- La charla suscitó un ajetreado diálogo con el público en donde se profundizó en la figura del cineasta como un mito indescifrable
- “Kubrick no capturaba imágenes para hacer películas; hacía películas para capturar imágenes”: Pohlenz
Con el propósito de fortalecer la reflexión académica en torno a Stanley Kubrick: La exposición, se llevó a cabo la cuarta conferencia de este ciclo que puntualiza sobre las peculiaridades cinematográficas del afamado director neoyorquino. El título del coloquio impartido este martes 28 de febrero en la Sala 4 Arcady Boytler de la Cineteca Nacional fue Los ojos bien abiertos: El cine como momento y como acontecimiento.
En esta ocasión, el invitado fue el crítico de cine Ricardo Pohlenz, quien ha publicado libros de novela, ensayo y poesía; además, ha colaborado para el periódico Reforma, las revistas Cine Toma e Icónica y actualmente se desarrolla como académico en CENTRO, en la Universidad del Claustro de Sor Juana y en la Universidad Iberoamericana.
A lo largo de la conferencia, el maestro generó polémica por su apreciación crítica de Kubrick. "Es muy efectivo en términos técnicos, pero no va más allá de lo visualmente bello. Su cine es un vehículo francamente pictórico”. Señaló que el director tenía una fascinación muy grande por lo visual que se remonta a su primera pasión: la fotografía, y mencionó que “no capturaba imágenes para hacer películas; hacía películas para capturar imágenes”.
Dado que el eje de la conferencia fue Ojos bien cerrados (Eyes Wide Shut, 1999), Pohlenz profundizó en el simbolismo de la escena final de esta cinta y comparó los arquetipos encarnados en los personajes con las cartas del Tarot: “La mayoría de sus películas comienzan con la carta del Loco y terminan con la que representa al Mundo”. Asimismo, abordó la similitud entre sus protagonistas: “hay un molde muy específico, el modelo de héroe es siempre el mismo: desde la computadora paranoica HAL de 2001: A Space Odyssey, hasta el Dr. William Harford, el personaje de Tom Cruise en Eyes Wide Shut”.
Durante la sesión de preguntas y respuestas, se suscitó un diálogo particular entre el público y Ricardo Pohlenz, pues la perspectiva crítica del conferencista provocó un ajetreado debate en donde los asistentes defendieron la trascendencia de la filmografía del director, ya que estaban en desacuerdo con las afirmaciones del maestro en donde sostenía que “No hay nada detrás del cine de Kubrick, eso es lo fascinante: vende una profundidad que no tiene”. La disertación de los participantes concluyó al profundizar en la figura del cineasta como un mito indescifrable.
Para finalizar su presentación, el escritor proyectó un ensayo visual compuesto por fotografías que retrataron las diferentes facetas de Stanley Kubrick como cineasta, como padre de familia y como fotógrafo. También incluyó fotogramas de sus películas, como Naranja mecánica (A Clockwork Orange, 1971), El resplandor (The Shining, 1980) y Barry Lyndon (1975). Incluso invitó a los asistentes a visitar Stanley Kubrick: La exposición para mirar de cerca algunas de las piezas originales de estas cintas, como la máquina de escribir de Jack Torrance.
La siguiente sesión de Descubriendo a Kubrick contará con la presencia de Roberto Domínguez Cáceres, quien presentará "El resplandor y los laberintos de la identidad acrónica" el próximo martes 8 de marzo en punto de las 18:00 horas. La entrada será libre solicitando las cortesías de acceso en la taquilla 5 de la Cineteca Nacional.
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