- El documentalista italiano Gianfranco Rosi retrató la isla de Lampedusa, donde los habitantes son testigos de un incesante flujo de migrantes
La isla de Lampedusa es el punto más meridional de Italia y desde 1990 se ha convertido en un lugar de desembarco de inmigrantes ilegales procedentes de tierras africanas. En poco más de 20 años, cerca de 20,000 personas han perecido durante la travesÃa para alcanzar lo que supone una vÃa de entrada a Europa.
En ese contexto transcurre Fuocoammare: Fuego en el mar (2016), el impactante documental del realizador Gianfranco Rosi que, luego de formar parte de la 61 Muestra Internacional de Cine, se incorporará a la cartelera regular de la Cineteca Nacional a partir del 13 de enero en la Sala 8, Ismael RodrÃguez. El quinto trabajo del cineasta italiano es un retrato de la vida cotidiana en la isla, en donde diariamente llegan embarcaciones atestadas de migrantes que escapan de la guerra y el hambre.
Durante su recorrido, el director contó con un particular guÃa que adquirió cierto protagonismo en el relato; Samuele, un intrépido adolescente de 12 años que lleva una vida común: va a la escuela, le gusta divertirse e ir de caza. Sin embargo, el joven y su familia, bien asentados en la isla, representan la contraparte de la historia. El cineasta nos muestra lo que ellos no ven en su cotidianidad: hombres, mujeres y niños que continuamente luchan para sobrevivir en lo que para Samuele es un hogar.
El chico no fue el único colaborador en el proyecto. También participó el doctor Pietro Bartolo, quien forma parte del personal sanitario que examina a los refugiados a su llegada. “Cuando le pregunté por qué Lampedusa es un lugar tan generoso, me respondió que es una isla de pescadores y que los pescadores siempre aceptan todo lo que llega por el mar. Ésa es una gran lección que aprender”, declaró el cineasta ante los medios al recibir el Oso de Oro a Mejor PelÃcula en el 66 Festival Internacional de Cine de BerlÃn.
Narrativamente Fuocoammare: Fuego en el mar es una pelÃcula pausada y de un estilo contemplativo, y el rodaje se llevó a cabo con ese mismo esmero y detenimiento. Al igual que en sus trabajos anteriores, la fotografÃa corre a cargo de Rosi en persona, quien se instaló en la isla durante más de un año para obtener suficiente material y asà poder capturar la llegada masiva de refugiados al lugar.
"La poesÃa aquà es un arma polÃtica. Fuocoammare: Fuego en el mar nos trastorna y nos conmueve. Sin ruido, cosecha con benevolencia una historia extraña y dolorosa que nos concierne a todos, de manera terriblemente Ãntima", describió la cinta Vincent Thabourey, de la revista Positif, en su edición de octubre 2016.
Luego de pasar su juventud en Italia, Gianfranco Rosi se mudó en 1985 a Nueva York, donde realizó sus estudios en cine. Su primer largometraje, Boatman (1993), fue proyectado en diversos festivales. En 2013 obtuvo el León de Oro a Mejor PelÃcula en la Muestra de Venecia por su documental Sacro GRA. Con Fuocoammare ha sido seleccionado para representar a Italia en la categorÃa de Mejor PelÃcula de Lengua Extranjera en la próxima edición de los Premios de la Academia.
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