By Héctor Medina Varalta
Guadalajara, Jalisco, enero de 2019. La fitoterapia clínica no es meramente una medicina con plantas. Es una explicación terapéutica que se basa en un abordaje global en el ser humano, en una noción de terreno. En esta obra los autores exponen su concepción personal del terreno en medicina –la endobiogenia- y de la fitoterapia clínica, fundamentados en las propiedades de las plantas y otros materiales naturales reconocidos por el uso, la experimentación y la clínica, y ello en el marco de una medicina respetuosa de las especificaciones de cada individuo.
Los autores son franceses
Por dicha razón, en el marco de la Feria Internacional del Libro
(FIL), El arquitecto Gerardo Gally, director general de Editorial PAX
México, presentó dos novedades de mucho trabajo editorial, como no
pudieron sufragar el gasto, lo están distribuyendo. Son dos libros muy
importantes por la propuesta que tienen: Tratado de fitoterapia
Clínica. Medicina y Endobiogenia, de Christian Duraffourd y Jean
Claude Lapraz, el otro es La medicina personalizada. Recupera y
conservar la salud desde una perspectiva endobiogénica, del Dr.
Jean-Claude Lapraz y Marie-Laure de Clermont-Tonnerre. El primero es
un tratado de fitoterapia clínica que utiliza los medios naturales,
plantas y minerales y cómo trabajar con ellas. Es un libro que en vez
de estudiar las plantas, es decir, en lugar de decir el ajenjo cura
esto y esto, lo que hace es que toma por enfermedades; paso a paso va
curando. Además, viene una descripción detallada de los síntomas, de
la enfermedad y luego viene la preparación de las plantas que pueden
ayudar para el tratamiento de la enfermedad. En la mayoría de los
textos de fitoterapia lo tienen, sin embargo, este libro que tiene más
de mil páginas, se generó primero en Francia, es una traducción del
francés de dos grandes médicos naturistas, que en Francia son grandes
especialistas en este procedimiento.
El traductor es mexicano
El texto fue traducido por un médico mexicano, que trabaja en el
Instituto Nacional de Historia y Antropología y tiene un enfoque
antropológico muy importante; trabaja en el Jardín Endobotánico en
Morelos y pudo consultar con los profesionales de la salud de ese
lugar en todo lo relacionado con plantas nacionales. Es un libro que
con sus mil 68 páginas, más las preliminares que son romanas, tiene un
costo de 890 pesos. Sin embargo, el contenido tiene una belleza
informativa extraordinaria. Durante la traducción y en consulta con
los autores, se corrigieron muchos errores que habían cometido los
autores originalmente, no muchas, pero sí muy importantes, es decir,
cosas como, una cataplasma puede ser mejor que en un té; se tomó toda
la información del libro y se respetó, pero seleccionó otros elementos
que ayudaron a que funcionara bien.
Es un libro muy importante para la fitoterapia en México. Y para mi
sorpresa, es un texto que ha sido muy solicitado en la FIL. Me da la
impresión de quienes se dedican a la fitoterapia, comúnmente conocidos
como hierberos, se enteraron de que llagaba este libro y se ha vendido
a pesar del costo, es decir, por la utilidad de esta obra-manifestó.
La fitoterapia es una ciencia indispensable
Por otra parte, el arquitecto Gerardo Gally, manifestó que, en
cualquier mercado 8opular mexicano, siempre hay una hierbera que tiene
la experiencia aprendida de una tradición oral del uso de las plantas
medicinales. Este libro lo que hace es reforzar todo ese conocimiento
y darle una validación científica de que es más sano curarse con
plantas que con antibióticos. Algunas personas consideran, que la
ciencia médica ha avanzado de tal manera que, se ha vuelto innecesaria
ese tipo de terapia, pero eso no es verdad; este libro demuestra que
actualmente tiene una amplísima validez de la fitoterapia, sin tener
la necesidad de tomar antibióticos para cosas pequeñas, sino para
enfermedades muy severas o cuando la enfermedad está muy avanzada. Hay
una planta que se llama “pega huesos,” que se utiliza como cataplasma,
es un gran remedio para curar las fracturas. Otra hierba que se usa es
la marihuana, es un gran inflamatorio.
Las hojas de coca regulan el oxígeno
En una ocasión visité Bolivia, como dicho país se encuentra a 3 mil
700 metros sobre el nivel del mar me afectó, pues tuve tres días con
dolor de cabeza. Los nativos de ese país me sugirieron que tomara un
té de coca, pero lo rechazaba, sin embargo, al siguiente día el dolor
de cabeza era más fuerte y me tomé el té y se me quitó el dolor de
cabeza. Lo que sucede es que la hoja de coca es un té que equilibra la
oxigenación en el organismo. Además no me causó euforia, porque no
contiene tanta sustancia psicotrópica como para causar algún estrago o
alucinación. Además, el té no causa adicción porque únicamente regula
la cantidad de oxígeno en la sangre, que es lo que le falta al
cerebro, por esa razón me dolía la cabeza. A la altura que me
encontraba en ese país, le faltaba oxígeno al cerebro, por eso me
dolía la cabeza. En ocasiones, el cuerpo no sabe cómo adaptarse y
duele la cabeza, pero con un té de coca se regula el oxígeno en el
organismo. Por otra parte, las tradiciones en todos los países han ido
descubriendo diversos usos. Además el costo de los medicamentos
alópatas, ha hecho que los Fito terapeutas se metan en una búsqueda
más profunda de los remedios con plantas. En cuba, por ejemplo, la
homeopatía es la reina de la medicina, pues es un medicamento
económico y hasta cierto punto, eficaz. Asimismo, Cuba ha hecho
avanzar mucho a la homeopatía-puntualizó nuestro entrevistado.
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