Con la ausencia de la escritora invitada, quien falleció este año en un bombardeo, la FIL fue el ámbito para el lanzamiento de la campaña Aguanta Ucrania
En el foro del pabellón de la Unión Europea en la FIL, Invitada de Honor en esta edición de la Feria, se dispusieron cuatro sillas, pero sólo tres fueron ocupadas: una por Héctor Abad Faciolince, escritor y periodista colombiano; otra por Pelayo Castro Zuzuárregui, diplomático del Servicio Europeo de Acción Exterior, y una más por el embajador de la Unión Europea en México y moderador, Gautier Mignot. El cuarto asiento estaba reservado para Victoria Amelina, escritora ucraniana invitada a la presentación y quien desafortunadamente falleció el 1 de julio pasado, tras un bombardeo en su país.
Abad Faciolince explicó que la campaña es un movimiento latinoamericano contra la invasión rusa, pues, aunque Ucrania parece estar lejos, la guerra que enfrenta es un conflicto de vital importancia para todo el mundo. Fue ideada por Sergio Jaramillo, quien fue el comisionado de Paz en Colombia y viceministro de Defensa de aquel país durante la firma de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), hace siete años. Negociador y estudioso de la política internacional, creó Aguanta Ucrania durante el Hay Festival! de Cartagena 2022, junto con Victoria Amelina y la premio Nobel de la Paz ucraniana, Oleksandra Matviichuk.
Recordó que Jaramillo lo invitó a participar porque vio que había escrito varios artículos contra la invasión rusa. La tarea de Abad ahora es la de encontrar escritores en América Latina que se sumen a su causa, y aunque muchos han aceptado la invitación, también ha encontrado rechazo.
Pelayo Castro tomó la palabra para preguntar a Abad sobre la causa que dio origen a su empatía con una nación a once mil kilómetros de distancia, lo que describió como una acción que supera “el kilómetro sentimental”. Respondió que en 2014 él no tenía claro si Ucrania era un territorio aún parte de la Unión Soviética, y que incluso lo llegó a confundir con Bielorrusia o Uzbekistán.
“Yo vengo a acercarme a Ucrania cuando publican un libro mío, El olvido que seremos, y empiezo a pensar más en ellos, en cómo unas chicas menores de 30 años publican en Kiev un libro que no van a poder vender”.
Tras la invasión, escuchó la noticia de que el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ofreció al presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, un avión para escapar. Su respuesta ganó la solidaridad total del escritor, pues Zelenski le contestó que no necesitaba un taxi, sino armas para defender a su pueblo. Ahí se dio cuenta de que Ucrania buscaba no parecerse a Rusia, y se convenció de la importancia de combatir la desinformación de esa potencia que ha llegado a influir en muchos de sus colegas escritores.
Abad vivió en carne propia los efectos de la barbarie que ha perpetrado el gobierno de Vladimir Putin, a quien considera el último gobierno imperialista pues, pese a su vasto territorio, busca seguir su expansión por medio del genocidio. También recordó que tras su visita a la feria del libro en Kiev, en junio pasado, lo convencieron de visitar el frente de batalla que había sido devastado por el ejército ruso, así fue que pudo atestiguar la tragedia en las escuelas y edificios destruidos. Vio también a grupos de perros que aún buscaban a sus amos y a sus hogares, escenario que inspiró a Amelina su última novela, Un hogar para Dom. Dom es un perro.
El último día de su estancia en Ucrania, Jaramillo y él decidieron llevar a Victoria Amelina a una pizzería en Kramatorsk, al este de Ucrania, donde hay toque de queda a las nueve de la noche. Cuando llegaron comenzaron a charlar en la terraza y Abad, quien se hallaba a la izquierda de Jaramillo, cambió de lugar porque no podía escucharlo. Amelina tomó su asiento. “En el momento en que ella hizo este gesto para brindar conmigo cayó el infierno, yo no sabía qué era, algo que parecía brotar del centro de la Tierra, una explosión gigantesca”.
Un misil de precisión ruso impactó en el centro del restaurante y arrojó a todos por los suelos. La única persona que falleció fue Amelina a causa de una esquirla que le penetró el cráneo. Esta es una motivación más para que Abad continúe con su cruzada contra la invasión rusa, pues Amelina ya no puede documentar los crímenes de guerra, y él siente el deber de darle voz.
El domingo 26 de noviembre se homenajeará a Victoria Amelina en el pabellón principal, a las 20:00 horas.
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