Tercera parte
Por Héctor Medina Varalta
El suicidio se define como >>el acto de matarse de un modo consciente y considerando a la muerte como un medio o como un fin>> (Deshaies). Según Emile Durkheim, suicidio es >>todo caso de muerte que resulte directa o indirectamente de un acto ejecutado por la propia víctima a sabiendas de que tal era el resultado que se produciría>>. La definición de la OMS (Organización Mundial de la Salud) propuso el término acto suicida para referirse a >> todo hecho por el que un individuo se causa a sí mismo una lesión, cualquiera que sea el grado de intención letal y del conocimiento del verdadero móvil>>
La recuperación de Rod Steiger
Finalmente, Steiger pidió ayuda y se le diagnosticó una depresión clínica causada por un desequilibrio químico. Se le administraron medicamentos, recibió psicoterapia y lentamente comenzó a curarse. “Si antes todo había sido oscuridad, de pronto me di cuenta de que comenzaba a amanecer y que comenzaba a mirar a mi alrededor. Sentía que aflojaba la presión que me había sofocado”...
Una vez curado, se restableció su carrera en cine y televisión. Sin embargo, cambió el ritmo y vivió más preocupado por su salud mental que por su cuenta bancaria. “Debes estar siempre alerta luego de una depresión; debes tomar medicinas; debes comenzar a moverte apenas sientas que, precisamente, deseas quedar inmóvil. Debes buscar una distracción, debes salir de casa. Debes aprender todo ello: a nadar aun si no quieres hacerlo, a caminar incluso si quieres quedarte sentado. ‘¡NO DEJES DE MOVERTE!’, dice la placa de mi automóvil. Y la de mi segundo vehículo dice: ‘¡SE VALIENTE!: No te quedes en cama y sal de ahí!’ ahora que estoy curado, corro a nadar, en cuanto siento que mis piernas se entumecen practico media hora o veinte minutos de ejercicios, aumentan las endorfinas y me siento mejor”,-aseguraba.
Gratitud
En agradecimiento a su terapeuta, se convirtió además en un activo promotor de la salud mental. Ofreció conferencias acerca de su padecimiento y se enarboló una campaña ante el Congreso Norteamericano. “Nos han enseñado que la depresión, los trastornos mentales y los pensamientos suicidas son sinónimos de locura. Hasta hace no mucho tiempo atrás, te confinaban a un manicomio si tenías actitudes como aquéllas. Y aun hoy existen prejuicios en todo el mundo, que solo pueden ser derribados si hablamos abiertamente de nuestros padecimientos”. Por tales discursos recibió un galardón en su reconocimiento a su labor ante la opinión pública. Y participó en un prestigioso programa radial a través de todo el país, relatando detalladamente su compromiso.
Su salud, sin embargo, le jugó otra vez una mala pasada, y murió el 9 de julio de 2002 a los 77 años de edad a causa de una disfunción renal.
Depresión y ansiedad en tiempos del covid-19
Debido a la contingencia sanitaria, los casos de depresión y ansiedad han subido drásticamente. De acuerdo a datos proporcionados por la SSA: >> Del 19 abril al 01 septiembre pasado, en Jalisco se han recibido un total de 12,663 llamadas a las líneas de intervención en crisis del Instituto Jalisciense de Salud Mental (SALME), lo que significa un 400 por ciento de incremento respecto a las llamadas que se recibían antes de la pandemia de COVID-19. Este servicio telefónico, que se otorga a través del número gratuito 075 fue fortalecido por el Gobierno del Estado al poner en marcha la estrategia “Quererte en Casa”, con lo cual se multiplicaron las atenciones telefónicas otorgadas, con buenos resultados, ya que del total de llamadas, la gran mayoría (11,824) fueron contestadas por el personal capacitado y 839 fueron terminadas -en 23 casos porque el usuario colgó antes de 30 segundos- y en el resto por fallas técnicas que ya fueron corregidas.
Suicidio y sociedad
Jessica Wolf, en su obra Superando el duelo después de un suicidio: la experiencia de los que se quedan, escribió: >>En las sociedades primitivas, el suicidio se consideraba aceptado cuando se trataba de un acto heroico en el transcurso de una guerra, por ejemplo. Los apóstoles no denunciaban el suicidio y en el Nuevo Testamento únicamente se menciona de forma indirecta. A principios de la era cristiana, los religiosos no lo condenaban porque eran víctimas de persecución. No fue sino hasta el siglo IV que el suicidio se instaló como pecado con el fin de prevenir el alto número de eventos de este tipo, entonces, no sólo se le catalogó como un pecado, sino también como un crimen. San Agustín se refirió a él como una violación del sexto mandamiento “No matarás”, por lo que se le condenaba con fuerza>>
A los suicidas no se les permitían ser enterrados en los panteones
En los siglos siguientes se imponían terribles castigos a los suicidas y a sus familias. Para el siglo XIII, el suicidio se consideraba algo imperdonable. Como castigo, no se permitía que los cuerpos fueran enterrados en tierras sagradas. Las familias sufrían la confiscación de su dinero y la pérdida de sus casas. Durante los siglos que Occidente vivió dominado por el cristianismo el suicidio fue considerado como un crimen horrible. El cuerpo sufría diferentes humillaciones y no se permitía realizar los ritos ordinarios después de la muerte en la cultura hebrea también existe esta creencia de que Dios es el creador del Universo y, por tanto, el cuerpo del hombre le pertenece. Por ende, en ella también se condena el suicidio.
En ocasiones, las muertes accidentales, son en realidad suicidios
Las ideas delirantes son ideas que no se sustentan con la realidad, y que son absurdas para quienes la escuchan e irreductibles a toda forma de argumentación lógica. Hay que diferenciarlas de la fantasía y de los juegos mágicos de los niños, que son muy naturales. Un ejemplo de idea delirante puede ser cuando el niño dice: “Me voy a morir porque siento que no sirvo para nada y cada vez lo siento más y más y me la paso pensando en esto, ¿para qué vivo y para qué estoy aquí? Yo ya me quiero morir porque así todo el mundo va a estar bien:” Y no importa lo que se le diga o lo que se le quiera, o lo que se le trate de animar, él insistirá en que se tiene que morir (…) Los niños con predisposición a sufrir depresión presentan algunas veces episodios definidos detonados por alguna pérdida; sin embargo, otras veces ocurren sin causa aparente. Muchos chicos deprimidos muestran síntomas como dormir mucho más, perder el apetito, llorar demasiado o estar irritantes; otros niños, en contraste se vuelven de pronto muy agresivos y cometen actos autodestructivos como tratar de estrangularse a sí mismos. El Dr. Richard Hanhardt, director de servicios para niños y adolescentes del Hospital St. Mary’s Hill de Milwaukee, opina que el problema es tan delicado que muchas de las llamadas muertes accidentales de niños, ocurridas por tragar píldoras o ser atropellados, se deben, en realidad, a que están deprimidos y cometen suicidio.
Bibliografía: Las máscaras de la depresión, Ernesto Lammoglia; Gritos silenciosos: el suicidio infantil; Jesús Acevedo Alemán; Supera ndo el duelo después de un suicidio, Jess8ica Wolf.
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