Un nativo digital es una persona nacida despuĆ©s de 1980 y hasta la actualidad; somos individuos que venimos al mundo cuando ya existĆa una tecnologĆa digital bastante desarrollada, por lo que el manejo de la misma se fue dando de manera intuitiva. Nuestros padres se enfrentaron a la dificultad de tener que adaptarse a estos avances y muchas veces aprender con nosotros, lo que, en algunos casos, complicaba la manera en la podĆan guiarnos para sacar el mayor provecho de las herramientas disponibles.
Hoy en dĆa, muchos de nosotros ya tenemos hijos pequeƱos que tambiĆ©n pertenecen a esta generación, son curiosos, tienen un mayor entendimiento de lo que es la tecnologĆa y dan por sentada su presencia en la vida diaria.
Nuestra tarea como educadores es no dejar que pierdan la capacidad de sorprenderse, pensar en cómo utilizar nuestra experiencia para lograr un balance entre la educación on-line y off-line asà como aprovechar de la mejor manera todo lo que podemos ofrecerle a nuestros hijos para ayudar en el desarrollo de sus capacidades.
La complicación puede recaer en saber cómo sacarle un mayor provecho a la tecnologĆa y fomentar el contenido de calidad por sobre modas. AquĆ algunos consejos:
· Establecer lĆmites no sólo para los niƱos, sino para nosotros mismos: es comĆŗn que como padres queramos que nuestros hijos den prioridad a labores escolares por sobre juegos y aplicaciones en dispositivos móviles; pero es importante considerar que ellos replican lo que nosotros hacemos, por lo que si un papĆ” que se sienta a comer con el telĆ©fono celular en mano, no deberĆa extraƱarnos que el pequeƱo quiera priorizar el uso del dispositivo por sobre otras actividades.
· Respetar las edades recomendadas por los creadores de cada aplicación: dejemos que los niƱos sean niƱos por el tiempo que les corresponde, no se trata de prohibir de manera arbitraria ciertos contenidos, sino de acercarlos a aquellos que correspondan a su etapa de crecimiento fĆsico y psicológico. Por ejemplo si a un menor de 10 aƱos le interesa formar parte de una conversación digital, utilicemos una herramienta apropiada a su edad, con los controles parentales necesarios para asegurar su bienestar y privacidad.
· Utilizar las plataformas digitales para fomentar el tiempo en familia: no dejemos que los niƱos se aĆslen en juegos o aplicaciones, convivamos con ellos y designemos un tiempo para jugar en familia con estas herramientas; busquemos aquellas que nos permitan interactuar con ellos, que fomenten la lectura o nos ayuden con el desarrollo de alguna habilidad motora.
· Vigilar el contenido al que tienen acceso: no basta con que una plataforma sea adecuada a la edad del pequeƱo, es necesario sumergirnos en ella para verificar si el contenido de la misma estĆ” alineado con el tipo de educación que queremos darles. Un ejemplo es PlayKids, que a pesar de tener contenido especialmente seleccionado y segmentado para la edad de los niƱos, nos permite personalizar y/o elegir personajes o videos especĆficos que se adapten a los valores con los que deseamos que crezcan nuestros hijos.
Ćstas son algunas recomendaciones bĆ”sicas sobre cómo podemos aprovechar al mĆ”ximo las herramientas digitales de la actualidad y adecuarlas a la edad y necesidades de nuestros hijos, la generación mĆ”s reciente de nativos digitales.
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