La circunstancia en cómo se formó Alejandro Zohn como arquitecto, fue un fenómeno singular e irrepetible. En la notable generación de la que formó parte, Alejandro fue columna imprescindible y elemento de contraste; lo sigue siendo para la arquitectura jalisciense… Alejandro Zohn compartía la visión de sus compañeros, pero no enteramente: su arquitectura siempre se coció bastante aparte. Entre los factores que explican esto se encuentra su diferente cultura materna y su formación como ingeniero, que le sembró un pensamiento de mayor complejidad técnica y le ayudó a adueñarse, desde el principio, del concreto armado, material que convertiría casi en su emblema (en una época que era mal visto como algo vulgar que había que encubrir), y al cual dedicó su tesis de recepción como arquitecto-. Arq. Fernando González Cortázar en “Algunas cosas sobre Alejandro Zohn”.
La casa de Loma Larga
En el libro Arquitecturas y reflexiones que el Arq. Zohn escribió se pueden apreciar sus innumerables creaciones, una de ellas es la Casa de Loma Larga que se sitúa en una de las pocas áreas de la ciudad que tienen configuración accidentada, lo que la hace contar con una vista estupenda. El proyecto se adaptó al terreno y tomó el jardín y el paisaje como elemento regente, sin sacrificar la privacidad de la vivienda. Como la mayoría de las casas de la colonia, se cierra prácticamente hacia la calle, por un deseo de intimidad y seguridad. Este esquema es heredado probablemente de nuestra arquitectura tradicional. El ingreso se efectúa por medio de un pequeño patio escalonado que da acceso al vestíbulo. Desde ahí se abre la vista al paisaje a través de la estancia y de la terraza.
Formas libres
Los recintos principales de la casa tienen ventanas corredizas que pueden abrirse y ocultarse por completo en nichos naturales. Al desaparecer de la vista los vidrios, se obtiene una verdadera continuidad entre espacios interiores y exteriores. El clima benigno de la ciudad permite vivir así, abriéndose al exterior la mayor parte del año. Las formas son libres, no se someten a una geometría preconcebida. Muchos paños son ciegos por motivos de orientación o de requerimientos interiores. Prácticamente cerrada hacia la calle, la casa se vierte hacia el jardín. Las aberturas son de acuerdo con las vistas y las orientaciones, con voladizos que las protegen. Los muros de contención se ajustan a la configuración natural del terreno y continúan la volumetría de la casa.
Color de los exteriores
Todos los exteriores tienen un aplanado rugoso, pintado de rosa intenso. Este color se inspira en muchos ejemplos de la arquitectura popular de la región y armoniza de maravilla con el vigoroso azul del cielo y con el verde de la vegetación. Los pisos de diversas áreas tienen materiales de barro de fabricación artesanal local. Se ha empleado la madera en profusión: en los ventanales, en el barandal de la terraza, en el piso de la estancia comedor y en la cubierta de la terraza principal. La casa expresa su ubicación geográfica y cultural remarcando las características constructivas y climáticas del lugar.
Tres legados
Es casi imposible publicar la amplísima trayectoria profesional del Arq. Zohn y los premios y distinciones que recibió, sin embargo, podemos apreciar su gran calidad humana en algunas frases que escribió en Alejandro Zohn, Arquitectura y Reflexiones: Pienso que la arquitectura, como producto humano, debe reflejar tres principios que me parecen básicos de una buena relación entre los humanos y en los que pienso que todos estamos de acuerdo. Estos son verdad, justicia y amor.A) Verdad. Creo que todo el mundo acepta que lo verdadero es preferible a lo falso. Por lo tanto, la arquitectura no debe falsear. No debe fingir lo que no es, como pretender que es de una época cuando es de otra; estar construida de un modo y aparentar ser de otro; tener unas condiciones y declarar otras. Debe expresarse y revelarse clara, espontánea, abiertamente, sin distorsionar, sin confundir. Por ejemplo, un edificio con enormes paños de vidrio hacia el poniente en zonas tropicales no irá de acuerdo a la verdad. B) Justicia. Esto implica, por un lado, un concepto de equidad entre los hombres, que en épocas anteriores no se consideraba. Implicaba una distribución equilibrada de los recursos. Antes era diferente: todo para el Faraón, o para el rey… Hoy nos preocupa que exista un trato justo. Mayor equidad. C) Amor. Si nos interesa el prójimo, si lo apreciamos, la arquitectura debe ser alentadora. Debe contribuir a que el hombre en lo individual y en lo comunitario tenga un impulso ascendente. Nos debe importar que el usuario se sienta animado, optimista y alegre. La monotonía y aridez van en contra del adecuado desarrollo del espíritu y manifiestan claramente un desprecio al hombre y una falta de amor. Algunas construcciones, de acuerdo a su función, tendrán más serenidad; otras serán más festivas. Hay campo para todas las variantes, para toda la imaginación, para toda la fuerza de expresión. Para todo deleite de la fantasía. Para soñar con lo bello y tratar de lograr que sea nuestra realidad. Una realidad que contribuya a que nuestra vida sea más plena. Si estos principios se observan, quizá veamos más congruencia en nuestra arquitectura y más armonía en nuestras ciudades. Y quizá lleguemos a tener un futuro mucho mejor.