Tal como lo anunciaron los organizadores, la 32 edición del Festival
del Centro Histórico, cerro con encuentro de sonideros que duró más de cuatro horas en la Explanada del Monumento a la Revolución pero no logro atraer a la multitud, y dicho evento lucio con más pena que
gloria a pesar del cartel musical ofrecido.
El pre-calentamiento musical comenzó con DJ Mauricio Esparza el Micro,quien recordó los éxitos de los : Apsón, Roberto Jordan , La Maldita Vecindad y Café Tacuba a ritmo de rock and roll y ska, en vinil, sin
embargo algunos asistentes le gritaron que mejor se bajara de la tarima. Enseguida subió la DJ Lynn Faichtein mejor conocida por “ Rita Pavor” quiso encender la mecha musical con temas de Celia Cruz
y Justo Bentacurt. Pero el dueto de Natural Hig Música con sabor jamaiquino y el legendario Toy Selectha lograron poco a poco encender el ánimo de los jóvenes con música latina, cumbia , rock, jazz y reague. Como ya es costumbre en los actos importantes, apareció el secretario de cultura del Distrito Federal Eduardo Vázquez quien espeto : Primero que nada habría que congratularse de la diversidad cultural de la ciudad y de que dicho espacio de ha convertido para la manifestación de las diversas expresiones culturales del mundo. Por su parte el coordinador del Festival del Centro Histórico Sergio Vela, se mostró satisfecho ya que según este funcionario la gente recibió muy bien la programación de la 32 edición del Festival por su carácter multidisciplinario. La asistencia fue importante dijo como es el caso de los Griots que agotaron el boletaje en el teatro Esperanza Iris. En el Colegio Nacional también se dio buena asistencia a las conferencias y presentaciones de documentales. Como fue el caso del artista plástico Vicente Rojo. Al final vale destacar que la selección
de los sonideros corrió a cargo del integrante Camilo Lara del proyecto musical Instituto Mexicano del Sonido. Hasta la media noche la gente se animó para el bailongo con el sonido del norteño Toy Hernández del grupo Control Machete quien se lucio con pinchar discos del rey del acordeón Celso Piña y el “chuntaro style” del Gran
Silencio lo convirtió la noche en una autentica velada trashumante para los amantes del tibiri-tabara.
del Centro Histórico, cerro con encuentro de sonideros que duró más de cuatro horas en la Explanada del Monumento a la Revolución pero no logro atraer a la multitud, y dicho evento lucio con más pena que
gloria a pesar del cartel musical ofrecido.
El pre-calentamiento musical comenzó con DJ Mauricio Esparza el Micro,quien recordó los éxitos de los : Apsón, Roberto Jordan , La Maldita Vecindad y Café Tacuba a ritmo de rock and roll y ska, en vinil, sin
embargo algunos asistentes le gritaron que mejor se bajara de la tarima. Enseguida subió la DJ Lynn Faichtein mejor conocida por “ Rita Pavor” quiso encender la mecha musical con temas de Celia Cruz
y Justo Bentacurt. Pero el dueto de Natural Hig Música con sabor jamaiquino y el legendario Toy Selectha lograron poco a poco encender el ánimo de los jóvenes con música latina, cumbia , rock, jazz y reague. Como ya es costumbre en los actos importantes, apareció el secretario de cultura del Distrito Federal Eduardo Vázquez quien espeto : Primero que nada habría que congratularse de la diversidad cultural de la ciudad y de que dicho espacio de ha convertido para la manifestación de las diversas expresiones culturales del mundo. Por su parte el coordinador del Festival del Centro Histórico Sergio Vela, se mostró satisfecho ya que según este funcionario la gente recibió muy bien la programación de la 32 edición del Festival por su carácter multidisciplinario. La asistencia fue importante dijo como es el caso de los Griots que agotaron el boletaje en el teatro Esperanza Iris. En el Colegio Nacional también se dio buena asistencia a las conferencias y presentaciones de documentales. Como fue el caso del artista plástico Vicente Rojo. Al final vale destacar que la selección
de los sonideros corrió a cargo del integrante Camilo Lara del proyecto musical Instituto Mexicano del Sonido. Hasta la media noche la gente se animó para el bailongo con el sonido del norteño Toy Hernández del grupo Control Machete quien se lucio con pinchar discos del rey del acordeón Celso Piña y el “chuntaro style” del Gran
Silencio lo convirtió la noche en una autentica velada trashumante para los amantes del tibiri-tabara.
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