* En su exposición pictórica de arte ecléctico conjuga las pinturas clásicas con el cómic, grafiti, stickers y diseño gráfico
Al inaugurar la exposición pictórica y de grabados El ensayo de lo absurdo, de Armando Romero, el presidente de la Comisión de Cultura y Cinematografía, diputado Sergio Mayer Bretón (Morena), destacó la importancia de la obra como pilar fundamental del neoeclecticismo, cuya expresión ha colocado en un relevante sitio el arte de México en todo el mundo.
Refirió que el elemento básico de estas obras es la combinación de sus versiones plásticas y estéticas con cuadros icónicos de artistas como Caravaggio, Rembrandt, Goya y Bosch, con imágenes contemporáneas irreverentes que permiten la emoción y la libertad.
“Su obra es un banquete ecléctico que muestra y enseña a entrar en un universo que se ha transformado en el tiempo, donde convergen el arte clásico, el mundo urbano, los comics y personajes de los dibujos animados de los años sesenta y setenta, convirtiéndose en un elemento obligado para entender el transcurso del tiempo y la metamorfosis social”, apuntó.
El pintor Armando Romero explicó que sus lienzos están inspirados en cuadros clásicos y los trae al mundo contemporáneo con nuevas imágenes al incluir el cómic, grafiti, stickers, diseño gráfico y cartel; es decir, “todo lo que le llamaban antes imágenes no pictóricas las vuelvo pinturas”, en una síntesis de varias corrientes como el neopop, pop ácido, posmoderno y apropiacionismo.
El artista, con cuarenta años de trayectoria, resaltó que su arte refleja una expresión social por medio de los mundos realista (figuración), el abstracto y conceptual, conjuga las tres esferas semióticas; la expresión semántica, sintáctica y pragmática, por eso es muy fácil que lo lea y comprenda un niño, adulto, un artista conceptual o un pintor figurativo al ofrecer historias adicionales al cuadro inicial.
Originario de la Ciudad de México, el autor refirió que sus cuadros hacen una crítica, por ejemplo, al mostrar el arquetipo de la división de clases, que existió en el pasado y sigue vigente, porque no se ha hecho nada por cambiarlo; es el mismo discurso y un tiempo detenido, aseveró.
Aclaró que los pintores pueden retomar las obras clásicas sin pagar derechos de autor. “A los artistas plásticos nos dejan todavía hacerlo y tenemos la libertad de expresión”.
Agradeció a la Comisión de Cultura y Cinematografía, presidida por el diputado Mayer Bretón, y a las diputadas Laura Barrera Fortoul y Claudia Pastor Badilla (PRI), el espacio del Palacio Legislativo de San Lázaro para dar a conocer su obra a los parlamentarios, trabajadores y ciudadanos.
La exposición El ensayo de lo absurdo es una muestra ecléctica (escuela filosófica que no se sujeta a paradigmas ni axiomas determinados, sino combina varias ideas para obtener una propuesta original), donde los visitantes pueden sorprenderse con el cuadro de Las Meninas, obra maestra del pintor del Siglo de Oro español Diego Velázquez, donde se descubre un dinosaurio verde con un globo de diálogo.
Las bodas de Caná, pintura del italiano Paolo Veronese, conocido por Veronés, refleja un ovni en las nubes blancas y en la parte inferior el pato Lucas y Porky con vestidos de la época.
Los tramposos, de autor anónimo, muestra el juego de cartas de tres hombres que con triquiñuelas tratan de ganar, acompañados de Pinocho sentado fumando un puro, viendo la partida de uno de ellos.
En este sincretismo pictórico aparecen la familia Burrón, Tom y Jerry, la Hormiga Atómica, el Súper Ratón, y otras expresiones de comunicación convertidas en arte como el grafiti, stickers, diseño gráfico y cartel que muestran otra perspectiva de arte mexicano.
En el corte de listón para abrir la muestra pictórica y de grabado, también participaron las actrices Anna Ciocchetti e Isabela Camil.
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