By Héctor Medina Varalta
Pau Casals, un chelista muy famoso por dar conciertos en la Casa Blanca, escribió: “¿Y qué es lo que enseñamos a nuestros hijos en la escuela? Les enseñamos que dos y dos son cuatro y que París es la capital de Francia.¿Cuándo les enseñaremos, además, lo que son? A cada uno de ellos deberíamos decirle: ¿Sabes lo que eres? Eres una maravilla. Eres único. Nunca antes ha habido ningún otro niño como tú. Con tus piernas, con tus brazos, con la habilidad de tus dedos, con tu manera de moverte. Puedes ser un Shakespeare, un Miguel Ángel, un Beethoven. Tienes todas las capacidades. Sí, eres una maravilla.”
A propósito de la educación
La reforma educativa no es una reforma sino una contrarreforma, pues no representa una progresión que amplíe los derechos de los docentes, sino todo lo contrario, además sugiere ser una reforma más “laboral y administrativa”, dijo Luis Hernández Navarro, periodista del diario La Jornada, en entrevista con Carmen Aristegui.
Se ha dicho que estamos frente a una reforma educativa que promovió Enrique Peña Nieto, yo digo: no es una reforma, es una contrarreforma; no es educativa, realmente es una reforma laboral y administrativa.” El autor intelectual no es Enrique Peña Nieto, porque quién está detrás de esta reforma son organismos multilaterales como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico; una reforma que se procesó cupularmente desde los partidos que integran el pacto por México, que dejó fuera del diálogo y la negociación a los principales responsables de ejecutarla, que van a hacer los maestros y cuyas consecuencias de este proceso de secrecía y madruguete estamos viviendo hoy con estas protestas que no son más que el punto de inicio de algo que se viene mucho más profundo.
José Ángel Gurria: el Ángel de la Dependencia, dijo que no es una reforma, sino una contrarreforma, porque cuando hablamos de reforma se está hablando de una serie de cambios o modificaciones constitucionales progresivas, que amplían el marco de los derechos.
Aquí, por el contrario, se está dando marcha atrás en conquistas fundamentales en el terreno de la Educación Pública; se está abriendo el camino hacia la privatización de la enseñanza y les están quitando derechos a los maestros. Digo que la reforma no es educativa, sino laboral y administrativa porque los problemas centrales en este país, como elresaguo educativo más del 40%, más de 7 millones de analfabetas o el de la desigualdad en la educación; la mayoría de los recursos están canalizados dónde hay mejores condiciones para el desarrollo de nuestros niños.
Esos problemas no se tratan, en cambio lo que se hace es crear un régimen privativo para los trabajadores de la educación al margen del apartado B, es decir, poner un parche en el Artículo Tercero Constitucional que tendría que aparecer en el Artículo 123. Y digo que no es de Peña Nietoporque todos y cada uno de los puntos centrales de esta reforma han sido “recomendaciones centrales”, de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, dirigido por el famoso “Ángel de la Dependencia”, José Ángel Gurria, que se han venido “proponiendo” y que hoy aterrizan en esta contrarreforma como un candado que cierra la puerta a las posibilidades de resistencia magisterial.
Reforma que genera reacción en contra.
Hay dos elementos fundamentales, el primero se habla de que el Estado garantizará la calidad, pero no se define lo que se entiende como calidad, y cuando la reforma hace alguna referencia al mejoramiento de la educación, habla de mediciones. Por lo tanto, nosotros inferimos que no se refiere a ninguna cosa más; entiende la calidad como el éxito, el logro, el desempeño en los exámenes, es decir, es una reforma constitucional para promover la medición; y muchas veces medición estandarizada de los estudiantes, de los maestros, de las escuelas, pero que no ofrecen ninguna perspectiva en términos de qué es una buena educación, a pesar de que el Artículo Tercero tiene una serie de párrafos muy importantes dónde describe cuál es la educación que deben recibir los habitantes del país; habla de una educación científica, laica, una educación no fincada en fanatismo, solidaria para la convivencia, fincada en la solidaridad.
En fin, hay toda una serie de atributos que confiere a lo que es una buena educación, pero esta reforma no se refiere a estos atributos, se refiere única y exclusivamente a hacer examen. En ese sentido es muy pobre: es una reforma constitucional que no tienen las miras ni los alcances de lo que ha sido la tradición de la educación en México, porque es una historia muy importante de desarrollo, de una concepción de la educación en un país latinoamericano; el segundo problema, es que como se señalaba, es una reforma que insiste, en que cambiando el régimen laboral de los maestros, la educación va a mejorar y eso también es falso, porque se establece esta idea, ya hablábamos de la estrategia de evaluación-sanción como el eje conductor de lo que debe ser la reforma, y no puede funcionar una reforma así porque lo que mejora la educaciónfundamentalmente, es el compromiso de los docentes cuando participan en procesos de autonomía, de autogestión y que definen cuales son los problemas que tienen y aportan soluciones.
En ese momento, se construyen estos consensos en el interior de las escuelas, con los estudiantes, con los padres de familia, con las comunidades, que permiten que la escuela sea de nuevo un foco importante central de conocimiento en la comunidad. Entonces, la crítica de los maestros va en el sentido de que esto va a perjudicar de fondo la educación pública, que la reduce a tres habilidades fundamentales que son: leer, escribir y hacer operaciones matemáticas.
Reforma que genera reacción en contra.
La Reforma Educativa se ha planteado tres objetivos
Por su parte, en la página web de la Presidencia de la República se puede leer: Responder al reclamo social de mejorar la calidad de la educación básica y media superior. Para ello se trabajará en la profesionalización de la función docente, el establecimiento de estándares mínimos de funcionamiento de las escuelas, el mejoramiento de los planes y programas de estudio, el fortalecimiento de los programas destinados a mejorar instalaciones, la utilización de las tecnologías de la información y la comunicación, así como la realización de evaluaciones periódicas de todos los componentes del sistema educativo. Reducir la desigualdad en el acceso a la educación reforzando los programas que brindan asistencia a las escuelas que se encuentran en zonas con altos niveles de marginación, así como a los estudiantes con necesidades educativas especiales (…) ¿Quién tiene la razón? El lector tiene la última palabra.