Cineteca FICG y Canal 44 presentan “Somos Valientes” y “El pueblo soy yo”

La Cineteca FICG UDG, en conjunto con Canal 44 presentaron el documental “El Pueblo soy yo” del director Carlos Oteyza y del productor Enrique Krauze; así como la serie documental “Somos Valientes, capítulo Jalisco” de Lydia Cacho y Marcela Zendejas.

Ambos filmes se presentaron dentro del marco de las actividades de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara en la sala Guillermo del Toro.

Al finalizar la proyección de “El pueblo soy yo”, el historiador Enrique Krauze subrayó que “este es un documental sobre Venezuela. Existe una hermandad de países Latinoamericanos pero creo que para un ser humano, el dolor de cualquier otro ser humano más allá de su color, de su raza, de su religión, de su nacionalidad, es algo que lo atañe. Fui a Venezuela y estudié el régimen de Chávez, publiqué un libro y fui observando el deterioro y la continua destrucción social, económica, política y moral de ese país, que no se veía muy clara debido al inmenso tsunami de dólares llegó debido a los precios del petróleo y que hace unos años debido a la caída de esos precios quedó al desnudo aquello que ustedes van a ver”; por su parte, Carlos Oteyza, director del documental señaló que “A mi me pareció un poco arriesgado de hacer una película sobre una régimen o sobre una época que todavía no ha finiquitado, que no ha terminado pero en todo caso acepté el reto ya que el tema del populismo era importante no sólo para Venezuela sino también para  mostrar al mundo esa frase que hace muchas veces se puede decir tranquilamente ‘eso no nos va a pasar a nosotros’, porque así se decía en Venezuela”.

Luego de presentarse “Somos Valientes”, se realizó una mesa con Lydia Cacho, la productora Marcela Zendejas y la diputada Tatiana Clouthier. Ahí, la periodista destacó que “al final del día, cuando alguien es invidente lo único que vive cotidianamente es la confianza porque aparentemente no ven y con el bastón y la persona que los va a acompañando  o el propio perro, es un acto netamente de confianza, y si nosotros nos preguntamos cuánta confianza, ya no digamos a otros sino a nosotros mismos, yo creo que salimos reprobados. Este sería el cuestionamiento que tendríamos que hacernos ¿cuánto confío en mí y cuánto confío en mí? Y ¿cuánto confío en que soy capaz de cambiar el estado de las cosas con las que vive, en las que estoy o de las que me quejo? Este es el reto”.