El comercio electrónico ha registrado importantes avances en el mercado mexicano en los últimos años. Basta con observar las tendencias de consumo de los usuarios mexicanos para identificar el cambio sustancial que han tenido tanto los hábitos de compra como las ofertas digitales de servicios y productos por medio plataformas digitales. Aunado a lo anterior, una mayor compatibilidad de servicios, principalmente de entretenimiento, entre diversos dispositivos posibilita nuevas alternativas de consumo para los usuarios mexicanos.
Al segundo trimestre de 2017 (2T17), 79.7% de los usuarios de internet del país han utilizado alguna plataforma de comercio en línea al menos una vez. Es decir, un total de 59.8 millones de personas han hecho uso de las herramientas digitales y de internet para adquirir o realizar pagos de bienes y servicios.
Con respecto a lo observado en años previos, se puede apreciar un incremento sostenido en el número de usuarios que realizan compras por internet. Ello responde a diversos cambios en el ecosistema tecnológico, económico y de hábitos de compra que han impactado de forma positiva en el desarrollo del comercio electrónico (e-commerce).
Uno de estos cambios se puede identificar al estudiar la segmentación de dispositivos desde los que se realizan las compras. Si bien la mayor parte de los internautas concretan sus compras a través de una computadora (62.7%), los dispositivos celulares ocupan la segunda posición (49.0%) en términos de preferencia de uso para compras electrónicas.
Lo anterior responde a la masificación en la adopción de dispositivos smartphones que disponen de las capacidades tecnológicas necesarias para realizar dichas actividades electrónicas. A su vez, el aumento en la oferta de servicios digitales como pagos a través del móvil y esquemas de entretenimiento multiplataforma han impulsado el uso de estos servicios desde dispositivos distintos a la computadora, incluyendo tabletas y consolas.
Aunado a lo anterior, el contexto de la reducción en precios de servicios móviles y la inclusión de mayores capacidades de navegación por internet en los paquetes de prepago y postpago ha permitido un uso más intensivo de plataformas de compra por internet.
Por otra parte, un ejemplo de los efectos que los cambios en preferencias han tenido en el comercio electrónico son las principales compras realizadas por los usuarios. Hasta hace un par de años, la compra de boletos para viajar era la más transacción más común, actualmente los principales servicios y bienes adquiridos por e-commerce son ropa/accesorios (32.8%) y pagos a suscripciones (25.5%) por servicios como Netflix y Spotify, mientras que la compra de boletos pasó a tercer lugar (21.3%) en la segmentación de bienes y servicios adquiridos por internet.
Si bien las compras de nuevos servicios han impulsado a la industria, una limitante constante para el fortalecimiento del e-commerce en México ha sido la limitada tenencia de tarjetas de crédito entre la población. No obstante, ello ha sido subsanado de forma paulatina con la aparición de esquemas alternativos de pago y la introducción de pagos no bancarizados. Algunos de estos mecanismos de pago son los depósitos en tiendas de conveniencia y en sucursales bancarias, transferencias bancarias, PayPal y tarjetas de prepago.
Alrededor de 26.9% de los métodos utilizados para realizar pagos de e-commerce provienen de medios que no requieren la bancarización de sus usuarios. Si bien esto puede beneficiar a un sector importante de la sociedad mexicana, estos usuarios no tienen acceso a las promociones de créditos y pagos a meses sin intereses que ofrecen la mayoría de estos métodos de pago.
La industria del comercio electrónico se encuentra en franco desarrollo. Apoyado en la creciente preferencia del uso de internet para realizar compras y transacciones, es posible augurar un mayor crecimiento del e-commerce en los próximos años, tanto en su utilización como en ingresos. Adicionalmente, la progresiva normalización del comercio electrónico y las innovaciones tecnológicas en la seguridad de las transacciones abonan a la confianza de los usuarios para hacer uso del e-commerce en su vida cotidiana. No obstante, su universalización se encuentra irremediablemente sujeta a las condicionantes de adopción tecnológica, tanto en términos de acceso a internet como del dispositivo de conectividad, que permitan afianzar su uso democrático entre la población.
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