Por Charly de Balzac.
El foro teatral López Tarso que se reabrió con nueva administración con la llegada de la alcaldesa Lía Limón, no cuenta con protocolos de protección civil, protección a grupos vulnerables como son las personas con algún problema de movilidad, esto lo pudimos observar al ser convocados para la disque develación de placa de 500 representaciones del sociodrama, Wenses y Lala el pasado sábado.
Sin embargo la coordinación de prensa dejo mucho que desear y que en la mesa de acreditaciones, nos entregaron un adherible verde de prensa no sin antes ser interrogado si portaba mi equipo fotográfico, a lo que conteste en efecto. Pero luego de media hora de espera de pie y con mi bastón ya que tengo un problema de salud, que me impide estar mucho tiempo parado, esto no le inmuto al cadenero del foro, que nos impidió el acceso y me pidió esperar a un lado de la entrada, lo que rechace por mi condición de persona vulnerable y ser un informador invitado por la vocera Sandra Narvaez, por lo que molesto entregue el adherible y me retire del lugar.
Es lamentable que dicho foro lleve el nombre de una leyenda de la escena nacional como es Don Ignacio López Tarso, por lo que pedimos al área cultural de esta alcadía que lleve a cabo una supervisión al lugar, para evitar estos contratiempos que ponen en riesgo no solo a los comunicadores sino al publico asistentes, ya que en la entrada se aglomera la gente y en caso de algun sismo no sabemos como puedan actuar, no hay señalizaciones o un audio que prevenga el camino a seguir a los espectadores.
Así las cosas, solo conocemos la historia vía un comunicado : Los protagonistas de esta historia, Wenses y Lala, crecieron e hicieron su vida en algún lugar perdido del litoral del norte de México. La obra habita en una atractiva atemporalidad que consigue, por su misma amplitud, situarse en cualquier momento de nuestras vidas o la de nuestros conocidos.
Es una historia de amor, de amor puro. Aquel que ni la muerte puede dejar de hacerlo vivir. Wenses, un hombre valiente, de fuertes convicciones, tímido y callado, pero con sentimientos abrasadores como los del ojo de una tormenta, en silencio. Lala, una maravillosa mujer, vivaz, alegre, entregada, con ese ímpetu por la vida que enamora. Juntos aprendieron todo de la vida. Juntos en todas las adversidades. Optimistas hasta el final, porque eso sí, ellos no son de lágrimas, de lágrimas fáciles, nunca lo han sido. Lastima no pudimos apreciar las actuaciones de estos histriones por un cadenero sin capacitación y sin tomar en cuenta la labor de los informadores.
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