* por CHARLY DE BALZAC
Una
vez mas como " eterno trashumante" de la noche monte la Charley
Davinson , me puse el casco y la gabardina para dirigirme a mi casa es
decir, la Casa del Poeta, el motivo celebrar el Día Mundial de la Poesía, con una lectura en voz alta con poemas de Alí Chumancero. El evento convocado por la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México
(SCCDMX) el pasado 21 de marzo. Vale detallar que este lugar fue la
última morada de Ramón López Velarde, a la par el cantautor español Rafael Sobrado abrió el programa conformado con la lectura de los poemas más emblemáticos de Alí Chumacero en voz de los escritores Hernán Bravo Varela y Carmen Nozal.
La velada musicalizada con los poemas “Mi casa”, de Guadalupe “Pita”
Amor; “Quitapenas”, de Elsa Cross, y “Quiero decir que te amo y no lo
digo”, de Concha Urquiza, Sobrado emocionó al público, entre quienes se
encontraba Luis Chumacero, hijo del Premio de Poesía Jaime
Sabines-Gatien Lapointe (2003). Este evento, se significó por ser el
primero de los homenajes que realizará la Secretaría de Cultura
capitalina durante el año con motivo del centenario del natalicio de Alí
Chumacero. A la par la voz de Carmen Nozal —poeta española radicada en
México desde 1986— se escuchó “Amorosa raíz”, primer poema que el
escritor nayarita publicó en la revista Tierra Nueva y que forma parte del libro Páramo de sueños
(1940). Asi las cosas, dicho recinto cultural la Casa del Poeta ─esta
ubicada en Álvaro Obregón 73, a unas cuadras de la casa de Carmen Nozal,
que llegó a visitar quien es considerado una de las grandes voces de la
poesía hispanoamericana del siglo XX─, Hernán Bravo Varela compartió
desde su punto de vista por qué Chumacero dejó de escribir poesía luego
de publicar su tercer y último libro, Palabras en reposo (1956). En tanto de Alí Chumacero, autor del poemario Imágenes desterradas
(1948), Bravo consideró que guardó un “silencio irreverente” de más de
medio siglo que sigue cosechando, al día de hoy, galardones al mérito de
un gesto o despertando inverosímiles sospechas en torno al interés de
su poesía.“Si hablé de un silencio irreverente es porque el propio
Chumacero se complacía —y, por qué no decirlo, se divertía horrores —
con los alcances públicos de su renuncia. La comparación con Juan Rulfo,
aunque desmesurada, resulta ineludible; más que por la calidad
comparativa de ambos, por el lucro involuntario de su silencio”. Por su
parte Hernán Bravo Varela, quien conoció a Chumacero, Palabras en reposo
es el mejor de sus poemarios, donde “abandona aquel limbo inmaculado,
hace una visita al infierno de los otros y divide su comedia en breves
monólogos dramáticos: lírica de la representación, teatro poético de
cámara. Sus Virgilios son adúlteros y viudos, padres e hijos, suicidas y
holgazanes. Sus Beatrices son bailarinas, esposas, vírgenes y
prostitutas”. Al final la poeta Carmen Nozal recordó que en alguno de
los encuentros que sostuvo con Chumacero el escritor nayarita entre
broma y broma decía que la poesía era una enfermedad que podía ser
tolerable en la juventud, pero que consideraba imperdonable escribirla
después de los 40 años. Por lo que “Después de los 30 años con su último
libro, que tiene un rigor en el lenguaje impresionante, dejó de
escribir poesía. Recuerdo que le preguntaban: ‘¿Don Alí, ya no volverá a
escribir poesía?’, y contestaba: ‘No, yo ya dije todo lo que tenía que
decir’. Algo que en su momento también respondía el maestro Juan Rulfo”,
relató la autora de Palabra interior.
A casi ocho años de la partida del escritor mexicano, Luis Chumacero
rememoró que en la poesía de su padre hay homenajes que no se leen a
simple vista, como los que hizo a los versos de Xavier Villaurrutia, y
agregó que quien trabajó de manera ardua en el Fondo de Cultura
Económica (FCE) se describía de manera sarcástica como “obrero de las
letras”. Entre otras anécdotas, también contó en quién se inspiró su
padre para escribir el poema “Los ojos verdes”, que leyó Carmen Nozal.
“Un día le pregunté de dónde había salido esa mujer de los ojos verdes,
pensábamos que podía ser una actriz, y no, era una señora que iba todos
los días a una fonda y tenía unos ojos muy hermosos”. La poeta española
evocó el concepto que Alí Chumacero tenía sobre la poesía. “La poesía
depende de la emoción, del sentimiento. Digamos que el amor, el dolor,
son emociones que no sólo ayudan a conocer al mundo, sino a penetrar sus
misterios; de lo que se trata más bien es de intuición y no de
razonamiento”. Vale recordar que el Día Mundial de la Poesía fue
declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación,
la Ciencia y la Cultura (Unesco) en 1999 durante un periodo de sesiones
realizado en París, con el propósito de apoyar la diversidad lingüística
a través de la expresión poética y dar la oportunidad a las lenguas
amenazadas de ser un vehículo de comunicación artística en sus
comunidades respectivas. * poeta trashumante de la noche , del mezcal y
de las redes sociales
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