La profunda crisis económica obliga a repensar nuestro diseño institucional, señala Madero Muñoz.
La necesidad de revisar el diseño y financiamiento del sistema de salud pública, de recurrir al endeudamiento público o a una reforma fiscal para atender los efectos económicos de la pandemia, fueron algunas de las propuestas que analizaron este martes senadores de la República y especialistas.
En la primera jornada del foro “Emergencia Económica, ¿qué hacer para enfrentar la crisis económica desde el Poder Legislativo?”, el senador Gustavo Madero Muñoz dijo que es fundamental utilizar “los mejores recursos de la sociedad, gobierno y Poder Legislativo para atender los retos de un problema que aún no se expresa en toda su magnitud.
“Lo peor está por venir y la profundidad, duración y consecuencias de esta emergencia nos obligar a repensar nuestro diseño institucional e, incluso, revisar temas como el respeto a la naturaleza, la responsabilidad ecológica, tendencias como el teletrabajo o el outsourcing”, expresó el presidente de la Comisión de Economía.
Si esto no se considera en la legislación para adecuarnos a esta nueva realidad, advirtió, “le estaremos fallando a los ciudadanos que están esperando del Congreso una mayor respuesta sobre la situación que enfrentaremos”.
Héctor Villarreal Páez, director general del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, señaló que la recuperación económica después de la pandemia podría durar hasta cuatro años.
En este contexto, dijo, es necesario revisar el diseño y financiamiento del sistema de salud, así como crear un consejo bicameral para sanear el sistema fiscal y no descuidar a los estados en el paquete económico del siguiente año.
La coordinadora del Programa de Gasto Público y Rendición de Cuentas de “México Evalúa”, Mariana Campos, consideró indispensables cambios legales para flexibilizar las relaciones laborales y permitir “que las empresas puedan negociar con sus empleados para evitar el desempleo”. Este tema, enfatizó, es prioritario, pues en los primeros seis meses del año se perdieron más de un millón de puestos de trabajo formales.
Dijo que el Gobierno Federal podría considerar un endeudamiento específico para atender la emergencia económica de entre dos y hasta cuatro por ciento del Producto Interno Bruto, lo que también implicaría un plan fiscal que evite contraer compromisos de manera irresponsable y “remediar varios de nuestras deficiencias” en esta materia
El Poder Legislativo, acotó, es fundamental para establecer un pacto entre gobierno y empresas, que genere un programa concertado para establecer el financiamiento adecuado de las intervenciones públicas.
El senador Martí Batres Guadarrama, de Morena, mencionó que el gobierno ha enfrentado la crisis económica con el incremento de transferencias para diversos sectores sociales, la atención particular a las microempresas, la puesta en marcha del tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, así como la recuperación de adeudos fiscales de grandes consorcios, entre otras medidas.
Afirmó que con el endeudamiento crónico que heredó México, es difícil apostar a la contratación de deuda externa o interna, pues el margen de operación es muy restringido y podría ocasionar problemas de carácter permanente.
El legislador recordó que en el Congreso de la Unión se han presentado alternativas como la construcción de fondos emergentes, apoyos sociales extraordinarios, el seguro de desempleo o el ingreso básico universal, que seguramente se van a debatir.
Por el Grupo Parlamentario del PRI, la senadora Verónica Martínez García insistió en la urgencia de un acuerdo nacional por México. En este sentido, agregó, “nos comprometemos a trabajar en equipo con el Gobierno Federal, las administraciones estatales y locales”.
Además, en el Poder Legislativo se presentarán propuestas derivadas del foro. Todos coincidimos, asentó, en que esta crisis se debe de atender en tres vías: la salud, la económica y la social.
Ricardo Andrés Pascoe Pierce, exlegislador y analista político, señaló que la propuesta económica de este sexenio quedó anulada con la pandemia, por lo que deben replantearse “las mega obras” como el Tren Maya y la refinería de Dos Bocas, así como algunos de los programas asistenciales.
Se trata, dijo, de canalizar esos recursos presupuestales hacia las nuevas prioridades: al rescate de los trabajadores y las empresas. “No habrá futuro para el país -asentó- si no se rescata la mano de obra y las empresas donde laboran. Si todo eso desaparece el país perderá su viabilidad”.
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