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sábado, 27 de agosto de 2022

 

EL PRESIDENTE:  Hola, ciudadanos.  Bueno, buenas tardes.  Cuando Estados Unidos logró que la educación de doce años de educación pública fuese pública el siglo pasado, nos convertimos, no en sentido figurado, sino literalmente, en la gente mejor educada del mundo y mejor preparada que cualquier otra nación.  Y diría que es una de las razones por las que tuvimos y hemos tenido tanto éxito.

Pero como todos han observado, otras naciones se han puesto al día.  En el siglo XXI, en mi opinión y creo que la gran mayoría de los estadounidenses opina igual, 12 años de educación universal no son suficientes, y el resto del mundo nos superará en la competencia si no tomamos medidas.

Pero este es el problema: El costo de la educación luego de la escuela secundaria ha aumentado significativamente.  El costo total de asistir a una universidad pública de cuatro años se ha triplicado… casi se ha triplicado en 40 años… se ha triplicado.

En lugar de financiar adecuadamente las universidades públicas, muchos estados han recortado su apoyo.  Estábamos hablando de eso en la oficina Oval.  Muchos estados han reducido el apoyo a sus universidades estatales, lo que ha causado que los estudiantes paguen más de la cuenta.

En 50 años, durante 50 años, las Becas Pell han sido una forma clave para que el gobierno federal ayude a las familias de bajos ingresos, particularmente aquellas que ganan menos de $60.000 al año, para enviar a sus hijos a la universidad.

Esas Becas Pell solían cubrir el 80 por ciento, el 80 por ciento del costo de ir a una universidad pública de cuatro años.

Hoy en día, las Becas Pell cubren el 30 por ciento… 30… aproximadamente el 32 por ciento.  Eso es un tercio del costo, a diferencia de antes.

Esto importa.

Recuerdo que me acerqué: mi papá, como probablemente muchos de sus padres, se preocupaba mucho por su educación.  El mayor arrepentimiento de mi padre fue que nunca pudo ir a la universidad.  Y mi papá era un hombre muy culto, particularmente en historia y, pero fue un gran arrepentimiento,

Y él siempre decía: “Joey, vas a ser un universitario”.  Y yo decía: “Papá, pero, bueno, ¿qué significa eso? Quiero decir, aún te pueden despedir si eres un hombre universitario”.

Él dijo: “Sí, pero nunca te lo pueden quitar.  Nunca podrán quitarte la educación”.

Y recuerdo: En mi último año, entré en una de las universidades de la liga Ivy y en varias escuelas, y estábamos tratando de obtener el dinero, incluso con asistencia financiera, para poder asistir.  Éramos cuatro hijos, todos… todos queríamos ir a la universidad.

Y recuerdo ir después de un partido de béisbol: fui a una muy buena escuela en Claymont, Delaware, en la frontera con Pensilvania.  Y conduje hasta Newark, Delaware.  Mi papá trabajaba en una agencia de automóviles.  Y entré, y tenía mis zapatillas deportivas y, por la razón por la que estaba yendo, cuando tu papá trabaja en una agencia de automóviles, tienes una gran ventaja: Obtiene un auto nuevo para ir al baile de graduación o un… un buen auto usado.  Están pensando que estoy bromeando.  No estoy bromeando.

Y así, bajé en mi Plymouth ’51 con toallas de playa como fundas para los asientos, y tenía mi uniforme puesto, sin mis zapatillas deportivas.  Entré corriendo y le dije a Mary, la mujer que dirigía el lugar: “Mary, ¿dónde está papá?”  Ella dijo: “Está afuera en el camino al taller de reparación”.  Les doy mi palabra, historia real.

Y mi padre era un tipo refinado y bien vestido.  Y salí, y mi papá caminaba de un lado a otro entre la puerta grande del garaje que entraba al taller de reparación y la puerta que salía de la sala de exposición.

Y miró hacia arriba.  Dijo: “Oh, Joey, cariño, lo siento mucho.  Lo siento mucho.”

Y pensé: “Dios, algo pasó”.  Esto fue antes de los teléfonos móviles.  Pensé que algo le pasó a uno de mis hermanos o mi hermana o mi mamá o algo así.

Le dije: “¿Qué pasa, papá?”  Él dijo: “Fui a ver…” El nombre del tipo era Charlie Delcher, quien era el vicepresidente del Farmers’ Bank, que era un banco estatal que financiaba a muchas de las personas que querían comprar un automóvil.

Él dijo: “Fui a ver a Charlie y le pedí prestado el dinero”.  Él dijo: “Él no me lo prestará”.  Él dijo: “Estoy tan avergonzado.  Estoy tan pero tan avergonzado”.

Saben, mi papá quería hacerlo, entienden, mi papá era como millones de padres en todo el país que quieren ayudar a sus hijos a ir a la universidad, pero simplemente no había manera de poder hacerlo.

Saben, y porque él creía, como yo, que la educación es un boleto para una vida mejor.

Eso es algo que Jill y yo, Kamala y Doug, entendemos perfectamente.  Estoy seguro de que la gran mayoría de ustedes también.

Pero con el tiempo, ese boleto se ha vuelto demasiado caro para muchos estadounidenses.

Todo, todo esto significa que toda una generación ahora está cargada con una deuda insostenible a cambio de un intento, al menos, de obtener un título universitario.

La carga es tan pesada que incluso si se gradúa, es posible que no tenga acceso a la vida de clase media que alguna vez proporcionó el título universitario.

Muchas personas, muchas personas no pueden calificar para una hipoteca para comprar una casa debido a la deuda que siguen acumulando.  Esa carga, ya saben, esa carga es demasiado alta.  No pueden llegar a un pago inicial de ningún modo.

Muchas personas incluso están postergando formar familias debido al costo.  Y el sueño de iniciar o ser propietario de su negocio está muy lejos con una deuda que tantos han acumulado.

Muchos de ustedes tuvieron que dejar la escuela porque la tensión financiera era demasiado alta.  Alrededor de un tercio de los prestatarios tienen deudas pero no tienen título, lo peor de ambos mundos: tienen deudas y no tienen título.

La carga es especialmente pesada para los prestatarios negros e hispanos, quienes en promedio tienen menos riqueza familiar para pagarla.  No son… no son dueños de sus viviendas para pedir prestado para poder pagar la universidad.  Y la pandemia solo empeoró las cosas.

Pero respondimos firmemente a la pandemia para minimizar el impacto económico del daño que el COVID impuso a las personas, familias y empresas.  Todos ustedes lo vieron.  Fue la recuperación.

Mire, aumentamos los beneficios de desempleo para los trabajadores que fueron despedidos.  Brindamos préstamos a pequeñas empresas para que pudieran mantenerse a flote y cuidar de sus familias y sus empleados.  Brindamos asistencia a las personas para poner comida en la mesa.

Recuerden esas largas filas de autos que ustedes filmaron: autos de aspecto decente, no cacharros; ya saben, autos lindos, ¿solo esperando que coloquen una caja de comida en el maletero?  En los Estados Unidos de América, esperando más de una hora para que les dejen comida en un maletero.

Y brindamos asistencia de alquiler e hipoteca para evitar que las personas fueran desalojadas y enviadas a la calle.

Nuestro enfoque para ayudar a los estadounidenses que más lo necesitan era necesario y era lo correcto. Y ayudó a la gente a evitar la crisis financiera, lo que ayudó a todo nuestro país como consecuencia de eso.  Eso no los benefició a ellos; benefició a toda la economía.

Nuestro enfoque es la razón por la que la recuperación económica de Estados Unidos fue más rápida y más fuerte que la de cualquier otra nación avanzada del mundo.

Ahora es el momento de abordar la carga de la deuda estudiantil de la misma manera.

Trabajando en estrecha colaboración con el Secretario de Educación, él tiene el trabajo difícil, saben, el Secretario Cardona, esto es lo que mi administración va a hacer: brindar un alivio a las personas para que tengan menos carga por la deuda estudiantil y, francamente, arreglar el sistema en sí, en el que entramos y ambos reconocimos que estaba roto, en términos de, de todos modos.

Hay tres factores clave de lo que vamos a hacer hoy.

En primer lugar, hemos logrado un progreso increíble en el avance de la recuperación económica de Estados Unidos.  Hemos finalizado los programas de alivio de la pandemia como los del seguro de desempleo y las pequeñas empresas.  Es hora de que hagamos lo mismo con los préstamos estudiantiles.

La pausa en los pagos de préstamos estudiantiles va a terminar.  Terminará el treinta de diciembre, lo extenderé hasta el 31 de diciembre de 2022 y terminará en ese momento.  Es hora de que se reanuden los pagos.

En segundo lugar, cuando hice campaña para presidente, me comprometí: me comprometí a proporcionar alivio de la deuda estudiantil.  Y estoy honrando ese compromiso hoy.

Haciendo uso de la autoridad que el Congreso otorgó al Departamento de Educación, perdonaremos $10.000 en préstamos estudiantiles federales pendientes.

Además, los estudiantes que provienen de familias de bajos ingresos que les permitieron calificar para recibir una Beca Pell verán reducida su deuda en $20.000.

Ambas acciones focalizadas son para las familias que más lo necesitan: las personas trabajadoras y de clase media se vieron especialmente afectadas durante la pandemia y que ganan menos de $125.000 al año.  Si gana más que eso, no califica.

Ningún individuo de altos ingresos u hogar de altos ingresos, del 5 por ciento más alto, en el 5 por ciento superior de los ingresos, por cierto, se beneficiará de esta acción.  Punto.  De hecho, alrededor del 90 por ciento de los beneficiarios elegibles ganan menos de $75.000 por familia.

Esto es lo que eso significa: Si gana menos de $125.000, se le quitarán $10.000 de su deuda estudiantil.  Si gana menos de $125.000 al año y recibió una Beca Pell, obtendrá $10.000 adicionales de ese total lo que significa un alivio total de $20.000.

El noventa y cinco por ciento de los prestatarios pueden beneficiarse de estas acciones.  Son 43 millones de personas.

De los 43 millones, más del 60 por ciento son beneficiarios de Becas Pell.  Son 27 millones de personas que recibirán $20.000

de alivio de la deuda.

Casi el 45 por ciento puede cancelar completamente su deuda estudiantil.  Son 20 millones de personas que pueden empezar a seguir con sus vidas.

Todo esto significa que las personas pueden finalmente comenzar a salir de debajo de esa montaña de deudas que se suma a su alquiler y sus servicios públicos, para finalmente pensar en comprar una casa o formar una familia o iniciar un negocio.

Y, por cierto, cuando esto sucede, toda la economía está mejor.

En las próximas semanas, el Departamento de Educación presentará en detalle un formulario breve y sencillo para solicitar este alivio junto con información cuando se abra el proceso de solicitud.

Al reanudar los pagos de préstamos estudiantiles al mismo tiempo que brindamos ayuda específica, estamos tomando un curso económicamente responsable.

Como consecuencia, unos 50.000 millones de dólares al año comenzarán a regresar a… al Tesoro debido a la reanudación de la deuda.

Expertos independientes coinciden en que estas acciones, tomadas en conjunto, brindarán beneficios reales para las familias sin un efecto significativo sobre la inflación.

Seamos claros.  Lo escucho todo el tiempo, “¿Cómo lo pagamos?”  Lo pagamos por lo que hemos hecho.

El año pasado, recortamos el déficit en más de $350 mil millones.

Este año, estamos en camino de reducirlo en más de $1.7 billones para fines de este año fiscal.  La mayor reducción del déficit en un solo año en la historia de Estados Unidos.

Y la Ley para la Reducción de la Inflación lo reducirá en otros $300 mil millones durante la próxima década porque Medicare pagará menos por medicamentos recetados y más de un billón de dólares si se agrega durante las próximas dos décadas.

El punto es este: Hay mucha reducción del déficit para pagar los programas… reducción acumulativa del déficit… para pagar los programas muchas veces.

Nunca me disculparé por ayudar a los estadounidenses que trabajan, a los estadounidenses que trabajan y a la clase media, pero no a esas personas que votaron por un recorte de impuestos de $2 billones que benefició principalmente a los estadounidenses más ricos y a las corporaciones más grandes, que desaceleraron la economía, no hicieron mucho para el crecimiento económico, y no fue pagado y acumuló este enorme déficit.

Así como nunca nos disculpamos cuando el gobierno federal perdonó casi cada centavo de más de $700 mil millones en préstamos a cientos de miles de pequeñas empresas en todo Estados Unidos durante la pandemia.

Nadie se quejó de que esos préstamos causaran inflación.  Muchas de estas personas y pequeñas empresas son familias trabajadoras y de clase media.  Necesitaban ayuda.  Eso era lo correcto que debíamos hacer.

Por lo tanto, la indignación por ayudar a los trabajadores con préstamos, con préstamos estudiantiles, es simplemente equivocada.  Completamente equivocada.

Tercero: Estamos arreglando el sistema del programa de préstamos estudiantiles en sí mismo.  Hemos hablado de esto mucho tiempo.  Esto es realmente importante.

Estamos proponiendo hacer lo que se llama un plan de pago basado en los ingresos: simple y justo.  Y así es como: Nadie con un préstamo de pregrado hoy o en el futuro, ya sea para un colegio comunitario o una universidad de cuatro años, tendrá que destinar más del 5 por ciento de sus ingresos discrecionales para pagar su préstamo.  Eso es ingresos después de pagar las necesidades como vivienda, comida y cosas por el estilo.

Actualmente paga el 10 por ciento.  Vamos a reducir eso a la mitad, al 5 por ciento.

Y después de pagar el préstamo durante 20 años, su obligación se cumplirá si aún no se ha cumplido, lo que significa que no tendrá que pagar más, punto.

Y los prestatarios cuyo saldo original era inferior a $12.000, muchos de los cuales son estudiantes de colegios comunitarios, terminarán de pagar solo después de 10 años.

Estos cambios ahorrarán más de $1.000 al año en promedio para el prestatario.  Es un cambio de reglas.

También estamos arreglando lo que se llama, y esto ha sido la desgracia que me volvía loco cuando estaba fuera del cargo, el programa de Condonación de Préstamos por Servicio Público.  Ahora, este programa condona los préstamos estudiantiles para alentar a los estudiantes que tienen esos préstamos a ingresar al servicio público.

Piense en los millones que son maestros de escuelas públicas, policías locales, trabajadores de organizaciones benéficas locales, miembros de las fuerzas armadas y de la Guardia Nacional, y tantos más.

Piense en las personas que trabajan para los gobiernos federal, estatal, local y tribal, manteniendo los servicios esenciales funcionando y respondiendo ante los desastres naturales: todos esos bomberos y policías.

El programa está diseñado para que, si se desempeña en uno de estos trabajos, y podremos enumerarlos, podrá evaluar con precisión si lo hace, y realizar los pagos de su préstamo durante 10 años, aunque no sean años consecutivos, su saldo restante se condonará por completo.

Es una gran idea, pero el programa es un desastre.  Es tan ineficiente y complicado que mucha gente simplemente se da por vencida.

Piense en un miembro del servicio que difiere el pago de su préstamo estudiantil mientras está desplegado.  El sistema es tan restrictivo que su servicio activo no cuenta como “servicio público” y su préstamo no es condonado como se prometió.  Es escandaloso.

Bueno, el hombre que se encuentra aquí a mi lado izquierdo lo arreglará.

El Departamento de Educación recientemente ha propuesto cambios que harán que este programa funcione mejor y, a largo plazo, mucho mejor.

Y ahora, el departamento emite cambios temporales de emergencia para acreditar retroactivamente el servicio público para que cuente y los préstamos sean perdonados.

Desde que asumí el cargo, más de 175.000 maestros, enfermeros y policías han podido obtener hasta ahora más de $10.000 millones en condonación de préstamos a través de este programa.  Pero esta oportunidad vence el 31 de octubre de 2022.

Entonces, mi mensaje para todos los servidores, todos los servidores públicos, todos aquellos que son los que se ofrecen como voluntarios [trabajando] están fuera, con la deuda estudiantil pendiente, esto es lo que quieren. Si… si les preocupa cómo hacerlo, visiten PSLF.gov antes del 31 de octubre para saber si califican para la condonación de préstamos estudiantiles por servicio público.

Este es otro cambio de reglas.

Y vamos a contar con personas que estarán allí para ayudarlo, para dirigirlo y para abrirse camino a través del proceso.

Y otro gran cambio que estamos haciendo en el sistema es: Estamos responsabilizando a las universidades por aumentar los costos sin brindar valor a los estudiantes.

Todos hemos oído hablar de esas universidades que atraen a los estudiantes con la promesa de grandes cheques de pago cuando se gradúen solo para ver a estos estudiantes estafados y abandonados con montañas de deudas.

Y mis predecesores miraron hacia otro lado por alguna razón, para no hacer nada con respecto a este fraude.  Mi administración lo está asumiendo.

Por ejemplo, el Departamento de Educación trabaja con asociaciones de educación privada para colegios universitarios acreditados, colegios y universidades acreditados para que puedan recibir ayuda federal.  Bueno, la semana pasada, el Departamento de Educación despidió a un acreditador universitario que permitió que universidades como ITT y Corinthian defraudaran a los prestatarios.

Y combinado con nuestras acciones de emergencia, el programa de Condonación por Servicio Público y otras acciones que hemos tomado, hemos podido cancelar más de $32 mil millones en deuda estudiantil para 1.6 millones de prestatarios, incluidos aquellos defraudados por estas universidades que actúan mal.

Nuestro objetivo es enforcarnos en los peores actores para que los estudiantes puedan evitar estas trampas de deuda.

Ahora, entiendo que no todos, no todo lo que estoy anunciando hoy hará felices a todos.

Algunos piensan que es demasiado.  Encuentro interesante cómo algunos de mis amigos republicanos que votaron por esos recortes de impuestos y otros piensan que no deberíamos ayudar a estas personas.  Algunos piensan que es muy poco.  Pero creo que mi plan es responsable y justo.  Enfoca el beneficio en la clase media y las familias trabajadoras, ayuda tanto a los prestatarios actuales como a los futuros, y arreglará un sistema gravemente dañado.

Y estas acciones se basan en el esfuerzo de mi administración para hacer que la universidad sea más asequible en primer lugar.  Incluye inversiones sin precedentes: casi $6 mil millones en universidades e institutos históricamente negros, gran parte de los cuales se centran en el alivio de la pandemia para ayudar a los estudiantes a cubrir la matrícula y otros costos para que puedan permanecer en la escuela.

Y debo ser honesto con ustedes: Voy a seguir luchando por duplicar las Becas Pell.  No lo hice esta vez.

Déjenme decirlo otra vez: 12 años de educación universal no son suficientes.  Voy a seguir trabajando por el prejardín de infantes universal para cada niño de tres y cuatro años, y el colegio comunitario universal para la educación posterior a la escuela secundaria.

Permítanme cerrar con esto: Me postulé para un cargo para hacer crecer la economía de abajo hacia arriba y del centro hacia afuera porque cuando hacemos eso, a todos les va mejor, a todos les va bien.  A los ricos les va muy bien, los pobres tienen un camino hacia arriba y la clase media puede tener un respiro.  Y eso va a ayudar a los Estados Unidos a ganar la competencia económica del siglo XXI, porque gran parte de mi tiempo lo dedico a: “¿Cómo podemos seguir siendo la nación más competitiva del mundo con la economía más sólida del mundo y con las mayores oportunidades del mundo?”

De eso se trata el anuncio de hoy.  Se trata de oportunidad.  Se trata de darle a la gente una oportunidad justa.  Se trata de la única palabra que puede definir a los Estados Unidos: posibilidades.  Se trata de brindar posibilidades.

Vamos a tener mucho más que decir al respecto.  Hay mucho material que se publicará sobre cómo se implementará esto.

Y quiero agradecerles a todos.  Y Dios los bendiga a todos.  Gracias, gracias, gracias.

P: Señor presidente, ¿con cuánta anticipación recibió el plan del FBI para registrar Mar-a-Lago?

EL PRESIDENTE:  No tuve ningún aviso previo.  Ninguno.  Cero.  Nada de nada.

Gracias.

P: Señor presidente, ¿esto es injusto para las personas que pagaron sus préstamos estudiantiles u optaron por no obtener préstamos?

EL PRESIDENTE: ¿Es justo para las personas que de hecho no poseen un negocio multimillonario ver que uno de estos tipos les da una exención de impuestos a todos?  ¿Es eso justo?  ¿Qué piensa?

Palabras del presidente Biden anunciando el plan de alivio de la deuda de préstamos estudiantiles

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jueves, 25 de agosto de 2022

 


Un plan de tres partes que cumple la promesa del presidente Biden de cancelar $10.000 de deuda estudiantil para prestatarios de ingresos bajos a medianos

El presidente Biden cree que una educación posterior a la escuela secundaria debería ser una entrada hacia una vida de clase media, pero para muchos, el costo de los préstamos para la universidad es una carga de por vida que los priva de esa oportunidad. Durante la campaña presidencial, el presiente Biden prometió aliviar la deuda de los estudiantes. Hoy, la Administración Biden está cumpliendo esa promesa y brindando a las familias un respiro mientras se preparan para comenzar a pagar los préstamos después de la crisis económica provocada por la pandemia. 

Desde 1980, el costo total de las universidades públicas y privadas de cuatro años se ha triplicado, incluso teniendo en cuenta la inflación. El apoyo federal no se ha mantenido a la par: En un momento, las Becas Pell cubrían casi el 80 por ciento del costo de un título de una universidad pública de cuatro años para estudiantes de familias trabajadoras, pero ahora solo cubren un tercio. Esto ha dejado a muchos estudiantes de familias de bajos y medianos ingresos sin otra opción que pedir un préstamo si quieren obtener un título. Según un análisis del Departamento de Educación, el típico estudiante universitario que ha pedido préstamos ahora se gradúa con una deuda de casi $25.000.

La vertiginosa deuda acumulada de los préstamos estudiantiles federales (1.6 billones de dólares y en aumento para más de 45 millones de prestatarios) es una carga importante para la clase media estadounidense. Los prestatarios de clase media luchan contra los elevados pagos mensuales y los saldos crecientes que les dificultan acumular riqueza, como comprar casasahorrar dinero para la jubilación y comenzar pequeñas empresas.

Para los prestatarios más vulnerables, los efectos de la deuda son aún más devastadores. Según un análisis realizado por el Departamento de Educación de una cohorte reciente de estudiantes universitarios, casi un tercio de los prestatarios tienen deudas pero no tienen un título. Muchos de estos estudiantes no pudieron completar su carrera porque el  costo de la matrícula era demasiado alto. Alrededor del 16% de los prestatarios está en mora, lo que puede resultar en que el gobierno embargue los salarios de un prestatario o reduzca el puntaje crediticio de un prestatario, incluido casi un tercio de las personas mayores con deuda estudiantil, según estimaciones del Departamento de Educación. La carga de la deuda estudiantil también recae desproporcionadamente sobre los prestatarios negros. Veinte años después de inscribirse por primera vez en la escuela, el prestatario negro que comenzó la universidad en el año escolar 1995-96 todavía debía el 95% de su deuda estudiantil original.

Hoy, el presidente Biden anuncia un plan de tres partes para ayudar a las familias trabajadoras de Estados Unidos a medida que se recuperan del impacto de la pandemia de COVID-19. Este plan ofrece un alivio de la deuda específico como parte de un esfuerzo integral para abordar la carga de los crecientes costos universitarios y hacer que el sistema de préstamos estudiantiles sea más manejable para las familias trabajadoras. El presidente anuncia que el Departamento de Educación:   

  • Brindará alivio específico de la deuda para abordar los daños financieros de la pandemia, de modo de cumplir el compromiso de campaña del presidente. El Departamento de Educación proporcionará hasta $20.000 en cancelación de deuda a los beneficiarios de la Beca Pell con préstamos del Departamento de Educación, y hasta $10.000 en cancelación de deuda a los beneficiarios que no sean de la Beca Pell. Los prestatarios son elegibles para recibir este alivio si su ingreso individual es inferior a $125.000 ($250.000 para parejas casadas). Ninguna persona de altos ingresos ni hogar de altos ingresos (en el 5% superior de los ingresos) se beneficiará de esta acción. Para garantizar una transición fluida al pago y evitar incumplimientos innecesarios, la pausa en el pago de préstamos estudiantiles federales se extenderá por última vez hasta el 31 de diciembre de 2022. Los prestatarios deben esperar reanudar el pago en enero de 2023. 
  • Hará que el sistema de préstamos estudiantiles sea más manejable para los prestatarios actuales y futuros al: 
    • Reducir los pagos mensuales a la mitad para préstamos de pregrado. El Departamento de Educación propone un nuevo plan de pago basado en los ingresos que protege a más prestatarios de bajos ingresos de realizar cualquier pago y limita los pagos mensuales para préstamos universitarios al 5% de los ingresos discrecionales del prestatario, la mitad de la tasa que los prestatarios deben pagar ahora bajo la mayoría de los planes existentes. Esto significa que el pago promedio anual de préstamos para estudiantes se reducirá en más de $1.000 para los prestatarios actuales y futuros.
    • Reparar el fallido programa de Condonación de Préstamos por Servicio Público (PSLF por sus siglas en inglés) al proponer una regla para que los prestatarios que han trabajado en una organización sin fines de lucro, en el ejército o en el gobierno federal, estatal, tribal o local, reciban el crédito apropiado para la condonación de préstamos. Estas mejoras se basarán en los cambios temporales que el Departamento de Educación ya ha realizado en el PSLF, en virtud de los cuales más de 175.000 servidores públicos ya han recibido la aprobación de más de $10.000 millones en condonación de préstamos.
  • Proteger a los futuros estudiantes y contribuyentes al reducir el costo de la universidad y responsabilizar a las facultades cuando aumenten los precios. El presidente lideró el mayor aumento de las Becas Pell en más de una década y una de las mayores afluencias únicas a terciarios y universidades. Para reducir aún más el costo de la universidad, el presidente continuará luchando para duplicar el máximo de la Beca Pell y hacer que la universidad comunitaria sea gratuita. Mientras tanto, las universidades tienen la obligación de mantener precios razonables y garantizar que los prestatarios obtengan el valor adecuado por sus inversiones, y no deudas que no pueden pagar. Esta Administración ya ha tomado medidas clave para fortalecer la rendición de cuentas, incluso en áreas donde la Administración anterior debilitó las reglas. El Departamento de Educación está anunciando nuevos esfuerzos para garantizar que los estudiantes prestatarios obtengan el valor apropiado por sus costos universitarios. 

Brindará alivio específico de la deuda, de modo de cumplir el compromiso de campaña del presidente 

Para abordar el impacto financiero de la pandemia para los prestatarios de bajos y medianos ingresos y evitar incumplimientos cuando se reinicie el pago de préstamos el próximo año, el Departamento de Educación proporcionará hasta $20.000 en alivio de préstamos a los prestatarios con préstamos del Departamento de Educación cuyo ingreso individual es menos de $125.000 ($250.000 para parejas casadas) y que recibieron una Beca Pell. Casi todos los beneficiarios de la Beca Pell provenían de una familia que ganaba menos de $60.000 al año, y los beneficiarios de la Beca Pell suelen experimentar más desafíos para pagar su deuda que otros prestatarios. Los prestatarios que cumplen con esos estándares de ingresos pero que no recibieron una Beca Pell en la universidad pueden recibir hasta $10.000 en alivio de préstamo.

El programa de Becas Pell es uno de los programas de ayuda financiera más efectivos de Estados Unidos, pero su valor se ha ido erosionando con el tiempo. Los beneficiarios de la Beca Pell son más del 60% de la población de prestatarios. El Departamento de Educación estima que aproximadamente 27 millones de prestatarios serán elegibles para recibir hasta $20.000 en ayuda, ayudándolos a alcanzar su potencial económico y evitar daños económicos por la pandemia de COVID-19.

Los estudiantes actuales con préstamos son elegibles para este alivio de la deuda. Los prestatarios que sean estudiantes dependientes serán elegibles para el alivio en función de los ingresos de los padres, en lugar de sus propios ingresos.

Si todos los prestatarios reclaman el alivio al que tienen derecho, estas acciones:

  • Proporcionarán alivio a hasta 43 millones de prestatarios, incluida la cancelación del saldo total restante para aproximadamente 20 millones de prestatarios.
    Dirigirán los dólares de ayuda a los prestatarios de ingresos bajos y medianos. El Departamento de Educación estima que, entre los prestatarios que ya no asisten a la universidad, casi el 90% de los dólares de ayuda se destinarán a aquellos que ganan menos de $75.000 al año. Ningún individuo que gane más de $125.000 ni ningún hogar que gane más de $250.000 (el 5% superior de los ingresos en los Estados Unidos) recibirá ayuda. 
  • Ayudarán a los prestatarios de todas las edades. El Departamento de Educación estima que, entre los prestatarios que son elegibles para recibir el alivio, el 21% tiene 25 años o menos y el 44% tiene entre 26 y 39 años. Más de un tercio son prestatarios de 40 años o más, incluido el 5% de los prestatarios que son personas mayores.
  • Avanzarán la equidad racial. Al enfocar el alivio en los prestatarios con la mayor necesidad económica, es probable que las acciones de la Administración ayuden a reducir la brecha de riqueza racial. Es más probable que los estudiantes negros tengan que pedir prestado para asistir a la universidad y que reciban préstamos más grandes. Los prestatarios negros tienen el doble de probabilidades de haber recibido Becas Pell en comparación con sus pares blancos. Otros prestatarios de color también tienen más probabilidades que sus pares de recibir Becas Pell. Es por eso que un estudio del Urban Institute encontró que los programas de condonación de deuda dirigidos a aquellos que recibieron Becas Pell mientras estaban en la universidad promoverán la equidad racial.

El Departamento de Educación trabajará rápida y eficientemente para establecer un proceso de solicitud simple para que los prestatarios reclamen alivio. La solicitud estará disponible a más tardar cuando finalice la pausa en los pagos de préstamos estudiantiles federales a fin de año. Casi 8 millones de prestatarios pueden ser elegibles para recibir alivio automáticamente porque sus datos de ingresos relevantes ya están disponibles para el Departamento.  

Gracias al Plan de Rescate Económico, este alivio de la deuda no se tratará como ingreso sujeto a impuestos a efectos del impuesto federal sobre la renta.

Para ayudar a garantizar una transición fluida de regreso al pago, el Departamento de Educación está extendiendo la pausa del préstamo estudiantil, por última vez, hasta el 31 de diciembre de 2022. Nadie con préstamos federales ha tenido que pagar ni un solo dólar en pagos de préstamos desde que el presidente Biden asumió el cargo.

Hacer que el Sistema de Préstamos para Estudiantes sea más Manejable para los Prestatarios Actuales y Futuros

Reparar el pago del préstamo existente para reducir los pagos mensuales

La Administración está reformando los planes de pago de préstamos estudiantiles para que tanto los prestatarios actuales como los futuros; y los prestatarios de ingresos medios tengan pagos mensuales más pequeños y manejables.

El Departamento de Educación tiene la autoridad para crear planes de pago basados en los ingresos, lo que limita aquello que los prestatarios pagan cada mes en función de un porcentaje de sus ingresos discrecionales. La mayoría de estos planes cancelan la deuda restante de un prestatario una vez que realizan pagos mensuales por 20 años. Pero las versiones existentes de estos planes son demasiado complejas y limitadas. Como resultado, millones de los prestatarios que podrían beneficiarse de ellos no se registran, y los millones que se registran a menudo siguen quedando con pagos mensuales inmanejables.

Para abordar estas preocupaciones y dar seguimiento a la visión original del Congreso en relación al reembolso, el Departamento de Educación propone una regla para hacer lo siguiente:

  • Para préstamos de pregrado, reducir a la mitad la cantidad que los prestatarios tienen que pagar cada mes desde el 10% al 5% de sus ingresos discrecionales.
  • Aumentar la cantidad de ingresos que se consideran ingresos no discrecionales y, por lo tanto, están protegidos contra el reembolso, lo que garantiza que ningún prestatario que gane menos del 225% del nivel federal de pobreza (aproximadamente el equivalente anual de un salario mínimo de $15 para un solo prestatario) tendrá que hacer un pago mensual.
  • Condonar los saldos de préstamos después de 10 años de pagos, en lugar de 20 años, para prestatarios con saldos originales de préstamos de $12.000 o menos. El Departamento de Educación estima que esta reforma permitirá que casi todos los prestatarios de colegios universitarios comunitarios estén libres de deudas dentro de 10 años.
  • Cubrir los intereses mensuales impagos del prestatario, de modo que, a diferencia de otros planes de pago, el saldo deudor del préstamo de ningún prestatario crecerá mientras haga su pago mensual, incluso cuando ese pago mensual es de $0 porque sus ingresos son bajos.

Estas reformas simplificarían el pago de los préstamos y generarían ahorros significativos para los prestatarios de ingresos bajos y medios. Por ejemplo:

  • Un típico trabajador de la construcción soltero (que gana $38.000 al año) con una credencial de administración en construcción pagaría sólo $31 por mes, en comparación con los $147 que paga ahora bajo el plan de pago más reciente basado en sus ingresos, para ahorrarse anualmente casi $1.400.
  • Un maestro soltero típico de una escuela pública con un título universitario (que gana $44.000 al año) pagaría solo $56 por mes en sus préstamos, en comparación con los $197 que paga ahora bajo el plan de pago más reciente basado en sus ingresos, para ahorrarse anualmente casi $1.700.
  • Una enfermera típica (que gana $77,000 al año) que está casada y tiene dos hijos pagaría solo $61 al mes en sus préstamos para estudiantes universitarios, en comparación con los $295 que paga ahora con el plan de pago basado en los ingresos más reciente, lo que representa un ahorro anual de más de $2,800.

Para cada uno de estos prestatarios, los saldos deudores no crecerían mientras estén haciendo sus pagos mensuales, y su deuda restante sería condonada después de hacer el número de pagos requeridos calificado.

Además, el Departamento de Educación hará más fácil a los prestatarios que se inscriban en este nuevo plan permanecer inscritos. A partir del verano de 2023, los prestatarios podrán permitir al Departamento de Educación extraer automáticamente su información de ingresos año tras año, evitando la molestia de tener que recertificar sus ingresos anualmente.

Garantizar que los servidores públicos reciban crédito para la condonación de préstamos 

Los prestatarios que trabajan en el servicio público tienen derecho a obtener crédito para el alivio de la deuda en virtud del programa de condonación de préstamos por servicio público (PSLF, por sus siglas en inglés). Pero debido a las complejas restricciones de elegibilidad, las fallas históricas en la implementación y el asesoramiento deficiente brindado a los prestatarios, muchos prestatarios no han recibido el crédito que merecen por su servicio público. 

El Departamento de Educación ha anunciado cambios por tiempo limitado en el PSLF que brindan un camino más fácil hacia la condonación de todas las deudas pendientes para los prestatarios elegibles de préstamos estudiantiles federales que han servido en una organización sin fines de lucro, en el ejército o en un gobierno federal, estatal, tribal o local durante al menos 10 años, incluso si no fueron consecutivos. Aquellos que han servido menos de 10 años ahora pueden, más fácilmente, obtener crédito por su servicio hasta la fecha para una eventual condonación. Estos cambios permiten a los prestatarios elegibles obtener crédito adicional para la condonación incluso si se les ha dicho anteriormente que tenían el tipo de préstamo equivocado.

El Departamento de Educación también ha propuesto cambios regulatorios para garantizar una implementación más efectiva del programa PSLF en el futuro. Específicamente, el Departamento de Educación ha propuesto permitir más pagos para calificar para el PSLF, incluidos los pagos parciales, de suma global y pagos atrasados, y permitir ciertos tipos de aplazamientos e indulgencias, como los del servicio del Cuerpo de Paz y AmeriCorps, el servicio de la Guardia Nacional y el servicio militar, para calificar para el PSLF. El Departamento de Educación también propuso garantizar que las reglas funcionen mejor para los instructores no titulares cuyas universidades necesitan calcular su empleo a tiempo completo.

Para asegurarse de que los prestatarios estén al tanto de los cambios temporales, la Casa Blanca ha lanzado cuatro Días de acción del PSLF dedicados a prestatarios en sectores específicos: empleados gubernamentales, educadores, trabajadores del sector de la salud y socorristas, y empleados en organizaciones sin fines de lucro. Puedes leer la Carta del presidente a la fuerza laboral federal y obtener más información sobre el plazo para efectuar cambios temporales en PSLF.gov. Debe presentar su solicitud al PSLF antes de que finalice el plazo para hacer los cambios temporales el 31 de octubre del 2022.

Proteger a los prestatarios y contribuyentes de los fuertes aumentos en los costos universitarios 

Mientras proporciona este alivio a los prestatarios de ingresos bajos y medianos, el presidente se enfoca en mantener los costos universitarios bajo control. Bajo esta Administración, los estudiantes han tenido más dinero en sus bolsillos para pagar la universidad. El presidente firmó el mayor aumento al máximo de la Beca Pell en más de una década y otorgó casi $40 mil millones a colegios y universidades a través del Plan de Rescate Económico, gran parte del cual se utilizó para ayuda financiera de emergencia para estudiantes, lo que les dio un poco de alivio. 

Además, el Departamento de Educación ya ha tomado medidas significativas para fortalecer la rendición de cuentas, de modo que los estudiantes no se queden con montañas de deudas con poca rentabilidad. La agencia ha restablecido la unidad de cumplimiento en la Oficina de Ayuda Federal para Estudiantes y está presionando a los acreditadores. De hecho, el Departamento acaba de retirar la autorización para el acreditador que supervisó las universidades con fines de lucro responsables de algunos de los peores escándalos. La agencia también propondrá una regla para responsabilizar a los programas de carrera por dejar a sus graduados con montañas de deuda que no pueden pagar, una regla que la Administración anterior derogó. 

A partir de estos esfuerzos, el Departamento de Educación está anunciando nuevas acciones para responsabilizar y hacer rendir cuentas a las universidades que han contribuido a la crisis de la deuda estudiantil. Estos incluyen la publicación del resultado de una vigilancia anual de los programas con los peores niveles de deuda en el país, para que los estudiantes que se inscriban para el próximo año académico puedan mantenerse alejados de los programas con malos resultados. El Departamento de Educación también incluyó un plan para solicitar planes de mejora institucional que describan cómo las universidades con los resultados de deuda más preocupantes tienen la intención de reducir los niveles de deuda.

El presidente Biden anuncia alivio de préstamos estudiantiles para prestatarios que más lo necesitan

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 Al firmar la Ley para la Reducción de la Inflación, el presidente Biden cumple su promesa de construir una economía que funcione para las familias trabajadoras, incluidas las comunidades latinas. La Ley para la Reducción de la Inflación reduce los costos de los medicamentos recetados, los costos de atención de la salud y los costos de la energía. Es la acción más fuerte que se haya tomado para enfrentar la crisis climática. Reducirá el déficit y pedirá a los multimillonarios y a las grandes corporaciones que paguen lo que les corresponde. Nadie que gane menos de $400.000 por año pagará un centavo más en impuestos.

El presidente Biden y los demócratas en el Congreso enfrentaron a los intereses especiales para aprobar esta legislación histórica y ayudar a las comunidades de color, incluidos los latinos, quienes han sido impactados por el cambio climático. Esta ley busca reducir los costos, promover la justicia ambiental, construir un futuro más limpio y expandir la economía para todos. 

COSTOS DE ATENCIÓN DE LA SALUD MÁS BAJOS

La Ley para la Reducción de la Inflación (IRA por sus siglas en inglés) reducirá los costos de atención de la salud, incluidos los costos de medicamentos recetados, y ampliará la cobertura de seguro médico para las familias latinas. 

Menores costos de medicamentos recetados para personas mayores: Los estadounidenses pagan de 2 a 3 veces más por sus medicamentos recetados que personas en otros países ricos. Los altos precios contribuyen a las desigualdades raciales y étnicas en salud. Entre los adultos mayores de 65 años, los beneficiarios latinos de Medicare tenían aproximadamente 1.5 veces más probabilidades que los beneficiarios blancos de tener problemas para pagar los medicamentos, y alrededor de 2 veces más probabilidades de no comprar las recetas necesarias debido al costo. Por ejemplo, un estudio reciente de las tasas de vacunación contra el herpes zóster entre los estadounidenses mayores mostró que los estadounidenses blancos no latinos tenían 2 veces más probabilidades de haber recibido la vacuna contra el herpes zóster que los latinos, debido en parte a la dificultad para pagar la vacuna contra el herpes zóster. La Ley para la Reducción de la Inflación ayudará a cerrar la brecha en el acceso a los medicamentos al mejorar la cobertura de medicamentos recetados y reducir los precios de los medicamentos en Medicare. La ley:

  • Limita la cantidad que las personas mayores tendrán que pagar por los medicamentos recetados que compran en la farmacia en $2.000 al año, brindando tranquilidad a las personas mayores de no gastar miles y miles en medicamentos recetados.
  • Limita la cantidad que las personas mayores tendrán que pagar por la insulina en $35 por el suministro de un mes.
  • Brinda acceso a una serie de vacunas gratuitas adicionales, incluida la vacuna contra el herpes zóster, para los beneficiarios de Medicare.
  • Reducirá aún más los costos de los medicamentos recetados para las personas mayores, ya que permitirá que Medicare negocie el precio de los medicamentos de alto costo y exigirá a los fabricantes de medicamentos que paguen a Medicare un reembolso cuando aumenten los precios más rápido que la inflación.
  • Reducirá las primas de seguro de salud y ampliará la cobertura: Desde la implementación de las expansiones de cobertura de la ACA, la tasa de personas sin seguro entre los latinos disminuyó 11 puntos porcentuales, del 30 por ciento en 2013 a un mínimo del 19 por ciento en 2017. A pesar de ese progreso, casi 10.9 millones de hispanos no tenían seguro en 2019 antes de que el presidente Biden asumiera el cargo y 640,000 latinos cayeron en la “brecha de cobertura” y se quedaron sin cobertura porque su estado se negó a ampliar el Medicaid. Desde que el presidente Biden asumió el cargo, la tasa de no asegurados ha alcanzado una nueva ley histórica: 8% y 5.2 millones de estadounidenses han obtenido cobertura de seguro de salud. La Ley para la Reducción de la Inflación continúa con los créditos fiscales más generosos de la Ley del Cuidado de Salud a Bajo Precio del Plan de Rescate Económico (ARP por sus siglas n inglés)

La Ley de Reducción de la Inflación asegura primas mensuales más bajas: el 80 por ciento de los latinos sin seguro tenía acceso a un plan por $50 o menos cada mes y el 69 por ciento pudo encontrar un plan por $0 por mes en 2021.

Al continuar con las mejoras realizadas a través del ARP, la Ley para la Reducción de la Inflación ayudará a mantener disponible el seguro de salud gratuito o de bajo costo. Casi 700,000 latinos tendrán cobertura de seguro médico el próximo año, en comparación con antes de la IRA.

COMBATE EL CAMBIO CLIMÁTICO Y REDUCE LOS COSTOS DE LA ENERGÍA

La Ley para la Reducción de la Inflación es la acción más agresiva sobre el clima y la energía limpia en la historia de Estados Unidos. La legislación reducirá los costos de energía para las familias y creará miles de buenos empleos, al mismo tiempo que reducirá la contaminación climática y garantizará que tengamos un suministro de energía limpio y seguro en el futuro. Esta ley:

Hará que los electrodomésticos eficientes en los hogares sean más asequibles: La Ley para la Reducción de la Inflación hará que sea más asequible para las familias comprar electrodomésticos eléctricos y de bajo consumo cuando necesiten reemplazar los electrodomésticos y equipos cotidianos. Y estos electrodomésticos ahorrarán dinero a las familias en sus facturas a largo plazo. 

  • Cuando las familias necesitan reemplazar los acondicionadores de aire, los calentadores de agua o los hornos, pueden ahorrar hasta un 30% con créditos fiscales para equipos eficientes de calefacción y refrigeración que les ahorrarán cientos de dólares en facturas.
  • Los hogares pueden ahorrar hasta un 30% con créditos fiscales para proyectos de construcción de viviendas en ventanas, puertas, aislamiento u otras medidas de climatización que evitan que la energía se escape de los hogares.
  • Si las familias necesitan reemplazar o actualizar estufas, hornos u otros electrodomésticos, pueden recibir reembolsos directos al comprar electrodomésticos más eficientes en el consumo de energía que pueden reducir la futura factura de servicios públicos en al menos $350 por año.
  • Las familias en unidades de vivienda asequibles se beneficiarán de los recursos para apoyar proyectos que aumenten la eficiencia, mejoren la calidad del aire interior, realicen actualizaciones de energía limpia o electrificación, o fortalezcan su resiliencia climática.
  • En general, las familias que aprovechan los créditos fiscales de energía limpia pueden ahorrar más de $1,000 por año.

Crear oportunidades económicas y empleos: La Ley para la Reducción de la Inflación crea oportunidades económicas y empleos que llegarán a todos al:

  • Estimular el desarrollo de proyectos solares al proporcionar un crédito del 20% para proyectos de energía solar en proyectos de viviendas asequibles con subsidio federal y un crédito del 10% para proyectos de energía solar en comunidades de bajos ingresos.
  • Crear un nuevo Acelerador de Sostenibilidad y Energía Limpia que generará instituciones financieras estatales y locales de energía limpia, respaldará el despliegue de tecnologías distribuidas de cero emisiones como bombas de calor, energía solar comunitaria y carga de vehículos eléctricos, a la vez que prioriza que más del 50% de sus inversiones se encuentren en comunidades desfavorecidas.
  • Ampliar los créditos fiscales de energía limpia para energía eólica, solar, nuclear, hidrógeno limpio, combustibles limpios y captura de carbono e incluye créditos de bonificación para empresas que pagan a los trabajadores un salario vigente y contratan mediante programas de aprendizaje registrados, de modo que la energía limpia que usamos cree empleos bien remunerados.

Proteger la salud pública: La Ley para la Reducción de la Inflación reconoce que el cambio climático afecta de manera desproporcionada a las comunidades de bajos ingresos y de color. La ley:

  • Crea Subsidios Globales de Justicia Ambiental y un programa dedicado para abordar la contaminación en las comunidades portuarias, donde la contaminación del aire es especialmente densa y mortal.
  • Financia programas para reducir la contaminación del aire, incluido el monitoreo y detección de cercas en inmediaciones de instalaciones industriales, sensores de calidad del aire en comunidades desfavorecidas, sitios de monitoreo de múltiples contaminantes nuevos y mejorados, y monitoreo y mitigación de emisiones de metano y estufas de madera.
  • Invierte en la protección de nuestros niños al monitorear y reducir la contaminación en las escuelas públicas en comunidades desfavorecidas.

Fortalecer la resiliencia al cambio climático: La Ley para la Reducción de la Inflación refuerza la resiliencia climática, y fortalece la infraestructura y la economía de la nación contra los desastres naturales y los fenómenos meteorológicos extremos al:

  • Renovar viviendas asequibles con fondos de HUD para reforzar los hogares contra los impactos climáticos, y aumentar la eficiencia del agua y la energía.
  • Expandir el Programa Forestal Urbano y Comunitario del USDA con proyectos de plantación de árboles que ayuden a refrescar los vecindarios, con una prioridad para proyectos que beneficien a las comunidades desatendidas.
  • Avanzar en la equidad y resiliencia del transporte con un nuevo programa de subvención de equidad y acceso a vecindarios para mejorar la accesibilidad para peatones, la seguridad y la asequibilidad, incluidos proyectos para proteger contra el calor extremo, las inundaciones y otros impactos.

Costos más bajos para las pequeñas empresas: La Ley para la Reducción de la Inflación incluye una serie de disposiciones que ahorrarán dinero a los propietarios de pequeñas empresas.

  • Las pequeñas empresas pueden deducir hasta $1.00 por pie cuadrado de su negocio para realizar mejoras de alta eficiencia energética. La deducción por pie cuadrado aumenta si las mejoras de eficiencia son completadas por trabajadores a los que se les paga un salario vigente, lo que ayuda a las empresas a ahorrar dinero y proporcionar empleos bien remunerados.

CREAR UN CÓDIGO TRIBUTARIO MÁS JUSTO

La ley fiscal de 2017 del presidente Trump y los republicanos del Congreso solo empeoró un sistema tributario injusto. La Ley para la Reducción de la Inflación de 2022 es un paso fundamental que buscar crear un código tributario más justo. Aumentará los ingresos al:

  • Asegurar que las personas millonarias y las grandes corporaciones paguen los impuestos que debían. 
  • Tomar medidas enérgicas contra las corporaciones grandes y rentables que no pagan impuestos federales sobre la renta.
  • Imponer un recargo del 1% a las recompras de acciones corporativas, lo que alentará a las empresas a invertir.

Las reformas tributarias de la legislación no solo aumentarán los ingresos para financiar las inversiones que se necesitan de manera crítica para reducir los costos y combatir el cambio climático, sino que también son un componente importante para construir una economía que recompense el trabajo en lugar de la riqueza, y no permita que los ricos y poderosos no paguen lo que les corresponde. 

Millones de familias trabajadoras tendrán un mejor acceso a los beneficios por derecho según el código tributario y podrán obtener soluciones de manera rápida y eficiente, gracias a las inversiones transformadoras de la Ley en el IRS. Ninguna familia que gane menos de $400,000 por año verá sus impuestos aumentar.

Cómo la Ley para la Reducción de la Inflación ayuda a las comunidades latinas

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