En la frontera (Tijuana), nos vemos en esta situación de intolerancia y
aislamiento respecto a la administración Trump, pero no comprendemos que
el nacionalismo como ideología contiene las semillas del centralismo,
autoritarismo, racismo, segregación, y particuarmente en el terreno del
capitalismo (de "la explotación del hombre por el hombre" y la
"plusvalía"), el nacionalismo capitalista industrial dio a luz el
FASCISMO en la primera mitad del siglo XX. —El fascismo no es el
nazismo, ni son sinónimos—. El nazismo es una ideología política
estructurada coherentemente alrededor de objetivos y procedimientos
lógicos, seguiendo la aplicación de la ciencia, la tecnología, la
sociología y el misticismo, con el propósito de crear una “nueva
civilización” con base al conflicto mundial. El fascismo es una
"revolución fracasada", es la alianza entre la aristocracia con los
grandes industriales y la religión para convertirse en una Plutocracia
sostenida por policías, servicios de inteligencia y el ejército. No hay
ideología, solo intereses. El dinero es su base teórica, un collage
improvisado de ideas add hominem, un discurso sin coherencia interna;
'al hombre lo que quiera escuchar', por ello, Trump dice una cosas y al
siguiente aliento se contradice. El fascista no tiene coherencia
ideológica, se deja llevar por sus intereses y pulsaciones primitivas
("La muerte hace justicia", "Yo no soy un hombre, soy un pueblo"). A
cada grupo le dice lo que este quiere escuchar, y a todos los pone
contra otros bajo su programa autoritario ("Creeré, obedeceré,
combatiré"). Trump no es nazi, es un ególatra narcisista que como
Mussolini alimenta su poder exacerbando el nacionalismo sobre el odio en
la gente más desesperada. Trump es el producto 'negativo' del
imperialismo neoliberal, el neofascismo, la venganza del Destino
Manifiesto a su propia gente, —la pus de la posmodernidad neoliberal
para el globo—. En 1988 me tocó leer el libro “Friendly Fascism”
(Fascismo Amistoso, 1980) de Bertram Gross (científico social
estadounidense, burócrata federal y profesor de ciencias políticas en
Hunter College), donde anticipa con todo detalle el surgimiento del
neofascismo en Estado Unidos. Esta es una lectura obligada para quien
desee conocer desde cuándo está implantado el fascismo en los Estados
Unidos, y donde podrá descubrir sus raíces en la solidificación del
Complejo Industrial Militar norteamericano que surge a partir de la
Segunda Guerra Mundial al absorver el modelo, conocimiento y la fuerza
intelectual de alemana nazi (Project Paperclip). Hillary Clinton fue la
representante no solo de Wall Street, sino del Complejo Industrial
Militar, entonces me pregunto una vez más ¿qué es la democracia
representativa, las elecciones, los partidos, los políticos? ¿será como
dice el Duque en la película de Pasolini Los 120 días de Saló, “los
fascistas representamos la verdadera fuerza anarquista sobre la Tierra”?
¿por qué? La respuesta la puedes encontrar en el libro de Bertram
Gross, donde el autor demuestra cómo la agenda fascista se desarrolla
tan "naturalmente" como el autoritarismo en sociedades democráticas.
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