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Piense como rey y sus pensamientos lo vestirĂ¡n de realeza

Charlas de sobremesa
By  HĂ©ctor Medina Varalta

Cuando el hombre tiene un ideal y se entrega a Ă©l en cuerpo y alma, tarde o temprano podrĂ¡ verlo convertido en realidad. Suele suceder que una persona tenga sueños, aunque sus zapatos estĂ©n viejos y el traje desgastado. Y tal vez, muy a menudo, sea la risilla de quienes le conocen, porque ha comentado sus sueños de superaciĂ³n. En realidad, puede ser que su apariencia personal no sea la de un ejecutivo, pero sus pensamientos son los de un rey. A quien piensa asĂ­, vista como vista, dicha actitud lo llevarĂ¡ a la meta que se ha trazado. Esta es una verdad universal.



CaracterĂ­sticas del que piensa como rey
Un rey puede usar la ropa de un pescador o la modesta vestimenta de un campesino. Incluso, puede ofrecer su mercancĂ­a en un humilde mercado o barrer las calles de la ciudad. Pero si anhela transmutar su existencia, acariciando a cada momento lo que pretende realizar, sus pensamientos lo vestirĂ¡n de realeza. Es curioso, gran parte de la humanidad raras veces ve en las personas que visten humildemente lo que en realidad son. Los sentidos perciben Ăºnicamente las apariencias. Pero lo que entre una persona parece ser y lo que verdaderamente es, hay una gran diferencia. Por supuesto, quien desee cambiar su situaciĂ³n actual no sĂ³lo deberĂ¡ de pensarlo, tambiĂ©n tendrĂ¡ que poner manos a la obra sin que haya nada que lo detenga.


¡Aire! ¡Necesito aire!
De acuerdo a cierta leyenda hindĂº, un discĂ­pulo le preguntĂ³ a su maestro, cĂ³mo convertir los sueños en realidad lo mĂ¡s pronto posible. Por respuesta, el maestro lo llevĂ³ al rĂ­o, metiĂ³ la cabeza del discĂ­pulo bajo el agua y sĂ³lo lo soltĂ³ hasta que los pulmones del joven estaban a punto de explotar. Poco despuĂ©s, el maestro conversaba con su alumno.

-           ¿En quĂ© pensabas cuando estabas bajo el agua? ¿QuĂ© deseabas mĂ¡s que otra cosa en el mundo?

El discĂ­pulo contestĂ³: “¡Aire! ¡QuerĂ­a aire!”

-           ¡Ah!- exclamĂ³ el maestro- . Cuando desees convertir tus sueños en realidad con la misma fuerza que deseabas respirar, podrĂ¡s verlos manifestados.



ConclusiĂ³n

Quien trabaje con la ley de causa y efecto, su actual escasez de pobreza, salud e inarmonĂ­a en todos los sentidos, tarde o temprano su vida serĂ¡ bendecida con riqueza, salud y armonĂ­a hasta ahora insospechadas. La oportunidad se presentarĂ¡ cuando menos se lo espere y no hay que dejarla pasar. Bien lo dice este sabio proverbio “Si ves una pequeña luz, sĂ­guela. Si te lleva al pantano ya saldrĂ¡s de Ă©l. Ah, pero si no la sigues, te lamentarĂ¡s al pensar que pudo haber sido tu estrella”.
Comentarios: hmedina@gmail.com

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