En el transcurso de la emergencia sanitaria global, la logística ha experimentado un avance tecnológico y operativo equivalente a por lo menos cinco años del ritmo que mantenía antes de la pandemia, explica Experta CETYS
A nivel internacional, la pandemia orilló a los profesionales de la logística a romper paradigmas y buscar nuevas formas de hacer las cosas, en respuesta a las nuevas circunstancias y a las recomendaciones sanitarias que provocaron que millones de consumidores se mantuvieran confinados en casa; todo esto con alta eficiencia, rapidez y calidad, propiciando la innovación y el beneficio para sus clientes directos e indirectos.
Dicho aceleramiento equivale a por lo menos cinco años de avance, comparados con el ritmo de trabajo que se sostenía antes de la pandemia, registrados en apenas dos años reales. Sin embargo, persiste el desafío de cómo continuar llevando los bienes de consumo hasta los hogares alrededor del mundo, explicó la Dra. Bertha Martínez Cisneros, coordinadora de la Licenciatura en Logística Internacional de CETYS Universidad Campus Mexicali.
La época actual está siendo determinante para los profesionales de esta área, quienes están demostrando que el verdadero valor y diferenciador de las empresas, tanto pequeñas como medianas y grandes, radica en el desarrollo de su cadena de suministro, y en su capacidad de garantizar que durante todo el proceso de elaboración del producto o servicio que proveen, puedan contar con lo necesario para satisfacer a su mercado meta en un menor tiempo que sus competidores, y con igual o mayor calidad.
“La logística es más que transporte o métodos de traslado, se compone por más aristas y gracias a la pandemia se visualizó en gran medida la vital importancia de tener profesionales en los emprendimientos o empresas en ellas, para garantizar que esa última milla hacia el consumidor final sea satisfactoria”, señaló la coordinadora, enfatizando en las tres principales lecciones que deja la pandemia a las empresas mediante la logística internacional:
- Es fundamental tener la capacidad de garantizar que el producto o servicio que se brinda se encuentre donde el cliente meta lo requiere, es decir, mantener o propiciar puntos de venta accesibles a este y un sistema de distribución que garantice la satisfacción de la recepción de la venta en donde lo necesite el consumidor
- Conocer la capacidad instalada de producción y evaluar el pronóstico de ventas al compararlo con el historial de demanda es clave para un mejor manejo de inventarios acorde a números reales que permiten la toma de decisiones estratégicas
- Crear, mantener o mejorar la omnicanalidad de distribución, es decir, tener la viabilidad de diversos mecanismos de distribución de los productos, tanto en el formato análogo como digitales.
“Aquellas empresas que crecieron, entendieron la tendencia del consumidor, se adaptaron a los cambios disruptivos y fueron ejemplo de la resiliencia empresarial que el nuevo mercado demanda”, concluyó la especialista.
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