¿Sabes qué es un oxímetro? Aunque parece un aparato de reciente creación, la realidad es que no es así, de hecho, el oxímetro o pulsioxímetro fue ideado en la II Guerra Mundial para que los pilotos pudieran subir a mayor altura sin peligro ya que con su uso podían calcular la altura máxima a la que podían elevarse sin oxígeno suplementario.
En la actualidad, estos aparatos se utilizan para medir los niveles de saturación de oxígeno en sangre, es decir, es una forma indirecta de saber el oxígeno real que hay en el torrente sanguíneo.
Independientemente de tu familiaridad con este aparato o no, es posible que hayas notado últimamente que los oxímetros de pulso están apareciendo en las noticias y en las redes sociales, en conversaciones con amigos y familiares.
Para aclarar todas las dudas sobre el oxímetro y si realmente puede ayudar a detectar COVID-19, el Dr. Tim Connolly, neumólogo del Hospital Houston Methodist explica que, “un oxímetro de pulso es una forma indolora y confiable para que los médicos midan los niveles de oxígeno en sangre. Cuando respiramos, el oxígeno ingresa a los pulmones, atraviesa membranas delgadas y entra en el torrente sanguíneo, donde luego es recogido por los glóbulos rojos y transportado por el cuerpo a varios órganos.”
Agregó que, “un oxímetro de pulso es un dispositivo diminuto que generalmente se desliza sobre la yema del dedo o se sujeta en el lóbulo de la oreja y utiliza la refracción de la luz infrarroja para medir precisamente qué tan bien se une el oxígeno a los glóbulos rojos. Los oxímetros nos informan entonces sobre los niveles de oxígeno en sangre. Los niveles ideales de saturación de oxígeno que se leen en el oxímetro van del 95 a 100. De 90 a 95 son niveles normales todavía, pero por debajo de 90 ya podemos decir que existe un nivel bajo de saturación de oxígeno”.
El experto explicó que el nuevo coronavirus que causa COVID-19 ingresa al cuerpo a través del sistema respiratorio, causando una lesión directa en los pulmones a través de la inflamación, la cual puede afectar negativamente la forma en que se transfiere el oxígeno al torrente sanguíneo. Este deterioro de oxígeno puede ocurrir en múltiples etapas de COVID-19, y no sólo en para pacientes en estado crítico.
De hecho, “hay un fenómeno que hemos observado clínicamente en el que una persona con COVID-19 puede tener niveles muy bajos de oxígeno, pero, por lo demás, lucir bien, denominado hipoxia feliz. Es preocupante porque estos pacientes pueden estar mucho más enfermos de lo que se sienten.”
Sin embargo, no todas las personas que dan positivo por COVID-19 desarrollarán niveles bajos de oxígeno. Hay personas que pueden tener un episodio muy incómodo con fiebre, dolores musculares y malestar gastrointestinal en casa, pero nunca demuestran niveles bajos de oxígeno.
A la pregunta expresa de si puede un oxímetro de pulso ser una herramienta útil para monitorear COVID-19 en casa, el Dr. Connolly aseguró que “si una persona tiene un caso leve de COVID-19 y se autotrata en casa, un oxímetro puede ser una herramienta útil en la evolución de la enfermedad. En general, las personas que, en teoría, tienen más riesgo de problemas de oxigenación son aquellas con enfermedad pulmonar preexistente, enfermedad cardíaca y / u obesidad, así como los fumadores activos.”
Además, dado que la “hipoxia feliz puede estar presente en personas que de otro modo podrían considerarse asintomáticas, un oxímetro de pulso puede ayudar a garantizar que no se pase por alto esta señal de advertencia temprana clínicamente silenciosa. Sin embargo, es muy importante recalcar que el oxímetro no es una herramienta que pueda diagnosticar COVID-19”. |
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