Rosa Barocio,
pedagoga, psicóloga, escritora y conferencista
by Héctor Medina
Varalta
Guadalajara,
Jalisco, enero de 2018. Educar con conciencia significa alentar al niño en su
proceso de maduración, ofreciéndole apoyo, aceptación y amor incondicional.
Suena sencillo, pero nadie nos enseña cómo hacerlo. Por un lado vemos que el
autoritarismo de nuestros padres y maestros no funciona y por el otro vemos que
la permisividad trae graves consecuencias. Con consejos prácticos, sensibilidad
y gran sentido del humor, Rosa Barocio proporciona, basada en su amplia
experiencia, una guía clara para la difícil tarea que resulta ser padres y
maestros y educar con conciencia. El libro Disciplina con amor: cómo poner límites sin
ahogarse en la culpa tiene diez años que se editó, pero la autora acaba
de revisarlo e incluyó dos capítulos muy importantes: uno sobre la tecnología y
el otro sobre cómo regresar a los niños a su cama. Cuando la autora escribió el
libro ya había tecnología, pero no tenía el lugar tan preponderante que tiene
en la actualidad en donde los escolares de primaria tienen celulares, están muy
conectados a Internet, videojuegos y estamos viendo que también los padres de
familia están conectados a las redes sociales, y hay una gran desconexión con
los hijos, pues estos últimos están viviendo en este mundo virtual.
Poniendo límites
Por
lo general, la mayoría de los padres no saben qué están viendo los jóvenes;
antiguamente entraban en contacto con la pornografía entre los 11 y 13 años. En
la actualidad se está viendo que los niños entran en contacto con la
pornografía mucho más chicos, se ha observado en niños de 7 a 10 años. No es
porque el niño busque la pornografía, es porque le aparece en la pantalla, y si
los padres no están pendientes el niño se asusta o la comparte con sus amigos.
Es así como se hace este congestionadero en un grupo de un salón de clases,
porque en vez de acudir con sus padres o algún adulto de confianza, empiezan a
compartirlo con todos sus contactos. La sugerencia que Rosa Barocio comparte,
es que los padres estén presentes, atentos y que pongan límites en el uso de la
tecnología, que no estén todo el día conectados y que compensen su uso con
actividades físicas, con lectura, juegos de mesa, sentarse a conversar para que
no se de esta desconexión social, pues se está viendo los efectos de la tecnología
que afecta también en su atención, ya que se está detectando hiperactividad,
falta de atención en la escuela, inquietud, nerviosismo, y también está
relacionado con la falta de sueño.
Tecnología sin
supervisión=peligro
Si los padres dejan
que el niño se quede con el celular, la Tablet o el Lap top en su cuarto en la
noche, pues piensan que está dormido cuando en realidad se encuentra chateando.
Además, es darle una herramienta al niño que si uno no está al pendiente puede
contactar a cualquier persona. Cuando hablo con los padres de los niños les
pregunto que si dejarían solo a su hijo de 4 años en un parque, pues se ven que
las personas que están ahí se ven buenas personas. La respuesta es un rotundo
no, pero eso es lo que están haciendo a sus hijos cuando lo dejan con la
tecnología sin supervisión: se deja solo al niño en manos de quién sabe. Por lo
tanto, hay que tener cuidado y estar presentes. En lo particular, me gusta la
tecnología, en ningún momento quiero dar a entender que la tecnología es mala o
no hay que utilizarla. No, la tecnología es una herramienta increíble, pero hay
que usarla responsablemente. Eso quiere decir, que los padres debemos estar a
cargo. Les sugiero a los padres, que antes de dormir, les pidan a sus hijos que
les entreguen físicamente el celular, la Tablet, la Lap top y se queden lejos
de su alcance.
Hábito en el buen
dormir
Solo así se puede
asegurar que el niño va a dormir. Muchos de los problemas que se están viendo
en los niños es que ya no duermen lo que necesitan dormir, pues para el
desarrollo del cerebro, el sueño es indispensable. Se ha observado que los
niños de preescolar están durmiendo una hora menos que hace 30 años y los niños de primaria y más mayores
también. Uno puede decir: “qué más da”, pero esto afecta su rendimiento
académico y evita que el cerebro termine de madurar. Para que el cerebro madure
el niño necesita dormir las horas que necesita para que procese el
conocimiento; es a través del sueño que se procesa el aprendizaje de la
escuela. El acostarse a cierta hora es un hábito, hay que crearlo. Al
principio, obviamente, se va a resistir el niño, pero a la larga se va
acostumbrando y eso permite que tenga un desarrollo físico y emocional
sanamente. Está comprobado que la falta de sueño afecta a los adolescentes,
influye en la depresión, en la inestabilidad emocional. Si los padres de
familia quieren que sus hijos estén sanos, tienen que asegurarse que están
durmiendo. Pasando a otro punto, algunos niños tienen la costumbre de bajar de
su cama para irse a dormir en la de los papás. Desafortunadamente, cuando los
niños duermen con sus padres; en primer lugar nadie descansa bien. Por
supuesto, cuando se trata de un recién nacido, los primeros meses, la madre
necesita estar físicamente con el bebé. Pero conforme va creciendo, es
indispensable que la madre pueda descansar igual que el padre y que el niño
también tenga su propio espacio para que vaya conformando su sentido de
individualidad. Cuando los niños siguen durmiendo con los padres y ya tienen 3,
4 o 5 años, es semejante cuando se desteta al niño y es muy grande. En cambio
cuando el niño tiene 8 9 o 10 meses y se acostumbra a estar en su cuna o en su
recámara, por supuesto, el proceso es muy fácil. En el libro hay un capítulo
completo acerca de este tema.
Necesidad de tener
nuestro propio espacio
En
mi época no había el problema de que los niños se durmieran en la cama de sus
padres, era muy raro cuando sucedía, es decir, cuando el niño tenía una
pesadilla o cuando estaba enfermo. Es esporádico cuando el niño duerma con los
padres: si tuvo una pesadilla, le dolía el oído o el estómago, cuando es una
excepción, cuando es una excepción como estas, no hay problema, si se regresa a
su cama o a su recámara, sin embargo, en la actualidad, los padres ya los
acostumbraron y muchos padres se quejan de que no descansan lo suficiente:
ellos ni los niños. El niño de 3 o 4 años está dando patadas para que lo suban,
a veces hasta son dos hijos y la pareja no tienen un espacio ni un tiempo para
estar solos como pareja. Esta es una parte también bastante importante; esta
necesidad de tener nuestro propio espacio como adultos en donde puede uno
descansar de ser padre, porque es cansado ser padre.
Amor a su profesión
magisterial
Rosa
Barocio es maestra, es educadora, no tiene clínica ni da terapia pero los
padres se acercan con sus problemas y ella los asesora, generalmente por
teléfono o si viven en Puebla, la ven directamente. Asesora a los padres para darles
una orientación para que sepan a quien acudir cuando los problemas, a veces,
son más delicados. Cuando el problema es sencillo, ella los ayuda, a veces los
tiene que referir a un terapeuta, a un psicólogo o a un psiquiatra.
0 Comments:
Publicar un comentario