Un asesinato y dos disparos que suenan en un primer cuento y se replican a lo largo de los nueve relatos del libro Los quebrantahuesos. Esta es la estructura narrativa con que Lorel Manzano configura esta novedad editorial, publicada en coedición con el gobierno del estado de San Luis Potosí y Pollo Blanco editorial. Los nueve relatos de Los quebrantahuesos se regodean en el vago recuerdo de un crimen. En ellos, el lector asiste a la convivencia de los no tan vivos con los no tan difuntos. Una literatura con fino gusto mortuorio; una ofrenda bellamente adornada con papel picado, antojitos, calaveritas… retratos desvanecidos. Por ahí, deambulan jinetes fantasmales, sepultureros medio ciegos, nahuales enardecidos; y también soldados y narcos, siempre dispuestos a jalar el gatillo. Historias y personajes que tienen como telón de fondo los extraordinarios grabados de J. G. Posada; y que, sin duda, rondan con avidez los exquisitos huesos de El luto humano (J. Revueltas), de Pedro Páramo (J. Rulfo) y de Macario (B. Traven). ¿Podría ser de otra manera, si un día y otro también, para L. Manzano son días de muertos en México? |
0 Comments:
Publicar un comentario