La Ley para Regular a las Instituciones de Tecnología Financiera, conocida como Ley Fintech, llegó a la Cámara de Diputados tras su aprobación en el Senado a mediados de diciembre de 2017, con 102 votos a favor y ninguno en contra.
El término Fintech proviene de la contracción en inglés de las palabras Finanzas y Tecnología. Consiste básicamente en la oferta de servicios financieros a través de Tecnologías de la Información y Comunicación. La CONDUSEF estima que actualmente existen cerca de 158 empresas Fintech. Por su parte, la asociación Fintech México considera que existen entre 250 y 300 empresas en todo el país.
Pero ¿por qué necesitamos una Ley Fintech? Es una realidad que conforme avanza la penetración de Internet hemos ido trasladando distintos aspectos de nuestra vida hacia un mundo digital. Ahora no solo nuestras fotos, archivos de trabajo, música, películas, etc., se encuentran digitalizados, sino que también nuestra forma de hacer transacciones y adquirir préstamos se ha vuelto digital. Cada vez cargamos menos efectivo y pocas veces vamos a los bancos físicos. Incluso, la adquisición de monedas electrónicas globales es algo cada vez más accesible.
Adicionalmente, en países como el nuestro, existen fuertes factores estructurales que frenan el desarrollo económico. La limitada bancarización que caracteriza a la población mexicana ha significado una barrera para el crecimiento de negocios, así como para el acceso a préstamos que redundan en la adquisición de bienes y servicios o en proyectos de emprendimiento como pequeñas y medianas empresas.
Es precisamente en estos dos rubros donde la Ley Fintech entra en acción. Por un lado uno de los beneficios que se le atribuye a la ley sería el incremento del nivel de inclusión financiera en todo el país, facilitando y volviendo más accesibles los productos y los servicios financieros. Por el otro dará certidumbre a los usuarios de todas estas nuevas plataformas y métodos de bancarización que hasta ahora se habían mantenido al margen de la ley.
La ley se concentra en tres rubros principales: los pagos electrónicos, el financiamiento colectivo y los activos virtuales; en otras palabras, valores que carecen de cobertura por alguna entidad financiera. A su vez, se faculta a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores para otorgar autorizaciones para su organización, operación y funcionamiento mientras que será facultad de Banxico prever situaciones relacionadas con la transformación o modificación de características de los activos virtuales.
Es importante la aprobación de esta Ley pues ayudará a proteger a los clientes de estos servicios, impulsará el desarrollo del sector Fintech y beneficiará a industrias alternas como las telecomunicaciones, incentivando el uso de comunicación digital y de servicios como la banda ancha móvil.
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