sábado, 28 de enero de 2017

Hombres de letras




Guerreros del aire, una novela hiperrealista

By Héctor Medina Varalta


Guadalajara, México, enero de 2017. Mikel, el joven líder de una ciudad flotante, debe impedir que su pueblo sea destruido, y para ello tiene que ayudar a una chica, Mila, a encontrar a su abuelo, un hombre que guarda un gran secreto que puede condenar o salvar a la humanidad. Gabriel Benítez, autor de Guerreros del aire asegura que le encargaron el guión para hacer una película; Exodo Animation Studio en la ciudad de Guadalajara que hace efectos especiales para las películas estadounidenses, y animación para los anuncios en México; el estudio quería editar una película de animación con una técnica hiperrealista. Por medio de uno de sus alumnos, le pidieron que creara cinco ideas para la película y escogieron dos, de las cuales llevó una sinopsis de cuatro páginas de cada una. En fin, escogieron Guerreros del aire porque les representaba retos interesantes.  La novela aborda la historia de una raza que tiene que abandonar la superficie de un planeta porque se ha vuelto inhabitable y la única forma de escapar de ello es vivir en el aire; viven en naves grandes que se mantienen arriba por medio de un sistema antigravitacional, pero que necesita de unas piedras grandes para poder seguir funcionando. El problema  es que las tienen que buscar en el suelo y no todos regresan.

Cuando las piedras empiezan a desaparecer
Como el mercado de las piedras es caro y peligroso, hasta que se empiezan a dar cuenta que las piedras están desapareciendo. Eso significa que la gente está en crisis y que las ciudades aéreas corren el riesgo de caer y si esto sucede no saben lo que hay abajo. Es decir, sólo saben lo que han escuchado: cosas ponzoñosas y los habitantes de la superficie que han mutado y todos los habitantes de las naves están aterrorizados.
Por lo tanto, bajan a la superficie dos personajes: Mila, una chica de 15 años y Mikel, un muchacho cuyo padre era jefe de una de olas ciudades. Cuando muere, Mikel queda en el poder, pero no está seguro de poder enfrentar la responsabilidad de ser el líder de su ciudad o nave. Ambos van a seguir al abuelo de Mila, un hombre muy misterioso que acaba por ser secuestrado por quien sabe quién y se lo llevan a la superficie. Así que Mikel y Mila tienen que bajar para buscar al abuelo y a partir de esa búsqueda parte la historia.
Mantarrayas aéreas
Durante algún tiempo,  Exodo Animation Studio estuvo a la estira y afloja. Tuvieron que detener el proyecto, pues es muy costoso para la tecnología que quieren usar, pero le dieron la oportunidad de poderlo presentar como novela. Antes de esto, el director le pidió que lo escribiera como cuento para que él se la pudiera imaginar antes de que Benítez escribiera el guión. El escritor le pareció muy corto para lo que él aspiraba y prefirió escribir la novela; la escribió rápido para que la pudiera leer el director y los muchachos de animación y pudieran darse cuenta del mundo en el cual estaba pensando. Tuvo la gran suerte de que les gustó bastante. Poco después, le llamaron para mostrarle los dibujos que tenían preparados para la película. Cuando Benítez los vio quedó muy sorprendido por la creatividad con los que fueron hechos, ya que parecieran como si hubiesen estado mirando dentro de su cabeza.
Si a los dibujantes les gustó, significa que el mercado es bueno-señala Benítez. Lo que sucede con este tipo de historias es que ofrecen una aventura que va más allá de lo que podemos hacer todos en la vida real, es decir, quién puede pensar vivir en el cielo, arponear una especie de mantarrayas que flotan; los protagonistas sobreviven matando las mantarrayas para hacer ropa con la piel y alimentarse con su carne, y con unos sacos con gas que tienen abajo que las mantienen flotando. Eso les es útil, pues tienen zonas flotables dentro de las mismas naves.
Ciudades y pueblos
Por otra parte, para conseguir agua lo hacen a través de unos vaporizadores que atrapan el rocío al que convierten en agua. Por lo tanto, cuidan mucho sus reservas de agua porque aunque estén en el cielo no significa que en una nube se pueda ordeñar mucha. Asimismo, la tela la sacan de unas telarañas muy finas y hacen una especie de globo y el aire jala la telaraña como si fuera un paracaídas. Ahí es donde viven, se mueven por las corrientes de aire. Entonces cuando llegan las naves, recogen los hilos y con estos pueden hacer cuerdas. Además, la orina la guardan para volverla a tratar, no se puede desperdiciar agua y las heces las utilizan para los jardines colgantes
La idea de la ciencia ficción es que el mundo tenga fundamento y que sea creíble, no que salgan las cosas de la manga. Las ciudades son pueblos de 500 habitantes. Una ciudad grande es Liondra, es donde llegan las demás naves a abastecerse donde se hace el mercado de piedras. Básicamente, es como una ciudad de un país muy importante como Londres o México y se formaron donde existen dos cosas: agua y comercio. Hay tres ciudades gigantes donde existen centros comerciales y cada ciudad se dedica a ciertas actividades como artesanías que se hacen con los huesos de los animales que capturan en el aire.
Era una civilización muy avanzada
Las actividades recreativas que hay en cada nave son juegos de mesa y contar cuentos. Es una sociedad no primitiva, pero que tienen que estar en el aire y estar trabajando, no es una sociedad de ocio porque tienen que estar abasteciéndose de piedras para mantenerse flotando. Además, los exploradores hacen un gran negocio, pues arriesgan su vida para conseguir las piedras y venderlas en el mercado; hay ese gremio que se dedica a eso y todos les compran las piedras, es un monopolio. En las naves hay escuelas, hospitales, todo al nivel del pueblo donde viven y de la tecnología que lograron rescatar, pues cuando ocurrió el desastre vivían en una edad de oro con grandes ciudades y una civilización muy avanzada y cuando ocurrió la gran catástrofe que acabó con gran parte de la humanidad, el ocho por ciento de los humanos que sobrevivieron escaparon con lo que pudieron. De hecho, la novela ha gustado tanto, que le pidieron al autor hacer una trilogía, pero según el autor, él no es de continuaciones. En dado caso, podría escribir una presecuela para poder seguir explorando el mundo en el aire.
Literatura juvenil
Escribir material para jóvenes o para niños no es fácil, uno puede pensar que escribir esos temas es muy sencillo, pero son unos de los materiales más difíciles que hay, porque uno tiene que atrapar su atención y no sólo eso, tengo que pelear con los programas de televisión que ellos ven en Neflix y contra sus videojuegos y contra sus juegos de cartitas. Ellos tienen que elegir sobre comprar el libro, pero va a dejar de comprar otra cosa. Pero si lo empiezan a leer y los atrapo y los mantengo leyendo, ya tengo un lector que va a leerme en el próximo libro y sabe que va a encontrar algo de calidad, algo que vale la pena la cantidad que va a desembolsar para pasársela bien, y no sólo mi historia, pueden leer otras cosas: de dónde viene mi novela, quiénes son mis influencias que a ellos les puede interesar, por ejemplo, Arthur Conan Doyle, es una de sus influencias para escribir esta novela, Hayao Miyazaki, es otra de mis influencias, el chisrte no es sólo quedarse en un libro, sino buscar mucho más información abierta
Fantasía con baño de realidad
El autor considera que los chavos no se casen con un solo tema, por ejemplo, Harry Potter, que tiene siete libros, y es lo mismo, únicamente cambia es el título y las aventuras. Benítez considera que hay mucho para donde mirar, otros temas que explorar que no sólo tiene que ver con el futuro, tal vez con el pasado. Por ejemplo,  escribiendo dos novelas con espacios diferentes: una situada en el México de la Revolución y la otra situada en Inglaterra del siglo XVII. El chiste es que la gente lea cosas nuevas, que no se interesen y lean a un solo autor o un solo tema sino que vean más las cosas que hay, expandan la mente. El problema en la actualidad es que tenemos muchísimas películas de zombis, se ha vuelto una moda, pero esa moda no les deja a los muchachos ver que hay mucho más. El escritor fue formado con literatura fantástica de los años 70 y 80 y de acuerdo a su forma de pensar tenían muchísima mejor calidad  que la que podemos encontrar en la actualidad; los libros para jóvenes no eran tan puñaléales, los de ahora como que son políticamente correctos, no se arriesgan, por ejemplo, ya se sabe que la chava se va a casar con su galán, que la justicia va a perdurar, que el mal gobierno va a caer. Todo ese tipo de cuestiones ya las vemos. Sin embargo, los libros de los años 70 u 80, a la mitad del libro daban un giro y cambiaba todo el aspecto, en especial, los europeos, no son condescendientes con sus lectores: a veces son crueles o son muy directos, pues no se callan lo que quieren decir. En ocasiones uno puede decir: “¿esto lo leen los niños?”, pero dentro de la fantasía hay un baño de realidad. La fantasía no es escapista. La fantasía y la ciencia ficción es otra forma de ver la problemática del mundo a través de un espejo que distorsiona un poco la imagen para ponerlo en otro contexto.
La ciencia ficción nos enseña a ser realistas
Los problemas que podemos ver en los buenos libros de fantasía y en los buenos libros de ciencia ficción son problemas humanos que influyen en la sociedad, como lo expone en una novela de Ursula K. Le Guin, una escritora norteamericana muy importante, quien habla de un planeta donde el sexo de las personas cambian dependiendo de las estaciones del año, cómo es una sociedad donde el sexo no es importante, cómo se establecen los poderes, cómo se manejan las cosas, cómo es la visión de una sociedad que casi no tiene sexo. Esa novela cuando la empezamos a leer, nos hace reflexionar que en nuestro planeta, el sexo es tan importante que ha creado un homopatriarcado o un matriarcado y hasta qué punto nos afecta la forma de ver las cosas en la vida, pues hay en el mercado hasta juguetes sexuales para cada parte del cuerpo humano, pero qué sucede cuando no hay nada de eso. Entonces, uno medita y ve la realidad: uno medita y ve la realidad a través de otro mundo que no existe, pero cuya situación nos hace fijarnos en el nuestro.
En la novela El Día de los Trífidos, toda la humanidad pierde la vista de la noche a la mañana, qué pasa con una humanidad que no puede ver; la sociedad se derrumba en menos de una semana y eso nos hace fijarnos en nosotros cuán importante es nuestra vista, pues todos los días al levantarnos podemos ver, pero nunca pensamos en ello. Sin embargo, si yo me despertase ciego cómo cambiaría mi vida. Los libros de ciencia ficción nos dan una bofetada, pues nos enseñan  a ser realistas.
Trayectoria profesional
Gabriel Benítez nació en Colima, México. Es licenciado en Mercadotecnia por el ITESO y ejerce en Guadalajara. Como escritor ha colaborado en antologías nacionales e internacionales, así como en publicaciones literarias y de estudios de género. Es fundador de la revista electrónica de ciencia ficción Realidad Cero. Recibió tres veces mención honorífica del Premio Julio Verne del Fondo de Cultura Económica en Guadalajara, y su novela Fluyan mis lágrimas, fue publicada en España en el 2007, nominada como mejor novela corta por el Premio Ignotus de Ciencia Ficción en España.   


Guerreros del aire es la primera novela de Gabriel Benítez publicada en México.  También le han publicado en Argentina, ha escrito ensayo medio científico y de ciencia ficción para los mismos países y tiene material autopublicado en Internet; libros que escribe sobre cine porque tiene una Maestría en Cine.  

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