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sábado, 3 de septiembre de 2016



Rose Ville,  Premio a la Conservación y Restauración de Inmuebles de Valor Patrimonial

By  Héctor Medina Varalta




Rose Ville, es un lugar de eventos, mediante el cual el propietario y sus empleados comparten con Los tapatíos y la gente de otros lugares que los visitan. Este lugar es un inmueble patrimonial, considerada una finca con valor histórico, artístico relevante por la Secretaría de Cultura del Estado y que fue Galardonada con el Premio a la Conservación y Restauración de Inmuebles de Valor Patrimonial, 2014 y 2016 de Guadalajara. La residencia Rose-Ville demuestra simplicidad en sus detalles, una fachada blanca y decoración ecléctica, muebles conservados y restaurados con un toque contemporáneo
Germán Gómez Carothers, director de Rose Ville, comenta que esta residencia se construyó entre 1900 y 1915 por Charles Carothers que era vicecónsul de Estados Unidos  en Guadalajara y también fue director de la compañía fraccionadora de terrenos del oriente de Guadalajara, fraccionó la Colonia Westen-así se llamaba en ese entonces-, en la que está ubicada la casa. La calle se encuentra en Morelos 1940, esquina con Amado Nervo. Esta colonia va de las avenida Américas a la glorieta de la Minerva; también a Charles Carothers se le relaciona con la colonia del Fresno, con los terrenos del Parque Agua Azul y también fue fundador de los boys scouts de Guadalajara. Asimismo, este estadounidense fue director de la compañía de gas de Guadalajara. Rose Ville fue una de las primeras fincas que tuvo iluminación por gas. Tristemente cuando llegó la revolución se perdió toda la infraestructura.


Amigo de Pancho Villa
Charles fue hermano de George Carothers quien era cónsul de Estados Unidos en Torreón, Coahuila, lugar donde conoció a Francisco Villa y se hicieron grandes amigos y, posteriormente George Carothers fue designado por la Casa Blanca como agente especial para reportar todos los movimientos de la Revolución Mexicana. Por lo tanto, George Carothers acompañó a Francisco Villa ya que además de ser amigos era su consejero en Asuntos Internacionales y también sirvió de enlace para reunir en Xochimilco a los grandes líderes revolucionarios: Francisco Villa y Emiliano Zapata (ver foto).
Cabe destacar que, en algún tiempo la relación de Francisco Villa con los norteamericanos fue muy favorable, incluso tuvo muy buena amistad con el general Scott y de ellos aprendió muchas estrategias, que finalmente ayudaron mucho para la causa revolucionaria. No obstante,  después fue una relación complicada ya que hasta invadió Columbus, Ohio.


Descripción
La casa es de estilo ecléctico, es decir, combina distintos estilos arquitectónicos y se conserva con ese estilo, combinando diversos estilos. De cuando se construyó, conserva mucho la tendencia europea-francesa, que existía en la época y los combina con unos elementos que pueden ser griegos, algunos de los elementos de la arquitectura que se manejaba en ese momento en Estados Unidos y unos toques modernistas. Por otra parte, en los muros se encuentran decorados con figuras con garigolas de yeso, los techos estaban decorados, tenían viga de madera con teja y posteriormente, se cubría con cielo de manta y decoraciones en yeso de relieves. También se conservan muchos muebles y pisos originales de mosaico-el 80% de la casa tienen los pisos originales-, se conserva un vitral que se conserva al fondo del hall de la casa, que se alcanza a apreciar desde la entrada y se conservan fotografías desde que se construyó la casa. Además se encuentran algunas reliquias, planos originales de esta colonia, fotografías y algunos elementos que se utilizaban mucho en la época. La casa tiene un área de jardín, terraza, un pórtico, el área de comedor, el área del hall, que es el distribuidor, sus distintas habitaciones.



Reliquias
En una de las fotografías aparece la señora Guadalupe Enríquez del otro lado aparece Carlos Carothers, hijo menor de Charles Carothers que construyó la residencia y que habitó la casa con su esposa Guadalupe Enríquez, posteriormente, fue la segunda generación. Se conservan fotografías desde que Carlos Carothers era niño con sus padres. También la casa cuenta con un despacho privado o sala de juntas en el que conservan algunos elementos originales de la casa: un taladro manual de precisión a base de engranes, una consola de bulbos, ventiladores, calefactores, un juego de cafeteras, una de ellas está patentada del año 1902, unos binoculares de los que usaban los primeros boys scouts en Guadalajara,, armónicas, una máquina de coser manual a base de engranes, un sacacorchos, un carrito de latón, una silla de madera para bebé, entre otros objetos invaluables.


Eventos
Las personas que deseen visitar esta residencia, lo pueden hacer, previa cita. Les pueden dar unas visitas guiadas y también tienen reservaciones para reuniones, a partir de quince personas. Asimismo, cuentan con el chef Rafael Mellado, que ha estado trabajando con los mejores chefs del país, tiene una técnica gastronómica excepcional; manejan cocina mexicana contemporánea, cocina inspirada en México, aprovechando la riqueza que tenemos en nuestro país: gastronómica, de ingredientes, de sabores, etcétera., pero con un toque gourmet de Alta Cocina. Actualmente, el restaurante funciona a base de reservaciones a partir de quince personas o un consumo mínimo y se pueden hacer eventos hasta de 200 personas, en la parte de la azotea se pueden realizar pequeños eventos de 20 personas y también es muy atractivo por la vista y la comodidad de la terraza, tienen baños suficientes para los eventos que se realicen: bodas, bautismos, XV años, festejos de cumpleaños. La semana pasada estuvieron presentes las finalistas del Certamen Nuestra Belleza Jalisco, el domingo pasado (28 de agosto) estuvo en una sesión fotográfica la ganadora de Nuestra Belleza Jalisco 2016, se presta mucho el inmueble para grabaciones de videos, sesiones fotográficas o cualquier tipo de evento. Es muy versátil, se puede acondicionar a cualquier necesidad y que mejor que hacer este tipo de eventos en un lugar que tiene historia y que procura mantener y conservar las riquezas de nuestra ciudad de Guadalajara.

Reservaciones: 1816-0769
Facebook/roseville.gdl  

Inmuebles históricos

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miércoles, 20 de abril de 2016

La circunstancia en cómo se formó Alejandro Zohn como arquitecto, fue un fenómeno singular e irrepetible. En la notable generación de la que formó parte, Alejandro fue columna imprescindible y elemento de contraste; lo sigue siendo para la arquitectura jalisciense… Alejandro Zohn compartía la visión de sus compañeros, pero no enteramente: su arquitectura siempre se coció bastante aparte. Entre los factores que explican esto se encuentra su diferente cultura materna y su formación como ingeniero, que le sembró un pensamiento de mayor complejidad técnica y le ayudó a adueñarse, desde el principio, del concreto armado, material que convertiría casi en su emblema (en una época que era mal visto como algo vulgar que había que encubrir), y al cual dedicó su tesis de recepción como arquitecto-. Arq. Fernando González Cortázar en “Algunas cosas sobre Alejandro Zohn”.
La casa de Loma Larga
En el libro Arquitecturas y reflexiones que el Arq. Zohn escribió se pueden apreciar sus innumerables creaciones, una de ellas es la Casa de Loma Larga que se sitúa en una de las pocas áreas de la ciudad que tienen configuración accidentada, lo que la hace contar con una vista estupenda. El proyecto se adaptó al terreno y tomó el jardín y el paisaje como elemento regente, sin sacrificar la privacidad de la vivienda. Como la mayoría de las casas de la colonia, se cierra prácticamente hacia la calle, por un deseo de intimidad y seguridad. Este esquema es heredado probablemente de nuestra arquitectura tradicional. El ingreso se efectúa por medio de un pequeño patio escalonado que da acceso al vestíbulo. Desde ahí se abre la vista al paisaje a través de la estancia y de la terraza.
Formas libres
Los recintos principales de la casa tienen ventanas corredizas que pueden abrirse y ocultarse por completo en nichos naturales. Al desaparecer de la vista los vidrios, se obtiene una verdadera continuidad entre espacios interiores y exteriores. El clima benigno de la ciudad permite vivir así, abriéndose al exterior la mayor parte del año. Las formas son libres, no se someten a una geometría preconcebida. Muchos paños son ciegos por motivos de orientación o de requerimientos interiores. Prácticamente cerrada hacia la calle, la casa se vierte hacia el jardín. Las aberturas son de acuerdo con las vistas y las orientaciones, con voladizos que las protegen. Los muros de contención se ajustan a la configuración natural del terreno y continúan la volumetría de la casa.
Color de los exteriores
Todos los exteriores tienen un aplanado rugoso, pintado de rosa intenso. Este color se inspira en muchos ejemplos de la arquitectura popular de la región y armoniza de maravilla con el vigoroso azul del cielo y con el verde de la vegetación. Los pisos de diversas áreas tienen materiales de barro de fabricación artesanal local. Se ha empleado la madera en profusión: en los ventanales, en el barandal de la terraza, en el piso de la estancia comedor y en la cubierta de la terraza principal. La casa expresa su ubicación geográfica y cultural remarcando las características constructivas y climáticas del lugar.
Tres legados
Es casi imposible publicar la amplísima trayectoria profesional del Arq. Zohn y los premios y distinciones que recibió, sin embargo, podemos apreciar su gran calidad humana en algunas frases que escribió en Alejandro Zohn, Arquitectura y ReflexionesPienso que la arquitectura, como producto humano, debe reflejar tres principios que me parecen básicos de una buena relación entre los humanos y en los que pienso que todos estamos de acuerdo. Estos son verdad, justicia y amor.A) Verdad. Creo que todo el mundo acepta que lo verdadero es preferible a lo falso. Por lo tanto, la arquitectura no debe falsear. No debe fingir lo que no es, como pretender que es de una época cuando es de otra; estar construida de un modo y aparentar ser de otro; tener unas condiciones y declarar otras. Debe expresarse y revelarse clara, espontánea, abiertamente, sin distorsionar, sin confundir. Por ejemplo, un edificio con enormes paños de vidrio hacia el poniente en zonas tropicales no irá de acuerdo a la verdad. B) Justicia. Esto implica, por un lado, un concepto de equidad entre los hombres, que en épocas anteriores no se consideraba. Implicaba una distribución equilibrada de los recursos. Antes era diferente: todo para el Faraón, o para el rey… Hoy nos preocupa que exista un trato justo. Mayor equidad. C) Amor. Si nos interesa el prójimo, si lo apreciamos, la arquitectura debe ser alentadora. Debe contribuir a que el hombre en lo individual y en lo comunitario tenga un impulso ascendente. Nos debe importar que el usuario se sienta animado, optimista y alegre. La monotonía y aridez van en contra del adecuado desarrollo del espíritu y manifiestan claramente un desprecio al hombre y una falta de amor. Algunas construcciones, de acuerdo a su función, tendrán más serenidad; otras serán más festivas. Hay campo para todas las variantes, para toda la imaginación, para toda la fuerza de expresión. Para todo deleite de la fantasía. Para soñar con lo bello y tratar de lograr que sea nuestra realidad. Una realidad que contribuya a que nuestra vida sea más plena. Si estos principios se observan, quizá veamos más congruencia en nuestra arquitectura y más armonía en nuestras ciudades. Y quizá lleguemos a tener un futuro mucho mejor.

El arquitecto Alejandro Zohn fue originario de Viena, Austria. Llegó a México en 1930, donde estudió ingeniería civil y arquitectura. Falleció el 4 de agosto de 2000. Sus obras han perdurado a través de los años.

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viernes, 5 de febrero de 2016


Por Héctor Medina Varalta

 

El Carmen es un barrio pequeño en extensión pero grande en lo que ha sido su historia. En la Guadalajara colonial fue considerado (junto al barrio de San Francisco) un lugar donde vivían las familias de abolengo o como dice la historiadora Lucía Arévalo Vargas, “lo mejor de la sociedad”. El conjunto de la iglesia y el convento del Carmen eran a su vez uno de los contornos con mayor valor patrimonial de aquella ciudad, cuyas orillas, hasta mediados del siglo XIX, eran las huertas delos carmelitas, ocupadas actualmente por el Parque de la Revolución y la Universidad de Guadalajara. La construcción de la Penitenciaría de Escobedo y la apertura de esa avenida que fue parteaguas del desarrollo del sector poniente, Juárez-Vallarta, detonarían ya a finales del siglo XIX la expansión de la ciudad y la aparición de las llamadas  “colonias” (la Americana o Porfirio Díaz y la Reforma, Francesa y Moderna) entre los años 1883 y 1906.

Origen de la calle Pavo

Ilustre aún al despuntar el siglo XX, barrio con prestigio. El Carmen atestiguó importantes cambios en la fisonomía urbana del centro de la ciudad como fue la apertura del Parque de la Revolución (1935) donde estuvo la penal de Escobedo, la ampliación de la avenida Juárez (1948-1950) y más tarde, la construcción de la Calzada del Federalismo o Eje Norte Sur (1976) y la puesta en operación del Tren Ligero (1989). Es un barrio que atesora historias propias, vivencias y tradiciones. La nomenclatura de sus calles es una mezcla de nombres ilustres: Manuel López Cotilla, el gran educador jalisciense; Mariano Barcena, tapatío excepcional del siglo XIX; o la calle 8 de julioque evoca la fecha que se considera decisiva en el acontecer de esta entidad. Posee inclusive una calle con la denominación popular, Pavo, en alusión a una tienda que había y a la costumbre de la gente de llamarla así.

Orígenes del barrio

Su templo continúa siendo preferido para las bodas de los aristócratas. El ex convento del Carmen es un importante crisol cultural en el centro. Durante mucho tiempo este entorno religioso y habitacional fue una de las orillas de la ciudad, la del poniente. Desde luego, la Guadalajara de los siglos XVII Y XVIII era reducida, de escasa población, integrada principalmente por iglesias y claustros que parecían rodearla (San Juan de Dios al oriente, Santo Domingo al norte, San Francisco al sur, Jesús María al poniente).

Respecto a los orígenes del barrio, el arquitecto Daniel Vázquez cita dos puntos de referencia: el primero, la construcción de fincas para familias adineradas de la colonia que vivieron en calles como Cerrada de Jesús María-San Cristóbal (hoy Mariano Bárcena-8 de julio), El Carmen (ahora la avenida Juárez) y Placeres (hoy Francisco I. Madero). El segundo tiene que ver con los padres carmelitas que construyeron un gran conjunto: iglesia, convento y huertas. Tenía más de diez hectáreas de extensión y abarcaba hasta la actual colonia Americana.

Conducción de agua potable

La iglesia del Carmen fue una de las más ricas de la ciudad, tanto por el contenido de su interior como por la vasta zona que en conjunto con el convento abarcaba, ya que varias de las actuales manzanas que circundan al templo-y que aún pueden admirarse-estaban dedicadas a dicho claustro y a sus célebres huertas. Según describe la historiadora Lucía Arévalo, “todo aquello, en conjunto, daba muestras de la magnitud de las obras, ubicadas en el sitio predilecto de la mejor sociedad tapatía que tenía gran estima y consideración por la Virgen del Carmen.”

La Orden de los carmelitas llegó a Guadalajara en agosto de 1595 y originalmente se asentaron en la Capilla de la Concepción, en donde estuvieron hasta 1610. Después se trasladaron a San Francisco y luego a Mexicaltzingo. A ellos se atribuyen las primeras obras de conducción de agua potable para la ciudad aprovechando fuentes por gravedad de origen cercano.



El convento

El convento no era de grandes dimensiones, pero su bello claustro de cantera, con arcos perfectos de medio punto, fue motivo de grande admiración en su época. Asimismo, tuvo fama por su biblioteca (de las más completas que había en la Nueva España) y sus cuadros, que fue un acervo producto de donaciones. Se afirma que su mejor momento, en tiempos de fray Manuel de San Juan Crisóstomo Nájera, aconteció en los años 1834 y 1849. Sobrevino después de su decadencia, propiciada por factores ajenos (la intervención del estado en los bienes de la iglesia y por los enfrentamientos entre liberales y conservadores). Al respecto, la historia consigna que las propiedades que tenían los carmelitas fueron el principal patrimonio que perdieron. Los liberales, por ejemplo, piden y obtienen de ellos tres cuartas partes de lo que eran sus huertas a fin de construir la Penitenciaria de Escobedo (1845-1932). Años después, los mismos liberales trataron de apoderase del convento para hacerlo un hospital militar y al no conseguirlo se originó un serio conflicto con la orden religiosa.

Penitenciaría de Escobedo

En 1859 una parte fue ocupada para el cuartel militar de Guerrero y no faltaron otros contratiempos para los carmelitas. Ocurrió durante el sitio de la ciudad, dentro del enfrentamiento que protagonizaron el 27 y 28 de octubre de 1860 las tropas de liberales y conservadores, donde el convento resultó blanco de los cañones quedando seriamente mutilado al igual que la iglesia. Su restauración tardó varios años, hasta 1890 o 1895, rehabilitándose con un estilo afrancesado. Para entonces todo el entorno había cambiado a partir de que abrió la Penitenciaría de Escobedo. Don Mariano Otero fue quien propuso un primer proyecto de la misma y se pensó en primera instancia en que el sitio adecuado para construir dicho reclusorio podría ser al oriente del actual Parque Morelos (La Alameda) cruzando el río de San Juan de Dios o bien hacia el rumbo del Agua Azul. Finalmente, se optó por construirla en terrenos que habían sido de la huerta del convento del Carmen, hacia el poniente, y que tenían uso agrícola solamente. El 24 de mayo de 1845 se colocó la primera piedra por el gobernador Antonio Escobedo y el alcalde Jesús López Portillo, con una aportación inicial de 20 mil pesos para las obras, que tardaron varios años en construirse. La incertidumbre política de esos tiempos fue un factor determinante en la lentitud de los trabajos.

Escobedo fue más que un reclusorio. Detonó el desarrollo del sector poniente de la ciudad en el último tercio del siglo XIX. El proyecto original fue de Carlos H. Nebel, autor de los célebres grabados mexicanos de la primera mitad de ese siglo; pero el proyecto fue modificado luego por don Juan Ramón Cuevas quien inició la obra, siendo concluida por el ingeniero David L. Bravo con su pórtico neoclásico tan similar al del Teatro Degollado. Entró en funciones, al parecer, hasta 1861k, luego del conflicto que hubo en 1869 entre liberales y conservadores. El reclusorio fue bendecido por el ilustre canónigo don José Luis Verdía y de acuerdo a registros que subsisten de su historia, la inauguraron 39 reclusos, de los que dos eran mujeres acusadas de homicidio (aunque existía una cárcel femenil, llamada de Las Recogidas, en El Pilar)

Fuente: Barrio del Carmen, Guillermo Gómez Sustaita; El corazón de Guadalajara, Lucía Arévalo Vargas.

 

Inmuebles históricos Barrio del Carmen

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