidas, ya que creen equivocadamente que la depresión es signo de debilidad o deficiencia. Aunque sólo sean unos pocos los síntomas siguientes pueden ser indicios de depresión: fatiga constante, aburrimiento, incapacidad para disfrutar de cosas antes placenteras, sentimiento general de tristeza, problemas con el sueño, ya sea por exceso o por insomnio, cavilaciones sobre el pasado, y sobre cómo han salido las cosas, pesimismo sobre el futuro, pérdida de interés sexual, reacción excesiva ante hechos triviales, problemas de concentración y memoria, desinterés por la comida; marcada pérdida de peso, excesos en la mesa; marcado aumento de peso, irritabilidad extrema, descuido de la apariencia personal, frecuentes ideas de muerte.
Cómo se fabrica un misógino
Existen varios factores que hacen que un hombre se convierta en misógino. En artículos anteriores había escrito que el misógino es un hombre atrapado en el conflicto entre su necesidad del amor de una mujer y del profundo temor que ella le inspira. Cualquier hombre puede fabricarse en misógino: cuando su padre es misógino, cuando la madre es sofocante, cuando la madre es prepotente, cuando la madre lo rechaza, es castradora, histérica, dominante, controladora; cuando hay en el hogar una cultura de agresión hacia las mujeres, entre otros detonantes. Para que el misógino quiera recuperarse, tiene que asistir voluntariamente a terapia con un psiquiatra, psicólogo o psicoterapeuta; en su defecto, hay que saber abandonar la relación. A las lectoras que identifiquen a sus parejas como misóginos, les recomiendo muy ampliamente que lean “Cuando el amor es odio” de Susan Forward, pues lamentablemente la resistencia a la terapia del misógino la mayoría responden que la del problema es la mujer no ellos.
Ritual sanador
En el texto antes mencionado hay un capítulo titulado “Cómo se cura el pasado”, contiene varios ejercicios muy sencillos para poder liberarse de una relación malsana. Forward para reforzar los cambios, le sugirió a una de sus pacientes las frases siguientes, no sin antes entregarle un ramo de flores: “Vengo aquí a enterrar todas las cosas mezquinas y dolorosas que mi padre me dijo cuando era pequeña. Vengo aquí a enterrar mi avidez de ser aprobada y elogiada por él. En esta tumba entiendo también mi fantasía de que mi padre será, algún día, el padre que siempre he querido. Que en paz descanse.”
sábado, 13 de marzo de 2021
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martes, 12 de enero de 2021
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martes, 5 de enero de 2021
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miércoles, 30 de diciembre de 2020
- Irritabilidad
- Alteraciones en el sueño (dormir mucho o no dormir nada)
- Alteraciones en la alimentación (comer poco o comer demasiado)
- Falta de interés por llevar a cabo actividades que antes se disfrutaban
jueves, 12 de noviembre de 2020
Depresión y creatividad
Por Héctor Medina Varalta
Veulliot escribió: “Ciertas cosas no se ven como deben ser vistas, porque las miran ojos que no han llorado.” Tal vez esta sea una de las paradojas de la depresión: el mismo sufrimiento sensibiliza a quien lo padece en grados extremos, llevándolo de la mano a la creatividad. Está muy cercana la Navidad. Además, la pandemia del Covid-19, el encierro que una gran mayoría ha padecido, es muy frecuente que la gente se deprima. Sin embargo, con un poco de voluntad y otro tanto de acción, esa depresión puede ser canalizada a la creatividad. No es necesario padecer depresión bipolar o depresión estacional para ser creativo, sin embargo, quienes padecen el trastorno bipolar por alguna razón u otra son más propensos a ser creativos.
Personajes depresivos creativos
Abraham Lincoln padeció desde la niñez depresiones nerviosas. No obstante era demasiado creativo; creatividad que lo llevaría a la presidencia de su país. Sus biógrafos escribieron que, ya siendo presidente, en una de sus frecuentes crisis dijo a su secretario: Si lo que yo siento fuera distribuido en la especie humana no habría ningún rostro feliz en la faz de la Tierra. Por otra parte, una figura sobresaliente del Romanticismo francés, el compositor Héctor Berlioz fue calificado en su época como un “monstruo” y “supremo arquitecto del gigantismo musical” luego del estreno de su hiperbólico Réquiem. Pese a la fuerza de sus creaciones, sufrió frecuentes episodios de depresión, que calificaba como “el más terrible de todos los males de la existencia”. Héctor Berlioz sufrió durante la mayor parte de su existencia de profundas depresiones. Con lujo de detalles, se refería a estas como efectos de una melancolía activa, dolorosa y tumultuosa, y otra caracterizada por el hastío, la soledad, el letargo y la falta de sentimientos. “Nuevamente fui presa de esa espantosa aflicción-psicológica, nerviosa, imaginaria-“, escribió en una ocasión: “El ataque cayó sobre mí con extraordinaria fuerza. Padecí horrores y me quedé gimiendo en el suelo, estirando los brazos con desamparo y tratando convulsivamente de arrancar manojos de pasto e inocentes margaritas de ojos bien abiertos, luchando contra la sensación aplastante de ausencia, contra una soledad mortal.
Van Goh: ¿esquizofrénico o bipolar?
El Dr. Juan Lozano Zárate, Neurólogo Certificado por el Consejo Mexicano de Neurología, Fundador de la Clínica de Miastenia Gravis, de la Asociación Jalisciense de Miastenia y Secretario de la Academia Mexicana de Neurología y un apasionado investigador de este interesante tema, expone que, no todas las personas que tienen problemas de personalidad son genios, ni todos los genios están locos, pero si hay una incidencia, desde el punto de vista psiquiátrico. “Tomemos un ejemplo-señala el Dr. Lozano-, hace tiempo tuve una discusión con algunos colegas respecto a las diferentes enfermedades que padecía Vincent Van Goh, él pintor padecía de vértigos, epilepsia con crisis convulsivas y además padecía el Trastorno Afectivo Bipolar; los datos por los que insisto en que él padecía esta enfermedad es que tenía antecedentes familiares, sus hermanos Theo y Wilfermina estuvieron internados en sanatorios psiquiátricos y el hermano menor se suicidó”. Por otra parte, otros especialistas de la salud mental aseguran que Vincent Van Goh padecía esquizofrenia.
Los artistas depresivos, se mantuvieron con vida luchando con la enfermedad gracias al arte
Una de las interrogantes más famosas en la historia de la medicina y el arte es la que se refiere en la relación entre el Genio y la Locura, es tan antigua, que ya Aristóteles ya la planteaba en El hombre genial y la melancolía, y la búsqueda de la respuesta ha continuado hasta nuestros días, un ejemplo de ello es la investigación “Creatividad y Psicopatología”, un estudio de 291 hombres famosos mundialmente publicado en el British Journal of Psychiatry (1994), en el cual se analizan las biografías y otros datos de la historia de grandes hombres, bajo la óptica de la psiquiatría y el psicoanálisis. Estas exploraciones nos indican que la actividad creadora guarda estrecha relación con la exaltación del ánimo, hermanada con la depresión, pero también pariente cercana de la locura, especialmente en que la obra de arte tiende a ser desbordada por la enfermedad. Sabemos por el estudio de la vida de grandes creadores, que muchos de ellos han sido aquejados de problemas mentales, pero que gracias a su genialidad pudieron mantenerse con vida luchando con la enfermedad por medio del arte, hasta el día que esa llama se extinguió, sobreviviendo entonces y el vacío que acabaron con sus vidas.
El café de la noche
El mundo psicoanalítico de Van Goh era tan rico en matices como el colorido de sus cuadros. Lo desmesurado de su conducta rebasa los diques de la clasificación nosológica (rama de la medicina cuyo objetivo es describir, explicar, diferenciar y clasificar la amplia variedad de enfermedades y procesos patológicos existentes, entendiendo estos como entidades clínico-semiológicas, generalmente independientes e identificables según criterios idóneos) y únicamente a través de sus biógrafos y de su obra podemos vislumbrar sus estados de manía y depresión mezclados en una extraña compulsión emocional y psicológica. En uno de sus cuadros más difundidos, El café de la noche, se observa la ausencia de figuras humanas en las primeras mesas, que destacan por su intenso colorido; sólo al fondo se encuentran siluetas de parroquianos, tímidas figuras humanas de colores menos intensos-manifiesta el Dr. José Manuel Sosa H., médico psiquiatra, egresado de la Facultad de Medicina de la UNAM. International Member of American Psychiatric Association.
Euforia, melancolía y nihilismo
Aquí ya existen rasgos de nihilismo (doctrina filosófica que considera que al final todo se reduce a nada, y por lo tanto nada tiene sentido). Además, Van Goh pinta bosques con abundantes árboles, vida vegetal y, al mismo tiempo, tapiza el suelo con hojas amarillentas, moribundas. No existe ninguna figura humana, ni animal alguno. Estas observaciones interpretadas a la luz psicoanalítica nos hacen pensar en esa mezcla extraña de la euforia, melancolía y nihilismo. Cabe señalar que, Van Goh a los veinte años le nace la pasión por la pintura. Conoce en París a los grandes maestros del pincel y los estudia a fondo. Súbitamente deja París y regresa a su natal Groot Zunder, en Holanda- ahí se sumerge en profundas meditaciones religiosas y se convierte en un fanático de la lectura sobre arte. Se observa en él una actitud cambiante, profundamente inquieta, como si buscara afanosamente la paz interior de la cual carecía.
Vivió en la miseria, ahora sus cuadros valen millones de dólares
En cartas dirigidas a su hermano Theo comentaba que asistía a los cursos gratuitos de la “universidad de la miseria”, donde compartía hambre y pobreza constantes con los mineros de la región, al grado que su salud física y mental se deterioraron considerablemente. Según sus biógrafos fue ahí donde sufrió por primera vez una crisis nerviosa, aunque podríamos suponer que en realidad fue la primera crisis depresiva. Era enfermiza la profunda dependencia de Vincent hacia su hermano, quien siempre lo apoyó tanto económica como emocionalmente. Era Theo quien vendía los bocetos que Vincent le enviaba, lo cual constituía la paradoja artístico-financiera más insólita de la historia del arte, ya que las monedas que el genio maniaco depresivo percibió fueron lo único que tuvo por sus obras; en cambio, en la actualidad, esas creaciones del genio holandés están cotizadas en millones de dólares.
La oreja de Van Goh
Vincent no fue afortunado en las cuestiones amorosas, se enamoró de varias mujeres que lo rechazaron; al parecer la única que le correspondió fue Margot Begemann cuyos padres se niegan terminantemente a cualquier relación de su hija con el pintor. La muchacha intenta suicidarse y Vincent sumamente afectado por la decisión suicida de su amada (que coincidió además con la muerte de su padre), huye a París a refugiarse con su hermano Theo, quien trabajaba como director de una galería de arte. Ahí se relaciona con Tolouse-Lautrec, Pissarro, Seurat, Signac, Emile Bernard y Gauguin, con quienes participa en las discusiones sobre el surgimiento del llamado impresionismo. Habiendo intimado con Gauguin se marcha a Arles, donde ambos pintores viven meses de gran productividad. Sin embargo, su relación se deteriora cada vez más, debido sobre todo, a la proclividad de Vincent a la depresión; incluso, en un arranque hipomaniaco, fuera de sí, en una ocasión atacó con una navaja de afeitar a su mejor amigo, posteriormente, cuando recobró la cordura, le invadió un gran sentimiento de culpa y optó por autoagredirse mutilándose el pabellón de una de sus orejas, mismo que enviaría a una prostituta amiga suya.
El campo de trigo de los cuervos
La psicosis maniaco depresiva se manifestaba con gravedad. Paradójicamente, los críticos consideran que su obra de esa época era la más valiosa: conforme sus llamadas “crisis nerviosas” iban en aumento, mejor pintaba. Pero también hubo necesidad de internarlo, pues dichas crisis se tornaban cada vez más frecuentes. Por tal motivo se le internó en el asilo de Saint-Remy de Provence, donde en unos cuantos meses pintó más de ciento cincuenta cuadros. Aquí plasma Los cipreses, obra donde evidencia que su tensión emocional marca el ritmo convulsivo de las pinceladas, que parecen agitar las ramas de los cipreses y hacen temblar el cielo. En su último Autorretrato expresa la transformación interior que su rostro ha sufrido por la inquietud interna que le produce la psicosis que padece. Han quedado atrás los vivos tonos de sus girasoles y le sustituyen los tonos apagados que reflejan su absoluta soledad y su gran melancolía. Después de su estadía en Saint-Remy se traslada a Auvers, para ser tratado por el famoso doctor Gachet, y nuevamente su fase maniaca le hace producir setenta cuadros, sobre todo paisajes donde pareciera buscar la paz interior que nunca encontró. Veinte días antes de su muerte pinta con marcada furia El campo de trigo de los cuervos, y un hermoso día veraniego, la melancolía y la profunda tristeza depresiva le dejan un hálito de energía suficiente para dispararse un balazo en el corazón. Agoniza dos días y muere ante los azorados ojos de Theo y el doctor Gachet.