Mujeres que hacen historia
Laura G. Miranda, una novelista romántica contemporánea
Segunda parte
Por Héctor Medina Varalta
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Sensibilidad especial ante el embrujo de las palabras
Considero, salvo la opinión de la autora, que para escribir hay que tener eso que todos llaman “don”. Es algo que viene con nosotros al mundo. Y me atrevo a decir que toda persona tiene ese don en alguna medida. Me imagino, que por eso, algunas personas tienen un constante impulso de escribir, ya que una vez que han comenzado ya no pueden parar. Tienen un inquebrantable impulso de escribir, sea lo que fuere, en prosa o en verso, lo publiquen o no lo publiquen, guste o no guste. En ese punto, el don se ha manifestado y viene a ser materia prima que se puede ejercitar, pulir, retocar y mejorar. En lo particular, ese impulso casi irreprimible es la señal de que hay un don que se puede desarrollar. Ese gusto por llenar páginas no se adquiere en los talleres literarios o leyendo manuales. Le viene a uno por un sentido de urgencia en cuanto al mensaje que uno cree tener, por una sensibilidad especial ante el embrujo de las palabras.
Hay un cierto misterio en el hecho de que algunos manifiestan el don aun antes de ir al jardín de niños, y otros que lo descubren cuando ya han llegado a la edad adulta. El escritor peruano, Samuel Escobar, autor de Aprende a vivir y a escribir, escribe: “Se dice que el amor adolescente nos hace a todos poetas o escritores de cartas, pero los que tienen el don son los que persisten, aun pasada la adolescencia.” Tal vez esto le sucedió a Laura G. Miranda, pues escribe desde la adolescencia, se apartó de la escritura y a los 40 años, la retoma de nuevo, pero esta vez con mucho éxito.
Referente a su novela “Volver a mí”, es la historia de una mujer que tiene 45 años, está casada desde hace muchos años, tiene tres hijos, es profesionista, no tiene problemas económicos, es decir, tiene todo para ser feliz, pero se mira al espejo y no lo es.
Cuando uno está bien consigo mismo, puedes amar más
Por consiguiente, sale en su propia búsqueda; es una mujer que siempre ha priorizado a su familia: hijos, padres y se ha puesto en último lugar. En esta novela, la protagonista principal decide reencontrase con ella misma, con la que fue antes de casarse, recuperar su risa, recuperar un poco a la Gina que estaba siempre contenta. Emprende un viaje, recorre tres países. Pero lo importante, no son los países que recorre sino los cambios internos que ella va realizando en esa propia búsqueda. El libro plantea que, para volver a uno mismo, no hace falta viajar, sino ponerse delante de todas las cosas, entendiendo que, cuando uno está bien consigo mismo, puedes amar más y mejor a todos.
A México ya lo siento como mi casa
Quienes quieren escribir, que disfruten el trayecto
A las personas que quieren escribir, pero no se animan, les sugiero que escriban, pensando sólo en sentirse bien y en dar lo mejor; que disfruten el trayecto. A veces, la gente no se anima porque asocia la escritura con la publicación y son dos cosas que hay que saber separar. En mis primeros tres libros, escribía y no podía separarme, pues pensaba quién va a leerme, quién me va a publicar, qué es lo que va a suceder con esto. No lo disfruté tanto como cuando pude soltar eso y escribir porque realmente me gusta hacerlo, que lo demás venga por añadidura si es que tiene que venir y si no, que no venga, pero igual, uno se siente bien en el camino. Ese es la mejor sugerencia que puedo darles a quienes quieren escribir, que disfruten el trayecto-puntualizó.
Semblanza de la autora
Laura G. Miranda, ha logrado un estilo propio dentro de la novela romántica contemporánea. Está casada desde 1996, tiene una hija de 22 años y un hijo de 16; le gustan mucho los animales: tiene dos perros y dos gatas (a los que adora) que la acompañan siempre. Mientras escribe están todos detrás de ella, es rescatista, siempre está comprometiéndose con los animalitos abandonados. Le gusta mucho el mar (lugar que considera su refugio), andar en bicicleta y caminar. Normalmente, la inspiración le llega de esa manera, conectando con el exterior o con algún tipo de actividad, después escribe en su casa. La realidad, es que las historias se le ocurren mientras está corriendo o tomando un café frente a la playa, conectada siempre con el exterior.
Premios
Ha ganado premios nacionales e internacionales como poeta y narradora. En 2014 publicó Amuleto contra el vacío (Ediciones B), declarada de interés cultural por la Municipalidad del Mar de Plata el mismo año. Volver del abismo, publicada en 2015 por la misma editorial, fue su segunda novela. Laberinto del alma fue publicada en 2016 bajo el mismo sello. En 2017 obtuvo el Premio Lobo de Mar en literatura. En 2018 publicó Más allá del mar, de la Editorial Eudem de la Universidad Nacional del Mar de Plata. Además, a Miranda le gusta mucho la poesía de Pablo Neruda, Gustavo Adolfo Béquer, Oliverio Girón, poetas que la han marcado.
Conoce más sobre la autora en: lauragmiranda.com
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