Jordi era un ejecutivo que a los 41 años, hastiado de la situación en España, renunció a su puesto de trabajo, vendió su piso y dejó atrás todo su entorno para cumplir su sueño: Escribir su primera novela en Islandia. Asegura que a los españoles, a diferencia de los islandeses, les cuesta mucho abandonar sus rutinas. Parece que Islandia le ha dado suerte porque tras dos años viviendo aquí ha encontrado editorial en el competitivo mercado español y el 24 de octubre presentó su novela con éxito ante más de 150 personas en la prestigiosa librería La Casa del Libro. Me consta que el cónsul honorario de España en Islandia le mencionó a él, junto a Elías Portela, en el discurso del día de la Hispanidad.
–¿ Por qué Islandia?
–Porque Islandia siempre ha sido un prototipo para mí: 1) Por la reacción de sus ciudadanos ante la crisis. En España nadie hizo nada; 2) por ser independientes de la UE; 3) por ser independientes energéticamente; España también podría serlo si utilizase la procedente del sol y del viento y 4) por su tradición literaria.
–Según usted, se ha sentido muy inspirado aquí e incluso ha incluido el nombre de Islandia en el título. ¿Qué tiene que ver Islandia con su novela?
–Es una referencia constante y en los capítulos que se desarrollan aquí, reflejo algunas costumbres y clichés de los islandeses.
–¿Qué género de novela es? ¿De qué trata?
–Es una novela de ficción contemporánea. Por supuesto no es novela negra. Jamás osaría competir con los maestros islandeses. Trata de un músico que harto de que un 1 % de la población acumule la riqueza del 99% restante funda un nuevo partido político llamado: “Necesitamos un cambio” para alcanzar la presidencia de España. Los naysayers dicen que nunca conseguirá imponerse a los partidos mayoritarios, pero él escucha a su voz interior y aplica el lema de Gandhi: Para que cambien las cosas hay que empezar por uno mismo: “Be the change”. El protagonista también afirma que la energía para servicios básicos podría ser gratuita y no contaminante e invita a la gente a abandonar su zona de confort para cumplir sus sueños.
– Tengo entendido que está estudiando islandés en HI. ¿Cuál es el sentido de estudiar una lengua de solo 350.000 personas?
– Desde el principio lo tuve claro. Yo soy catalán y en Cataluña tenemos el mismo problema para defender el catalán respecto al castellano, al igual que los islandeses del inglés. Yo he venido para integrarme.
–¿Qué es lo que más le sorprendió de Islandia?
–Que para refrescar la casa, en lugar de bajar la calefacción, se abra la ventana; ver a la gente sin zapatos en el dentista; pagar el diario con la tarjeta de crédito sin que el dependiente se escandalice; el apoyo incondicional a los equipos nacionales, en España todos vamos por separado…
–¿Qué es lo que más le gusta de Islandia?
J. – La cantidad de espacio que hay por habitante. Me hace gracia la gente que se queja del tráfico en Reykjavík, eso no es nada comparado con Barcelona o Madrid; Reykjavik: la posibilidad de vivir en una ciudad cosmopolita sin tener que marcharte a al campo para disfrutar de la naturaleza, a diez minutos andando; la libertad de los niños, en España los niños no gozan de semejante autonomía; cenar temprano y tener la posibilidad de hacer más actividades y hacer una digestión correcta antes de irse a dormir…
–¿La va a presentar en Islandia para la comunidad latina? ¿La van a traducir?
J. –La novela se va a presentar inminentemente en la biblioteca central de Reykjavik y estoy buscando apoyos para traducirla al islandés.
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