Header Ads Widget

Cineteca Nacional estrena La calle de la amargura, filme trĂ¡gico de Arturo Ripstein


  • Con guiĂ³n de Paz Alicia Garciadiego, la pelĂ­cula dramatiza un caso de nota roja en el que dos luchadores enanos mueren a manos de un par de prostitutas

En julio de 2009, dos luchadores enanos fueron hallados sin vida en un cuarto de hotel en el centro de la Ciudad de MĂ©xico. Los hermanos Alberto y Alejandro JimĂ©nez habĂ­an sido vĂ­ctimas de un par de sexoservidoras, quienes los drogaron para adueñarse de sus pertenencias. El crimen contenĂ­a los ingredientes esenciales para convertirse en una pelĂ­cula de Arturo Ripstein: personajes sĂ³rdidos, un ambiente escabroso y una tragedia casi literaria.
El suceso le atrajo a la guionista Paz Alicia Garciadiego porque refleja la indefensiĂ³n ante el destino y cĂ³mo un universo se puede derrumbar sĂºbitamente. Fue ella quien propuso a Ripstein la trama de su mĂ¡s reciente largometraje, La calle de la amargura (2015), que luego de formar parte de la 60 Muestra Internacional de Cine, se estrena en la Cineteca Nacional el 11 de noviembre en la Sala 8, Ismael RodrĂ­guez.
La pelĂ­cula se centra en las dos victimarias, interpretadas por Patricia Reyes SpĂ­ndola y Nora VelĂ¡zquez. "Me parecieron un par de mujeres desorientadas y azoradas por lo que habĂ­an hecho. Esta especie de inconsciencia ante la fatalidad me llamĂ³ la atenciĂ³n", explicĂ³ Paz Alicia en una entrevista con ABCguionistas.
La madre de los luchadores es encarnada por Silvia Pasquel, quien tenĂ­a casi 10 años de no haber participado en un largometraje. Para la actriz sonorense, que cuenta con mĂ¡s de cuatro dĂ©cadas de carrera en cine, teatro y televisiĂ³n, fue un reto interpretar a una mujer que pierde a sus hijos de una manera muy abrupta, ya que se trata de un personaje caracterizado por la fuerza, la ternura y la desesperaciĂ³n.  
La pelĂ­cula fue exhibida en el Festival de Venecia en noviembre de 2015 en el marco de un homenaje al cineasta por sus 50 años de carrera. AhĂ­, el director señalĂ³ que La calle de la amargura estĂ¡ filmada en blanco y negro por una convicciĂ³n estilĂ­stica que lo ha acompañado toda su vida. "Hace mĂ¡s de 65 años, de la mano de mi padre, comencĂ© a ver pelĂ­culas en blanco y negro, y para mĂ­ el cine debe ser en blanco y negro”. Aunque ha realizado pelĂ­culas a color, se debe a una peticiĂ³n de los productores mĂ¡s que una elecciĂ³n personal.  
El director tambiĂ©n ha afirmado que esta producciĂ³n tiene influencias del expresionismo alemĂ¡n, ya que este movimiento fue fundamental para los cineastas de su generaciĂ³n y provoca la fascinaciĂ³n necesaria en la narrativa.


Publicar un comentario

0 Comentarios