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martes, 4 de mayo de 2021

  • Pesimismo, los efectos de la pandemia, violencia en el hogar, uso excesivo de la tecnología y el poco respeto de los adultos a los niños, principales causas.
  • Lo anterior puede generar depresión leve o crónica, frustración, cuadros de ansiedad, hostilidad, baja de rendimiento académico o temor constante.
  • Las especialistas del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI) dan a conocer estos hechos previo a la celebración del Día del Niño en México.
El Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI) reveló que existen al menos cinco factores que están afectado la salud mental de los niños en México. El primero es el pesimismo que se presenta en muchas familias y entornos sociales mexicanos: en segunda instancia, los efectos derivados de la pandemia; es decir, el encierro. También, la violencia en el hogar y el uso excesivo de la tecnología, y finalmente, el hecho de ver a los niños como proyectos y no como seres integrales con la edad que les corresponde. Se trata de información obtenida de la clínica de servicios psicológicos del organismo con menores de entre 5 y 12 años de edad. Previo a la celebración del Día del Niño en México, CEEPI da a conocer los detalles del estudio.

 
Causas encontradas que pueden “matar” la felicidad en los niños:

 
1. Las malas noticias y el pesimismo. Desde exponer a los niños a los noticieros cuyo contenido es altamente violento o vivir en un entorno familiar y social en donde no abundan las buenas noticias. “Todo está mal: la economía, la salud, hay pérdidas en todos los sentidos. Si los niños perciben esta realidad, que no necesariamente es así, perderán la ilusión, desconfiarán de las personas, se pueden volver hostiles y depresivos. Es fundamental que los padres de familia filtren estas noticias y traten de encontrar el lado positivo de la vida, porque seguramente lo hay”, explicó la Mtra. Susana Salazar Gómora, coordinadora de CEEPI.

 
2. La pandemiaEl encierro por más de 14 meses, la falta de socializar con otros niños y familiares, la muerte de seres queridos, el miedo a morir y todas las secuelas que ha dejado la pandemia a nivel social y familiar. “Los efectos psicológicos van desde una depresión pasajera, hasta cuadros de ansiedad, insomnio, baja de rendimiento y mucho temor a salir a la calle y la abulia (nada tiene sentido). Por ello es indispensable activar integrar a los niños a sus actividades escolares y sociales, poco a poco y si las condiciones sanitarias lo permiten”, dijo.
 
3. El exceso de uso de tecnología. Está comprobado que el uso excesivo de videojuegos o redes sociales puede detener el desarrollo de la inteligencia de los niños. Además los aísla de otros seres humanos, los vuelve pasivos y hay peligro de volverse adictos. “Como toda adicción provoca sentimiento de soledad, altera las horas del sueño y la realidad en sí misma. Es indispensable que los padres regulen el uso de la tecnología recreativa, sin dejar el lado pedagógico, que es de suma utilidad. No es aconsejable que un niño permanezca más de cinco horas diarias delante de una computadora”, afirmó la especialista. 
 
 
4. Violencia en el hogar. Un escenario donde abundan las agresiones físicas y verbales, el chantaje, el abuso a los menores, las adicciones o procesos de divorcio violentos generan en los niños cuadros de ansiedad y depresión, aislamiento, e incluso pensamientos suicidas. Hay que alejarlos de estos entornos.

 
5. Los niños no son tratados como niños. Son los menores "híper". Verlos como proyectos y no como seres integrales de acuerdo a su edad. “Percibirlos como una meta, sobresaturarlos de actividades académicas y físicas o hipersexualizarlos . Tampoco pueden ser considerados como los “hombrecitos” o “mujercitas” de la casa. Hay que respetar esta etapa de su vida. Los niños deben tener voz y voto en su hogar”, explicó Salazar Gómora. 
 

Para concluir la especialista comentó que si estos escenarios se repiten con frecuencia en el hogar lo mejor será acudir con algún especialista en la salud mental infantil y familiar: “La felicidad infantil sí existe. Precisamente la niñez debe ser la etapa con mayor plenitud de los seres humanos porque es el cimiento de la vida adulta. De ahí saldrán adultos capaces de enfrentarse a los retos futuros, que tendrán salud emocional o bien, mujeres y hombres propensos a padecer afectaciones psicológicas crónicas que deriven a una mala calidad de vida emocional”, concluyó Susana Salazar Gómora.

Cinco factores que están matando la ilusión en los niños mexicanos

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sábado, 5 de diciembre de 2020

  • Independientemente de la situación sanitaria, los niños esperan con alegría las fiestas decembrinas.
  • A pesar de estas conscientes de la crisis sanitaria o que algunos perdieron un ser querido por el COVID19, aún mantiene la esperanza en estas fechas.
  • Los adultos deben preservar esta ilusión en la infancia, por ello las especialistas de CEEPI brindan una serie de recomendaciones para que los niños y sus familias tengan una sanas fiestas navideñas.
La mayoría de los niños está muy ilusionados por la llegada de las fiestas decembrinas, independientemente, de la manera en que sus familias están afrontando la crisis sanitaria en México o que hayan tenido la lamentable pérdida de un ser querido por el COVID19,: “Son conscientes de que será una Navidad diferente. Saben que no podrán reunirse con todos sus seres queridos, y que hay grandes posibilidades de que no puedan salir de vacaciones. También asimilan que Santa Claus o los Reyes Magos, a lo mejor no podrán ser tan generosos como en otros años; a pesar de ello, la mayoría de ellos están ilusionados. Como cada año, cuentan los días para llegada de la Navidad”, comentó la Dra. Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
Lo anterior puede presentarse a pesar de que algunos niños han perdido a familiares muy cercanos a causa del COVID19, o bien, que sus padres perdieron el empleo o parte del poder adquisitivo:  “Los niños siguen siendo niños, y su poder de transformar una realidad difícil, a una más llevadera, es enorme; claro, también depende de la manera en que sus familiares están asimilando la pandemia y la forma en que celebrarán las fiestas decembrinas. En cualquier caso los niños deberían estar ilusionados y los padres también deberían fomentar esa ilusión”, dijo.

 
Al respecto, las especialistas de CEEPI llevaron a cabo una serie de recomendaciones para que los niños y sus familias pasen unas fiestas navideñas felices sin importar la crisis sanitaria.

 
  • Hay que hablar con la verdad. “Sabemos que las fiestas decembrinas están limitadas por la crisis sanitaria, y la situación puede volverse más grave este mes. Lo mejor es comentarles que por esta ocasión no podrán tener una fiesta navideña grande, que el cuidado que se ha tenido durante estos meses, no puede relajarse, que habrá tiempos en donde sí podrían festejar como antes”, explicó Sotelo Arias. 

  • La importante es estar con los seres queridos en casa al margen de los compromisos sociales y los fiestas o posadas que ahora deberán evitarse: hay tiempo para todo.

  • El compromiso es cuidar de los demás: ¿Reunirnos con los abuelos o tíos o primos? Es posible hacerlo mediante video llamadas, y si las condiciones lo permiten, con mucha protección y guardando la sana distancia en lugares abiertos como parques públicos. Si no es posible, será necesario renunciar a esta idea. El año entrante se podrá volver a abrazarlos y estar con ellos.

  • Si hay pérdidas a causa del COVID19 es fundamental aceptar que estas fiestas navideñas sí serán tristes. No es posible evitarlo y es necesario ayudar a los niños a vivir el duelo: “Hacerles saber que es completamente normal sentir tristeza y dolor; sin embargo, es necesario hablar de ello. Que los seres que se fueron, con toda certeza hubieran querido que los recordemos, pero también que estuviéramos felices ahora. Es necesario mantener la ilusión por lo que representan estas fiestas y que aún hay mucha gente querida que está con nosotros”, dijo.

  • Hay que procurar que estas fiestas de Fin de Año sean especiales y únicas. Que jamás se podrán borrar y por ello lo mejor es fomentar la ilusión porque que vendrán tiempos mejores.

  • Es aconsejable que los padres de familia estén muy cercanos a sus hijos en este periodo vacacional, no sólo físicamente sino de forma emocional. Platicando, haciendo labores de casa, cocinando la cena de Navidad y Año Nuevo, jugando, leyendo, entre otras actividades.

  • Y finalmente dejar de lado los videojuegos y las tecnologías. Los niños no pueden pasar todo el tiempo en ellas porque son altamente nocivas para la salud intelectual, emocional y social. Si las condiciones lo permiten, es mejor salir a dar una vuelta a la cuadra, ir a un espacio abierto, o simplemente realizar tareas en el hogar.

 
“Sin embargo, si los niños padecen pesimismo en exceso, si no les crea ninguna ilusión estas fiestas, o padecen un cuadro depresivo que dure más de tres semanas, sería necesario acudir algún tipo de tratamiento psicológico en línea para poder solucionar el padecimiento”, concluyó Sotelo Arias.
 
Las especialistas de CEEPI estarán brindando terapia para niños y sus familiares en línea este mes de diciembre. Mayores informes en el 55 6385 3006.

Los niños deberían ilusionarse por la llegada de la Navidad

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martes, 9 de junio de 2020

  • La mayor parte de los niños se adaptaron a las clases en línea, y al uso de plataformas educativas online.
  • Sin embargo, algunos niños rechazaron estas modalidades de aprendizaje e incluso denotaron olvido de los aprendido, reticencia al hacer tareas o cerrazón para aprender.
  • Lo anterior se puede deber a que los niños acusan trastornos emocionales debido al encierro, así como problemas de familia que se han agudizado por la cuarentena.
  • CEEPI brinda consejos y tips para adaptarse a este tipo de educación, que posiblemente llegó para quedarse.

La mayoría de los niños que cursan la primaria se han adaptado de forma satisfactoria a los recursos que entrega la educación a distancia (Home School, clases en videoconferencias, la utilización de plataformas educativas en apps y sitios de Internet); no obstante, algunos de ellos acusaron cansancio, rechazo por este tipo de clases, e incluso denotaron olvido de lo aprendido en el colegio o presentar "cerrazón" para aprender nuevas cosas: "Sabemos que estar concentrado en una pantalla de computadora o tableta durante más de dos horas es cansado, y en el caso específico de los niños resulta monótono; es muy fácil que pierdan la atención en las clases en línea. Esto se complica con los cuadros de ansiedad que provoca el encierro por la pandemia, a lo cual se suma la exigencia de algunos padres para que sus hijos no bajen su rendimiento escolar", sostuvo la Dra. Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
 
A decir de la especialista, lo anterior también puede agravarse porque algunos papás también rechazan estos recursos educativos por considerarlos antipedagógicos o argumentan que las escuelas han desplegado dichas plataformas para justificar el pago de las colegiaturas: "En las mayoría de los casos los colegios están actuando de muy buena voluntad. También sabemos que la educación a distancia, cuando es dosificada, es una excelente herramienta de aprendizaje. Pero lo más importante es que entrega la posibilidad de que los niños socialicen con sus amigos y sus maestros. Esto es fundamental, justifica por completo esta modalidad educativa y incluso puede ser más importante que el aprovechamiento escolar", sostuvo.
 

Por otro lado, la especialista sostuvo que es muy complicado que un niño pueda retener la información si está más de tres horas seguidas en una computadora o dispositivo inteligente: "es cansado, se estresan y la capacidad de retener se pierde. La recomendación es que las clases no deberían durar más de tres horas al día y con un intervalo de descanso de media hora para que los niños puedan relajarse", apuntó.
 
CEEPI dio a conocer algunos puntos a tomar en cuenta en la educación a distancia y el Homeschooling:
 
  1. Es normal que olviden lo aprendido. Por el estrés o la ansiedad que produce el encierro e incluso por la exigencia de sus padres, los niños parecería que olvidaron cuestiones básicas que anteriormente ya habían aprendido. Sin exigencia lo más probable es que logren recordarlo. El olvido es pasajero.
  2. Estar conectado en una pantalla por horas cansa. Lo ideal es que los niños tomen cuando mucho tres horas diarias de clase seguida al día con intervalos de descanso, más si cursan primaria baja.
  3. Es más complicado poner atención ahora. La educación mediante video desgasta más que la presencial. En clase tradicional los niños se distraen, juegan, observan a sus compañeros para poder recargarse. En el video no existe esa posibilidad por lo que el aburrimiento y el cansancio llega más rápido
  4. Los docentes tampoco estaban preparados. Es realista decir que todos estamos aprendiendo y los maestros han tenido que adaptarse a esas circunstancias. En este sentido vale la pena ser tolerante y comprensivo.
  5. Los problemas educativos se pueden agudizar. Si un niño ya presentaba problemas de aprendizaje en el colegio, es probable que se agudicen estos conflictos ahora en la casa debido al encierro.
  6. No hacerles la tarea a los niños. Muchas maestras refieren que mágicamente algunos niños que iban mal en su desempeño escolar, ahora son de 10. "A los niños se las hace un mal haciéndolos su trabajo. No fomentan la autonomía y la confianza en ellos mismos. Es mejor un 7 ganado por ellos mismos, que un 10 de papá o de mamá", dijo Sotelo Arias.
 
Hay que tomar en cuenta que:
  1. No es elección, esta modalidad de clases es por la pandemia, pero tampoco hay que verlo como un castigo; es lo que hay.
  2. La educación a distancia vincula a los niños con amigos y eso es muy valioso.
  3. Los padres deben entender que no son maestros; deben reconocer sus límites.
  4. Darle oportunidad porque esta modalidad de aprendizaje probablemente llegó para quedarse por las complejidades de la epidemia. Lo mejor es adaptarse a ella y sacarle lo positivo.
  5. Hay colegios que verdaderamente están preocupados por la calidad de la educación a distancia y con certeza irán mejorando tanto sus recursos educativos como tecnológicos.

Los retos emocionales de la educación en casa en tiempos de la pandemia.

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miércoles, 13 de mayo de 2020

  • Casi cuatro de cada 10 niños en edad preescolar y primera padecen ansiedad o depresión.
  • Se manifiesta en incapacidad de concentrarse en tareas escolares, también presentan cuadros de hiperactividad, padecen insomnio o pesadillas, hay un incremento en las rabietas o berrinches y una constante preocupación de contagiarse del COVID-19.
  • Se acentúa en familias que tenían problemas emocionales crónicos: violencia, poca atención de los padres, adicciones, entre otras.
  • Las especialista de CEEPI brindan una serie de consejos para revertir estos trastornos emocionales en los menores.

Cuatro de cada 10 niños menores de 12 años están padeciendo algún trastorno emocional como consecuencia de la cuarentena: básicamente ansiedad y depresión. Lo anterior se manifiesta en la incapacidad de concentrarse en tareas escolares (por mínimas que sean), también presentan cuadros de hiperactividad, padecen insomnio o pesadillas y las rabietas o berrinches se incrementan de manera notable. También se presentan escenarios de miedo a contagiarse o bien, que algún ser querido pudiera fallecer por el nuevo coronavirus: "Hay muchos niños que aún no logran procesar el encierro y lo más probable es que sus padres también estén pasando por momentos complicados. A estas alturas de la epidemia, lo esperado es que la mayoría de las personas y lo niños estén adaptados a estas condiciones; pero, sabemos que hay otro grupo, que aún no puede gestionar sus estados emocionales. Puede tratarse de familias con problemas previos y que ahora con el encierro se han agudizado", dijo la Dra. Claudia Sotelo Arias, directora de Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).
 

La especialista precisó que los niños que padecen trastornos de ansiedad o depresión en cuarentena pueden estar pasando por los siguientes escenarios:
 
  • Violencia y maltrato en el hogar que se agudizan por el encierro.
  • Padres que les dedican poco tiempo por estar concentrados en sus tareas laborales.
  • Cuando se presentan cuadros de adicciones de los padres.
  • Estar escuchando constantemente noticias sobre la pandemia.
  • No tener una estructura ni hábitos en casa.
  • Cuando la familia ya tienen una patología emocional previa, por ejemplo, son proclives a la depresión.
  •  
En ese sentido, la Dra. Claudia Sotelo Arias ofreció unos consejos para que los padres de familia puedan atenuar estas emociones:
 
1. Mantener una visión positiva de la vida. Hay que aclararle a los niños el impacto que el virus tiene en los diferentes grupos de edad. Subrayarles que ellos son los que corren el menor riesgo si siguen las medidas de prevención recomendadas. Asimismo, deben saber que la pandemia será controlada y entonces podrán retomar sus actividades con normalidad muy pronto.
 
2. Predicar con el ejemplo. El estado emocional y el entendimiento que los adultos tienen es lo que van a transmitir a los niños. Por ello, si los papás se mantienen en calma, tratan de entender y ponen en práctica las medidas de seguridad, los niños también lo harán: finalmente los niños son el reflejo de sus padres.
 
3. Hábitos y disciplinas. La recomendación es llevar a cabo rutinas para que los niños entiendan que no están de vacaciones. Pero al mismo tiempo hay que ser flexibles y alternar los horarios de las distintas actividades, como bañarse, jugar, ayudar en las tareas de la casa y tomar las clases en línea o en TV. También es aconsejable acondicionar un espacio en el hogar, a fin de que los niños puedan llevar a cabo sus tareas académicas sin distracciones.

 

4. Hay que estar activos. Además de las labores de la escuela, es fundamental brindarles a los niños actividades para divertirse: desde libros para colorear, rompecabezas, juegos de mesa y de vez en cuando algún videojuego. Asimismo, incluir en sus horarios actividades física para que descarguen una parte de su energía (un buen remedio para bajar la ansiedad).
 
5. Aburrirse no es malo. A veces los padres por el afán de que sus hijos tengan múltiples actividades no les dan la oportunidad de aburrirse cuando no es necesariamente malo: aburrirse da la oportunidad de imaginar, de crear y de tolerar más frustración. Es parte de ser niño.

 
Un niño con estos trastornos emocionales:
 
  • No duerme bien y tienen pesadillas.
  • No se puede concentrar en sus clases o tareas escolares.
  • Parece que olvidó lo aprendido en el colegio; por ejemplo, la sumas o restas, capitales de países o cuestiones básicas.
  • Están de mal humor de forma constante o se muestran retraídos.
  • Tiene pavor a enfermarse del COVID-19 y les da mucho miedo que sus seres queridos, por ejemplo, salgan de casa.
  • No tienen hábitos: se duermen en la madrugada y se despiertan muy tarde o comen de forma compulsiva. 
Las especialistas de CEEPI ofrecen solución para estos trastornos con terapias en línea tanto para niños como para sus familiares. Mayores informes en: www.ceepi.mx

¿Cómo bajarle la ansiedad a los niños durante el encierro de la cuarentena?

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jueves, 8 de junio de 2017


  • Hace dos décadas era impensable que los papás acudieran a juntas escolares o actividades infantiles dentro del colegio.
  • Este cambio obedeció a factores económicos.
  • Cuando el padre está cerca de sus hijos, los niños tienen mayor integridad e identidad.
  • CEEPI describe el problema con base en sus datos clínicos.

Hace 20 años en México era muy poco probable que los papás acudieran a las juntas del colegio de sus hijos o a festivales de fin de año; es más, la celebración escolar del Día del Padre era inexistente. Este cambio, que se ha presentado principalmente en las zonas urbanas del país, obedece a factores económicos: "La mayoría de las madres mexicanas laboran y antes no era así. Así que la educación y la atención de los hijos en sus tareas escolares comenzó a ejercerse por quien estuviera más cerca del colegio del niño o dispusiera los mejores horarios. Así los papás comenzaron a integrarse en el proceso educativo de sus pequeños", dijo la Dra. Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios en la Infancia (CEEPI).

¿Qué implicó este cambio en la formación integral de los niños mexicanos?: "En estudios clínicos que tenemos en CEEPI se ha demostrado que cuando los papás intervienen en la educación de sus hijos, éstos tendrán un mejor aprovechamiento escolar, mayor capacidad de integración con otros niños y sobre todo, tienden a respetar más a la autoridad, porque de alguna forma les han impuesto límites en el hogar y por lo tanto lo replicarán en sus otras esferas sociales", explicó la especialista.

A decir de Sotelo Arias, los niños que conviven con sus papás tienen más clara su identidad y en general se muestran mucho más alegres, seguros y participativos en sus actividades (juegos, tareas del hogar y escolares): "No es posible generalizar, pero sí sabemos por datos de nuestra clínica que esto se presenta cuando los papás varones están presentes en la mayoría de las actividades que realizan los hijos; es decir, a la par que mamá", dijo.

La especialista subrayó que los padres son un activo en la formación y educación de sus hijos, y deben ir la par de la madre "porque así formarán mejores niños y por ende, estarán creando mejores personas a futuro", concluyó.

Niños más sanos cuando papá se ocupa de ellos

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viernes, 17 de marzo de 2017

Image result for Muy frecuente, la inmadurez emocional en niños
  • Se confunde con TDAH e inmadurez intelectual.
  • Presentan problemas de lenguaje y lecto-escritura, bajo desempeño escolar, y baja autoestima, entre otros síntomas.
  • La solución es el diagnóstico y una terapia de juego.
  • CEEPI da a conocer la problemática.
La inmadurez emocional infantil puede confundir a los padres de familia e incluso a los maestros. Es similar al Trastorno de Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Está asociado con un bajo rendimiento escolar y es común que los niños padezcan problemas de lenguaje y de lecto-escritura. Contrariamente a lo que se piensa, se trata de pequeños con capacidades intelectuales normales e incluso sobresalientes. El problema es que no han desarrollado las habilidades esperadas y acordes a su edad por motivos estrictamente psicológicos. "Son niños muy sobreprotegidos, y con papás sumamente aprensivos y que de forma inconsciente inhiben su desarrollo. No son estimulados: 'no se les toca ni con el pétalo de una rosa' y las consecuencias son contraproducentes ", dijo la Dra. Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).

Los hechos demuestran que existen un repunte considerable del padecimiento. Los motivos son diversos: por el clima de inseguridad los niños ya no son sociables como lo eran antes - ya no juegan en la calle o fuera de sus hogares -; por sobreprotegerlos los padres no les enseñan a defenderse; son niños producto de procesos de infertilidad y esto conlleva una fuerte gran carga emocional y en términos generales sus padres promueven los temores en vez del valor para resolver los problemas "No hay como un diagnóstico basado en pruebas que determinan el nivel de inmadurez. Y hay buenas noticias, 82% de los casos se trata de niños normales pero con una algún grado de inmadurez psicológica. Sólo el 18% sí presenta inmadurez intelectual y otro tipo de padecimientos (TDAH, daños neurológicos, bajo coeficiente intelectual, etcétera)", dijo la especialista.

La psicóloga explicó que el tratamiento para revertir la inmadurez se basa en terapias de juego: "Los niños se divierten al mismo tiempo que refuerzan su autoestima y logran ganar autonomía. Para sus padres la intervención psicológica prevé cambios en la dinámica familiar y escolar. Por lo tanto, si cuenta con el apoyo familiar y de sus centros de estudio los niños pueden revertir la inmadurez a mediano plazo", concluyó Sotelo Arias.
Algunos síntomas de inmadurez psicológica:
  • Problemas de lenguaje. Niños que no hablan o hablan con monosílabos a una edad que se espera que digan palabras.
  • Problemas de lecto-escritura.
  • Retraso en la coordinación motriz y en la percepción de objetos: se golpean en paredes, pasamanos, siempre traen moretones.
  • Puede haber retraso en el control de esfínteres.
  • Tiene una baja autoestima.
  • Son inquietos.


Muy frecuente, la inmadurez emocional en niños

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miércoles, 15 de febrero de 2017


  • El principal motivo, la carencia afectiva dentro de sus familias.
  • No buscan placer, quieren amor, protección y aceptación.
  • Otros causas: frustración, aburrimiento, hacinamiento, padres con intensa carga laboral
  • ¿Qué hacer entonces? El Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia  orienta en ese sentido.
Resultado de imagen para ¿Por qué los adolescentes tienen sexoa más temprana edad?Los adolescentes están iniciando su vida sexual a más temprana edad, comparado con las generaciones que les precedieron. Los motivos que da a conocer el Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI) son diversos:  carencias afectivas dentro del hogar y baja autoestima; influencia de los medios de comunicación e Internet con situaciones que estimulan la vida sexual; situación de vulnerabilidad económica y hacinamiento; ambiente de promiscuidad, entre otras.  El organismo reveló que se trata de un fenómeno con varias aristas: "Los padres no tienen tiempo para sus hijos. No supervisan sus actividades. Los jóvenes -a veces aún niños - se sienten abandonados y poco valorados por sus familiares. Es por ello que en ocasiones inician su vida sexual a muy temprana edad. No buscan placer en sí; lo que quieren es cariño y aceptación", manifestó la Dra. Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI).

La especialista sostuvo que hay una constante: los jóvenes que iniciaron relaciones sexuales a una edad temprana - menos de 13 años de edad - provienen de familias disfuncionales, aunque se sabe que en promedio los jóvenes en México tienen su primera relación sexual antes de los 15 años de edad y, un tercio de adolescentes entre 12 y 19 años ya son sexualmente activos: "Es un fenómeno mundial, los adolescentes están más confundidos que en otras épocas. Se pierden en el mar de información que existe ahora y al mismo tiempo están frustrados y aburridos. Entonces tienen sexo aunque no estén preparados para asumir su sexualidad desde el punto de vista emocional", dijo.

¿Entonces, qué hacer? CEEPI orienta en ese sentido:
  • No hacer del tema sexo un tabú. Es necesario tener educación sexual desde la infancia. Existen libros y videos que pueden aportar conocimiento o material de apoyo.
  • La sexualidad de los adolescentes es de ellos, no de sus padres. No va en juego el honor familiar y lo peor que se puede hacer es insultar. Nada como el amor y la comunicación.
  • No a los extremos. La desnudez, las formas explícitas de la sexualidad es sólo para los adultos; no le corresponde a los niños. Ellos no comprenden y puede angustiarse o distorsionar la situación.
  • Buscar colegios que vayan en función con los valores morales de la familia. Así no habrá futuras sorpresas.
  • Es recomendable abordar el tema de los anticonceptivos. No hacerlo es tapar el sol con un dedo y en especial cuando el joven ya inició su vida sexual.
  • La sexualidad va más allá del placer. Tiene relación con el amor y es fundamental explicarlo a los jóvenes.
  • Ayudarles a postergar el momento; entre más se tarden serán más maduros para asimilar el tema.

¿Por qué los adolescentes tienen sexo a más temprana edad?

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martes, 13 de diciembre de 2016



  • Aunque los niños siguen creyendo en los ideales de siempre, tienen una percepción del mundo más negativa que otras generaciones.
  • Un niño que no cree en su entorno padecerá ansiedad, temor a la vida, desarrollará fobias y vivirá frustrado.
  • Por ello es necesario fomentar la ilusión.
  • Las fiestas de Fin de Año, basadas en la unión familiar, la amistad y los lazos afectivos, una vez más representan una oportunidad para ello.
  • CEEPI da a conocer un análisis al respecto

Cuando los niños viven con mucha ansiedad y preocupados o frustrados, las creencias y los ideales se pueden transformar en pesimismo o miedo irracional a perder a los seres queridos. Lo anterior ocasiona una baja autoestima, depresión, hostilidad, fobias, entre otros trastornos psicológicos. Es que la mente infantil no está preparada para afrontar tantas malas noticias. Los niños siguen ilusionándose por el futuro, no han perdido la capacidad de asombro y fechas emblemáticas como la Navidad o el Año Nuevo son fundamentales porque para ellos representan el hecho de disfrutar a sus seres queridos: si se incentivan estas creencias se tendrá una niñez emocionalmente sana.

A decir del la directora del Centro de Especialización de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI), la Dra. Claudia Sotelo Arias, los niños calcan las creencias y la percepción del mundo que tienen su padres. "El pesimismo generalizado en la sociedad mexicana se refleja de inmediato en nuestros hijos. Si no creemos en nada y asimilamos el futuro de forma catastrófica, los niños pequeños también creerán que su mundo a lo mejor no vale la pena. Eso es nocivo porque más tarde podrían desarrollar trastornos emocionales: una niñez desconfiada y ansiosa dará como resultado a adultos hostiles y altamente egocéntricos e inseguros", explicó.

Según la Mtra. Susana Salazar Gómora, especialista de CEEPI, la realidad de los adultos no debería ser vivida de igual manera por los niños. "No se trata de mentirles. La idea es respetar esta etapa que está basada en creer. Por ello es fundamental que los niños mantengan la ilusión en esta época de Navidad y de Fin de Año, porque simboliza, entre otras cosas, unión familiar y valores como el amor, la amistad, la confianza y la honestidad que deberían regir las relaciones de los seres humanos. Es momento de reflexionar: al final lo que quieren los niños es estar con sus padres en esta época", concluyó Salazar Gómora.

El problema del pesimismo y sus efectos en los niños

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jueves, 27 de octubre de 2016


  • Fomenta la creatividad y la imaginación infantil.
  • Es una herramienta muy eficaz para determinar miedos y comportamientos en los niños. 
  • La recomendación de las especialistas de CEEPI es que los niños jueguen a disfrazarse.
El disfraz ha estado presente desde el inicio de la humanidad y lo sigue estando principalmente en los juegos de los niños. "Se trata de una experiencia lúdica que en el fondo mantiene los mismos motivos por los cuales las personas se disfrazaban en otras épocas. Los antiguos chamanes portaban pieles de animales para sustraer, mediante rituales mágicos (cánticos - música - bailes) sus poderes (la fuerza, el valor, la bondad, la malignidad, etcétera).  Ahora los niños modernos también lo hacen, pero como juego. Asimismo en la psicología infantil el disfraz es usado como una herramienta poderosa, porque es posible interpretar los anhelos y los posibles trastornos emocionales en los niños, tanto por el disfraz que escogen como en lo que expresan en el juego", sostuvo la Dra. Claudia Sotelo Arias, directora del Centro de Especialización de Estudios Psicológicos en la Infancia (CEEPI). 
 
La especialista explicó que los niños con los disfraces pueden dar rienda suelta a la imaginación, pero principalmente asumen las virtudes del disfraz como sentirse más rápidos y fuertes, que son características inherentes al juego, y el disfraz capitaliza estos anhelos.
 
La especialista sostuvo que un disfraz puede revelar ciertos aspectos de la conducta infantil, es decir, tras analizar el superhéroe o el personaje favorito de cada niño (su disfraz) se pueden develar ciertos aspectos de su personalidad: cualidades, temores e incluso hasta la vocación. "El disfraz para los niños es mucho más que una prenda: ofrece la posibilidad de manifestar más la creatividad infantil, de trascender miedos que de otra forma costaría más trabajo hacerlo y claro, diversión en su máxima expresión. Por ello es fundamental que conservemos está tradición en los niños mexicanos", dijo Sotelo Arias.
 
Según las observaciones de las especialistas de CEEPI el disfraz puede otorgar estos beneficios a los niños:
 
  • Permite desinhibirlos. Expresan sus verdaderos anhelos o lo que quieren ser, que por norma o presión social no hacen habitualmente.
  • Permite entregarse a juegos y a desarrollar la creatividad infantil. 
  • No es casualidad  que un niño prefiera determinado disfraz. Lo eligen en función de sus propias características de personalidad; es decir, sus intereses, motivaciones o temores. Por esta razón bajo el disfraz se simulan otros roles diferentes a los habituales y permite estar más cerca de lo que se anhela ser: desde un superhéroe o una princesa, un villano, un personaje histórico o una persona: bombero, médico, enfermera, etcétera.  
  • Es una forma de liberar el estrés infantil derivado de una intensa carga escolar o extra escolar.  

La importancia del disfraz para los niños

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