- Con la proyección de su documental 20 años breves, el cineasta conmemoró al concurso de cortometrajes Historias Breves
- “Han cambiado los directores y las circunstancias de la cinematografía, pero Historias Breves ha permanecido”: Bebe Kamin
Durante la década de los noventa, la cinematografía de Argentina enfrentó una situación adversa. En medio de una crisis tanto económica como creativa, donde además los cineastas exigían mejores condiciones de trabajo, fue fundamental buscar propuestas frescas e innovadoras y brindarles a sus autores los recursos necesarios para iniciar una nueva etapa dentro de la industria.
Es por ello que con gran orgullo y un toque de nostalgia, el realizador argentino Bebe Kamin celebró los veinte años del concurso de cortometrajes Historias Breves, que ofrece una oportunidad a los jóvenes talentos de aquel país para mostrar sus dotes en la dirección y dar lugar a sus primeros filmes.
El proyecto que nació como un intento de rescatar el cine argentino fue conmemorado mediante la proyección del documental 20 años breves (Bebe Kamin, 2015) este martes 21 de septiembre en la Sala 8, Ismael Rodríguez, en presencia del director y de Nelson Carro, director de Difusión y Programación de la Cineteca Nacional.
El filme narra los orígenes del certamen en los años noventa, además de la situación tan difícil que vivía la industria argentina, que entonces se hallaba al borde de la desaparición. “Hoy en día, es considerado como un objetivo importante para los cineastas que se inician, porque da un premio que permite hacer un cortometraje con características industriales”, explicó Bebe con emoción.
Como dato interesante, señaló que alrededor de la mitad de todos sus participantes desde el inicio del proyecto lograron continuar de manera exitosa su carrera fílmica, realizando por lo menos un largometraje. Agregó que “efectivamente, se convirtió en una especie de plataforma para el cine joven, pues los directores de la primera camada se transformaron luego en la plana mayor de los realizadores argentinos”.
De igual manera, 20 años breves nos introduce en una charla íntima que sostienen los directores que han pasado por el certamen en sus distintas versiones, quienes comentan sus experiencias, la evolución de la tecnología dentro del cine y la repercusión que tuvo en ellos el haber participado.
“A partir de ahí, cada uno de nosotros creó su sello, pues un cortometraje es una carta de presentación completamente personal, pero que al mismo tiempo mostraba algo muy sólido al reunir todos los trabajos”, expresa en el documental Adrián Caetano, autor del corto Cuesta abajo (1995).
Además del documental, fueron proyectadas cuatro obras incluidas en la primera edición de Historias Breves en 1995:Rey muerto (Lucrecia Martel), Guarisove, los olvidados (Bruno Stagnaro), Cuesta abajo (Adrián Caetano) y Ojos de fuego (Jorge Gaggero).
Finalmente, Kamin señaló que Historias breves sigue en marcha y que los directores más jóvenes deben continuar con el carácter revolucionario de las primeras ediciones. Adelantó que la nueva generación de cortometrajes argentinos será exhibida entre los meses de noviembre y diciembre de este año.
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