Lo inesperado muchas veces resulta mejor de lo que pensábamos
Todo comenzó con una nota aventada al aire. Cuando Emmie tenía 16 años dejó ir al cielo un globo de color rojo que contenía un secreto y por obra del destino llegó a manos de Lucas, quien no dudó en contactarla. Entonces comenzó una gran historia de amistad… ¿o de amor?
Querida Emmie Blue (Planeta), de Lia Louis, es la historia que nos enseña que “la vida es aquello que pasa mientras estamos haciendo otros planes”. Durante mucho tiempo, Emmie se ha fijado en tratar de mejorar la relación con su mamá, en conocer más a la anciana a la que le renta el espacio donde vive, en encontrar a su padre, pero donde de verdad ha dejado su esfuerzo y energía es en pensar en Lucas. Emmie está enamorada de uno de sus mejores y únicos amigos y, conforme pasa el tiempo, comienza a pensar que él siente lo mismo que ella.
Cada que es su cumpleaños, porque curiosamente Emmie y Lucas cumplen el mismo día, mes y año, se citan para festejar con una cena. Así ha sido durante 14 años y cuando están a punto de cumplir los 30, Lucas la sorprende con una noticia.
“–Me llamo Emmie y soy la padrina de Lucas. Sí, ya sé que les parecerá muy millennial y muy siglo XXI, pero es un honor para mí poder cumplir con esa función, pues Lucas es uno de mis pocos amigos de toda la vida.”
La historia que nos presenta Lia Louis conecta con el pasado de cualquier persona, refleja lo que puede suceder durante la juventud. Es emotiva, sorprendente y llena de humor.
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