viernes, 22 de diciembre de 2017

Mujeres que hacen historia


Gloria Beléndez- Ramírez, presentó en la FIL Orgasmos espirituales

Por Héctor Medina Varalta

Guadalajara, Jalisco, diciembre de 2017. Primeramente Gloria quiso compartir una profunda verdad: lo que es saber querer morir, para ahora vivir sabiendo que me voy a morir viva y nunca más voy a vivir muerta. La escritora está segura que todos somos la felicidad misma porque ella fue infelicidad por no haber comprendido, que en lugar de criticar y juzgar, hay que escuchar. Su niñez proviene de una pareja que se quiere mucho pero son muy estrictos, sin embargo, ahora sabe el porqué de cómo la educaron. No obstante, gloria sintió rechazo y sentía que no la querían porque le hablaban con palabras fuertes: “pedazo de burro”, “no sabes hacer nada” y otras cosas que la hirieron sin poder comunicarse porque no se le permitía hablar, y son cosas que el niño lo entiende. Desde muy pequeña tenía que hacer la cama, y si no lo hacía a la correctamente la tenía que hacer nuevamente. Por supuesto, as palabras que la obligaban a repetir dicha acción no eran nada cariñosas: “¿Por qué no haces nada bien?” en la actualidad se siente muy agradecida con su madre porque puede hacer todo perfecto, pero en su momento, le hiso sentir que no era querida; y de dolores de estómago pasaron a dolores de corazón, no podía respirar, incluso la tuvieron que intervenir quirúrgicamente y a los 11 años tuvo su primer ataque epiléptico.


Adicta a la hormona del estrés
Ahora sé que es porque yo no me quería. Cuando tú no te quieres, estamos tan perfectamente hechos que  nuestro cerebro entiende que estamos ante un estado de alarma y nos nada la hormona del estrés para que corramos o nos defendamos; no era un perro que me estaba siguiendo para perderme, ni tampoco era un mamut que me iba a aplastar, era mi pensamiento que decía: “¿ahora de qué cosa me van a gritar o qué me van a decir? No es que me hayan golpeado mucho, pero vivía siempre en la intensa angustia de pensar: “¿Ahora qué me va a venir? No soy nadie. Entonces, cuando uno cree que no es nadie, no crees en nadie, vives sola, pues en la escuela hasta la hora del recreo estaba sola y eso es lo que estaba pasando en mi cerebro, pero yo no lo sabía. El cerebro no sabe si es un perro es el que te va a morder o es el miedo a la madre o a que se burlen de uno. Todo eso es un temor, y esto se hace un vicio, pues fui adicta a la hormona del estrés que segrega una sustancia química.

En armonía con el infinito
Por otra parte, mis papás fueron maravillosos, ya que viajamos, eran muy pachangueros, pero yo los veía como atrás de la celda. Aproximadamente a los 15 años me operan de las anginas y mi padre está entrando a mi cuarto trayéndome un jugo extranjero; recién salida de la anestesia y doliéndome la garganta. En ese momento derramé una lágrima y me dije, “si me quiere”. Ahí fue donde entendí que si me querían. Nunca hablamos de eso. Ellos nunca supieron que me quería morir, no tenían la remota idea de eso. Ahora es todo lo contrario, pues ahora permito a mi cerebro sentir la hormona de la felicidad. Cuando uno respira profundamente y exhalamos nos encontramos endorfinado, puede uno estar en armonía con el infinito, pues nos encontramos conectados con la luz que nos creó. En ese estado escuché una voz: “Pregúntales cómo los educaron”, le pregunté a mi madre y me entero que ella tuvo un trato más severo de parte de mi abuela, que era mi ángel.

No es la vida, sino lo que tú piensas de la vida
Ahí empecé a entender, por eso no hay que juzgar, mejor escuchemos y empecemos a tomar acción desde nuestra zona de confort; no te salgas-como muchos dicen- de tu zona de confort, hazla más grande, pero si me tengo que salir de ella y lucho, lucho y lucho y nada me sale bien, me voy a quedar ahí, porque estoy pensando en salirme de la zona de confort. Mejor me quedo en ella, pues sé que esa luz que me creó está conmigo, respiro y exhalo profundamente y de repente llega la calma. ¿Tú has visto a un pájaro que se queje? No, pues está cantando todo el día: llueve y canta; neva y canta; sale el sol y canta. Ese es mi mensaje: cómo repercute tu manera de ver la vida en tu cerebro: no es la vida sino lo que tú piensas de la vida. Tu cerebro te va a mandar endorfinas, si tú estás en estado de agradecimiento, el espacio intercelular se abre y la luz que te creó corre en todo tu cuerpo, así como corre la sangre por tus venas. Estás en tu estado de confort, ahí quédate, agradecido, estás contento con todo y todo lo ordinario se convierte en extraordinario, pues entre más agradeces, más endorfinanado, más salud, más bienestar y abundancia atraes a tu vida. Ahora vamos al otro lado cuando yo era niña: “pobre de mí”, “nadie me quiere.”   El cerebro está sintiendo eso, nada el cortisol, el espacio intercelular se cierra, la luz que me creó no puede correr, vivo en el miedo; es la situación del que se está ahogando, tiene tanto miedo que el que viene a ayudar es pateado y se ahogan los dos. Si estás en estado de agradecimiento, te quedas quieto, dejas que te lleven a la orilla y te salvas, al otro le das sus besos porque te salvó. Ese es mi mensaje.


Nueva forma de percibirse
Gloria Beléndez- Ramírez llegó a hablar diez idiomas, tres de ellos no los ha usado, pero están en su memoria, nunca pensó en tener qué hacer esto o tener qué hacer aquello, lo único que hiso fue ser feliz en el momento, y así como ella va caminando, se va abriendo la brecha, eso es todo: saber que eres perfecto tal y como eres y lo mismo es para la persona que está frente de ti, porque si yo soy perfecto, tú también lo eres, pues los dos somos creaciones divinas. No estábamos, se conocen nuestros padres y estamos. Eres un milagro: tus ojos ven. Gloria comenta que antes veía sus ojos y los veía chiquitos; veía su nariz y la veía grande, no se quería nada. Ahora ve a sus ojos en el espejo en las mañanas y les da las gracias porque puede ver, su nariz le permite respirar y vivir, además está tan bien hecha que puede detectar el olor del café, del té, la hierba, un platillo y los oídos pueden detectar si es el sonido de la llave del agua que está cayendo o si es la voz de su madre que la está llamando, soy un milagro caminando igual que tú, igual que ella, igual que él, igual que la cucaracha, igual que el escorpión, todos somos perfectos.

Liberándose de los viejos conceptos
Así como yo tengo los ojos cafés, sin embargo, tengo el cuerpo mediano, no soy alta y tengo el cabello castaño, así tenemos nuestros talentos, pero a quienes nos están leyendo les digo: ya eres perfecto como eres y no hay que creer-si es ese el caso- que si no tienes un estudio, eres peor o mejor que nadie. Se ha hecho como una industria o como una idea de que si no tienes título universitario no vas a hacer nada en la vida. Mis papás me lo dijeron gran parte de mi vida: “Estudia o no vas a ser nadie, o ¿quieres ser barrendera? Yo pregunto, “¿qué tiene de malo ser barrendero?” y cómo viviríamos si no hubiera barrenderos. Los barrenderos pueden ser tan sagrados como cualquier dueño de cualquier empresa. Quiero que todo mundo que esté leyendo estas líneas, se libere de la idea de que “si no estudio, no soy nadie” y que empiecen a saber que ya eres perfecto tal y como eres.

Descubriendo los talentos
Si tú puedes respirar, inhalar el oxígeno, tus pulmones filtran el bióxido de carbono y mandan el oxígeno al corazón y este lo envía a las arterias, venas y capilares y todo su cuerpo para oxigenarlo y los pulmones permiten que tú exhales lo que puede intoxicar a tu cuerpo para que los alveolos hagan su trabajo y te renueves en cada respiro. No necesitas estudios, cuando te quieres todo puedes lograr. Olvida todo lo negativo que te dijo tu madre, tu padre, el maestro o tu hermano, no lo hicieron de mala fe, así los trataron. Recuerda que eres perfecto, empieza a dar gracias a tus ojos, nariz, oídos y vas a aprender que eres perfecto y así saber cuáles son tus talentos. Antes no vas a poder saberlo porque estás muy ocupado queriendo ser alguien y estás luchando y luchando tratando de ser alguien, olvidando que ya lo eres, pues si no te quieres y no te aceptas como eres, no vas a saber cuáles son tus talentos.

Las cosas más bellas de la vida son sencillas
El libro Orgasmos espirituales… encuentros vívidos en el ahora, como todas las cosas buenas de la vida, está escrito en un lenguaje sencillo y ameno. Son las experiencias de la autora alrededor del mundo. Tal vez te preguntes, ¿qué es un orgasmo espiritual? Para Gloria Beléndez- Ramírez, es simplemente la esencia de lo que está hecha la existencia; una palpitación íntima y constante con el Ser; una conexión profunda con el Todo, vivo, con un crescendo de consciencia, una explosión del Entender; un vistazo instantáneo al Ohhhhh… Waaaawww… El sentimiento de sólo Saber que no hay nada que saber… Sólo eres en un sublime silencio interior; la más alta frecuencia de onda en tu cuerpo que te hace temblar, lagrimar, expandiendo cada célula de tu cuerpo en total contento, gratitud y dicha.



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