Con las demandas de conexiones inalámbricas eficientes en las oficinas, los operadores enfrentan un desafío en la transición de sus infraestructuras de red.
Con el avance tecnológico, la conectividad inalámbrica se ha convertido en un requisito primordial en las oficinas modernas. Pero incluso cuando se despliega una red inalámbrica como la red primaria, no significa realmente que no exista ningún cable; por ello resulta que la oficina inalámbrica o “sin papeles” no lo es totalmente. Para admitir un entorno laboral cada vez más inalámbrico y poder soportar la creciente proliferación de dispositivos conectados, es muy probable que, de hecho, la oficina inalámbrica tendrá incluso más cables.
“El término ‘oficina sin papeles’ se usaba comúnmente a finales de la década de los 60’s y principios de los 70’s para describir lo que sería la oficina del futuro, donde el papel desaparecería; no obstante, esa realidad está aún alejada”, comenta Matias Peluffo, Director de Soluciones de Fibra para Planta Interna y Data Center Asia/Pacífico en CommScope. “Aunque actualmente se pueden tener documentos digitales de la nube en segundos, prácticamente en cualquier lugar y momento, la oficina totalmente ‘sin papeles’ aún no existe y parece que todavía queda un largo camino por recorrer”.Con el uso de la tecnología inalámbrica en aumento, planificar la cobertura y capacidad de una red de este tipo es fundamental para lograr su eficiencia; pero incluso con todos los avances, la oficina inalámbrica está demorando en llegar. Muchos departamentos de TI de grandes empresas están evaluando opciones para implementar sólo redes inalámbricas, sin embargo, hay evidencia de que el cambio hacia esta tecnología como la red principal puede hacerse de mejor forma si se hace gradualmente y, sobre todo, adaptándola a los requisitos de los usuarios y el entorno del edificio, incluso si esto implica tener que implementar soluciones de cableado adicionales.
Para Matias Peluffo hay tres ejemplos claros de los escenarios reales en el entorno corporativo que pueden ocurrir al momento de buscar una conectividad inalámbrica eficiente en sus oficinas.
- Una compañía de software de tamaño mediano desplegó una red WiFi de alta densidad en lugar de actualizar su red cableada, con lo que cambió a 100 usuarios a un entorno totalmente inalámbrico. Después de unos meses, debido al lento rendimiento en las horas pico, la mayoría de los usuarios volvieron a la red cableada, dejando la red WiFi como segunda opción.
- Una firma financiera global llevó a cabo una prueba piloto de gran escala de conectividad totalmente inalámbrica. Aunque el costo inicial fue menor, su la prueba piloto reveló que los costos operativos serían sustancialmente más altos. De igual forma, encontraron que los puertos LAN cableados eran mucho más eficientes para la descarga de grandes actualizaciones de software, las cuales demoraban más a través de WiFi, además de volver más lenta la red inalámbrica compartida.
- Después de una pequeña prueba piloto exitosa, un gran edificio de varios pisos para una firma de seguros fue diseñado con una red WiFi de alta densidad como red principal, sin cableado a los escritorios. Después de mudarse al edificio, se descubrió que un radar cercano interfería con las señales WiFi, y se tuvieron que instalar miles de cables a los escritorios fuera de horario de trabajo, lo que significó un costo significativamente mayor que si hubieran sido preinstalados.
Aunque lo que se busca en un futuro es contar con una oficina inalámbrica en su totalidad, una tendencia opuesta es evidente. Se requiere más cableado adicional para mejorar la conectividad y transmisión de datos a una cada vez mayor cantidad de dispositivos conectados.
“Los puntos de acceso inalámbricos como cámaras, sistemas de control de acceso, sensores, entre otros se han vuelto fundamentales, y requieren un ancho de banda que supera un gigabit por segundo. Esto está llevando a los diseñadores de infraestructura de edificios corporativos a adoptar un enfoque integrado para diseñar, planificar e implementar la infraestructura, por esta razón muchos utilizarán una Red de Conectividad Universal (UCG) para soportar conectividad cableada e inalámbrica, lo que permitirá una máxima flexibilidad y menores costes operacionales”, concluyó el Director de Soluciones de Fibra para Planta Interna y Data Center Asia/Pacífico en CommScope.
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