Mauricio Garcés vuelve a seducir en la Cineteca Nacional

• Para el escritor Carlos Camaleón, el éxito del Don Juan de la comedia mexicana se debió a su personalidad audaz, arriesgada y melosa

Photography: Pedro Valenzuela/Cineteca Nacional

Con admiración, añoranza y simpatía; el mítico Zorro plateado no podría ser recordado de otra manera por sus seguidores. El personaje encarnado por Mauricio Férez Yázbek, conocido en la industria del cine como Mauricio Garcés, traspasó las barreras de la pantalla y se convirtió en un ícono de la moda, la masculinidad y el humor mexicano, y se mantiene en el imaginario de un público de distintas generaciones.

Como parte del ciclo Charlas sobre el humor en el cine mexicano, la trayectoria de Garcés fue analizada por el escritor y editor Carlos Camaleón, acompañado por Raúl Miranda López, subdirector de Documentación y Catalogación de la Cineteca Nacional. La ponencia se llevó a cabo este martes 13 de septiembre en la Sala 4, Arcady Boytler.

Gracias al material fílmico y fotográfico conservado por la Cineteca, el público asistente a la charla pudo revivir los momentos más brillantes del jocoso personaje, que a la menor oportunidad hacía gala de sus dotes de seducción y se rodeaba siempre de las mujeres más bellas, acompañado siempre por la relajante música lounge que ambientaba sus películas.

“La clave de su éxito fue su personalidad; audaz, arriesgado y en ocasiones meloso. Su modelo de donjuanismo funcionaba para los públicos de México y de los países a donde llegaban sus películas”, comentó Miranda.

A través de un recorrido visual, fue posible recordar no sólo las mejores escenas del actor, sino su ambiente característico. Zonas como El Pedregal, Paseo de la Reforma y el Hipódromo de las Américas, todas frecuentadas por el playboy, representaban lo más fino y exclusivo de la Ciudad de México. El lujoso puerto de Acapulco era también un referente para el conquistador.

En sus películas, dirigidas principalmente por René Cardona Jr., el seductor adoptaba todo tipo de ocupaciones —fotógrafo, diseñador, pintor— que le permitieran rodearse de las actrices deseadas a nivel internacional como Maura Monti, Zulma Fayad y Silvia Pinal, acompañado la mayoría de las veces por su “escudero”, el comediante Luis Manuel Pelayo.

Carlos Camaleón señaló ciertas diferencias entre el humor de Garcés y el de otros cómicos, como Mario Moreno "Cantinflas" o Germán Valdés "Tin Tan"; mientras que los personajes de estos últimos hacían ocasionales incursiones dentro de la sociedad de clase alta, el personaje de Mauricio se encontraba permanentemente en dicha élite.

Además, el escritor reconoce que la personalidad desarrollada por Férez Yázbek tiene un mérito especial al ser completamente original. Antes de él, no existía alguien que mezclara el humor y la picardía de tal forma, mientras que Cantinflas y Tin Tan crearon sus personajes a partir de figuras ya existentes, como el artista de carpa y el pachuco.

Por otra parte, los ponentes admiten que las producciones del Zorro plateado carecen de reconocimiento por parte de la crítica debido a que, en su mayoría, no eran historias completas, sino que se construían con base en escenas independientes a manera de sketches. Además, reconocen que la comedia de Garcés rayaba en lo polémico y alcanzaba temas que “hoy en día no serían motivo de humor”, como el trato a las mujeres.

Sin embargo, los expositores concuerdan en que Mauricio Garcés se convirtió en un ícono que tiene la admiración incluso de las nuevas generaciones. Su actitud, su porte, frases como “Debe ser terrible tenerme y después perderme”, las batas de satín y las camisas Manchester crearon toda una figura a seguir para un público principalmente masculino que buscaba imitarlo, como señala Raúl Miranda.

Al ser cuestionado sobre el lugar que le da al actor dentro de la comedia mexicana en comparación con Mario Moreno o Germán Valdés, Camaleón aseguró que “son personajes completamente diferentes, no hay punto de comparación, pero todos ellos son grandes”. Además señaló al público que, irónicamente, en su vida privada Garcés era todo lo opuesto a su personaje: tímido e introvertido.

Charlas sobre el humor en el cine mexicano forma parte de las actividades que complementan la exposición¿Actuamos como caballeros o como lo que somos? El humor en el cine mexicano, montada por la Cineteca Nacional y que estará expuesta hasta el próximo mes de octubre en La Galería.

El ciclo continuará el próximo martes 27 de septiembre en punto de las 18:00 horas con la presentación del libro Alfonso Arau. Así es la vida (Vals para piano) en la Sala 4, que contará con la presencia del homenajeado cineasta y el director Armando Casas. La entrada es libre solicitando las cortesías de acceso en la taquilla 5.