by Ernesto Piedras
El robo de dispositivos celulares se ha instaurado en México como un riesgo permanente para todos los usuarios de las diversas gamas, alta, media y baja.
Sin duda, con una mayor incidencia y ocurrencia en lugares como el transporte y eventos públicos, entre muchos otros.
La Numeralia del Robo y Pérdida de Smartphones. De acuerdo con The CIU (bit.ly/43cy4jG), durante 2024, se comercializó un total de 32.7 millones de smartphones en el paÃs, 1.5% más que en 2023, junto con este crecimiento, aumentó también el número de dispositivos perdidos y robados.
Al cierre del año, 2.2 millones de smartphones fueron sustraÃdos o extraviados, lo que representó un impacto económico en términos de merma por $10.2 mil millones de pesos para los bolsillos de los usuarios.
Los delincuentes no solo encuentran vÃctimas en el transporte público o las calles, sino que también aprovechan la reventa de estos dispositivos en mercados informales, ilegales y digitales, a pesar de los esfuerzos por bloquear los IMEI de equipos robados.
Seguros: Una Alternativa. Una solución para mitigar las pérdidas económicas y asegurar la inversión de los usuarios es la contratación de seguros para smartphones.
No obstante, en México, escasamente 1 de cada 10 usuarios protege su dispositivo con un seguro. Las razones principales detrás son la falta de conocimiento sobre estos productos y la percepción de que son costosos, aunada a la limitada cultura de adopción de seguros que prevalece en general en nuestro paÃs.
Este bajo Ãndice de protección expone a los usuarios a pérdidas significativas y deriva en una adquisición inmediata de un equipo nuevo o seminuevo, tras un robo o extravÃo.
Este ciclo de renovación forzada tuvo lugar en 9.2 de cada 100 casos, durante el cuarto trimestre de 2024, prácticamente el doble que al inicio del año (4.7 de cada 100 casos).
PANAUT: Una Solución Ineficaz. Ante la creciente incidencia delictiva, se han promovido o se pretenden instrumentar medidas como el Padrón Nacional de Usuarios de TelefonÃa Móvil (PANAUT), que a pesar de que nunca ha tenido vida, buscarÃa registrar la información biométrica de los usuarios.
Esta propuesta, además de ser invasiva y riesgosa para la privacidad de potenciales vÃctimas y no de los delincuentes, no ofrece una solución real contra el robo de celulares. Experiencias internacionales han demostrado que las estrategias más efectivas para combatir este delito que no requieren el registro de usuarios.
Lecciones Internacionales. Destacan por su efectividad experiencias como la del Reino Unido y Australia que implementan el bloqueo total de equipos robados, en los que los operadores impiden la reactivación de dispositivos reportados, incluso si se cambia el IMEI.
Además, en EUA un sistema de bases de datos compartidas entre operadores permite que los celulares robados no puedan ser utilizados en ninguna red, dificultando su reventa y reduciendo su atractivo para los delincuentes.
Otra medida clave es la regulación estricta de la reventa, aplicada en paÃses europeos, por la que las tiendas que adquieren celulares usados deben verificar su procedencia.
Asimismo, diversas campañas de concientización han incentivado a los usuarios a reportar de inmediato el robo de sus dispositivos, asegurando su bloqueo y reduciendo las oportunidades para el comercio ilegal de estos equipos.
El robo de celulares en México es un problema que necesita soluciones reales y puestas a prueba. Medidas como el PANAUT son una distracción que no ataca la raÃz del problema. En cambio, México deberÃa fortalecer los mecanismos de bloqueo de dispositivos, mejorar la cooperación entre operadores y las autoridades, regular la reventa de celulares y fomentar la contratación de seguros.
Sin acciones concretas, este fenómeno seguirá en aumento, impactando tanto a los usuarios como a la incidencia delictiva. Es momento de implementar estrategias eficaces y aprender de las mejores prácticas internacionales.
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