¿A quién se debe coachear a las nuevas generaciones o a los jefes?
Fuga de talento un síntoma generacional
México, Julio 2016. Llamada generación Y, Generación boomerang o Generación Peter Pan (sociólogo Kathleen Shaputis); también los llaman flojos, impuntuales, egocéntricos, distraídos, irresponsables, inconstantes e incluso raros (principalmente por sus jefes); los Millennials son como cualquier otra generación, con defectos y virtudes a la hora de trabajar. La única guerra en la que viven constantemente con el mundo laboral es el encontrar el click motivacional perfecto en la oficina, para convertirse en colaboradores comprometidos, competitivos, entregados, productivos y principalmente evitar su migración de empresa a empresa. (Fuente Stratega)
La Consultora Deloitte estima que para el año 2025 este microsegmento de la población mundial representará casi el 75% de la fuerza laboral activa, motivo de preocupación para todos los sectores donde se están desenvolviendo e influyendo: comercial, educativo, cultural y empresarial. La preocupación radica en cómo se han acoplado a su mundo cotidiano y el momento histórico en el que les tocó crecer (lleno de tecnología); surgiendo la duda si realmente ellos se están acoplando él o la estructura a ellos.
Siendo consumidores ponen como prioridad vivir una experiencia en el consumo y no solo se conforman con un producto tangible, una marca, una imagen e incluso un precio, son consumidores conscientes investigan antes de comprar; escolarmente prefieren superarse en algo que los llene y los haga felices, antes de engancharse en algo que no les gusta pero les dará dinero y estabilidad; culturalmente crecieron sin tabúes, en un mundo de sexualidad abierta, sin reglas rígidas ni etiquetas, sobrecargados de información y de canales de conectividad. Sin embargo lo que aquí nos acontece es su desarrollo laboralmente, pues es ahí donde sus características e ideología se reflejan potencialmente.
Han cambiado enormemente las razones por las cuales los colaboradores no se ponen la camiseta de la empresa. Antes, además de que era parte de la expectativa, las personas se ponían la camiseta por el “deber ser” y por tener un buen empleo. Cuidaban a su empresa (para cuidar su empleo). Ahora es diferente, a nueva generación Millennials no tiene ese apego. Los cambios vertiginosos en tecnología, marcas y productos, la pérdida de involucramiento con las instituciones (educativas, gubernamentales, religiosas, etc.) y por último la velocidad con la que la información se mueve hace que sea mucho más difícil el apego emocional.
Luis F. González Aspuru, Team Leader de ASGAR, afirma que “para que alguien “se ponga la camiseta” realmente, además de la parte lógica de la relación laboral (buenas condiciones de empleo, buen producto y buena relación con el liderazgo) se necesita integrar un elemento emocional. Este elemento es muy difícil de lograr especialmente en con esta generación que cuestiona más y confía menos. Entre las soluciones de integración se encuentra el crear una cultura adecuada y llamativa para ellos que incluya factores como”:
- Intraemprendurismo
- Creatividad
- Toma de decisiones
- Autoaprendizaje
- Movimientos rápidos
- Hacer los procesos más simples, menos burocráticos y más tecnológicos
- Tener una visión y propósito superior que alinea alineada a los valores de la generación Millennial: medio ambiente, responsabilidad social, diversidad, etc., son temas muy importantes para ellos.
- Enseñar que la formalidad también le agrega valor al negocio
- Poner reglas y límites explicando las razones, jamás imponer
- Aprender a negociar con ellos
Los Millennials respetan el liderazgo por lo que pueden aprender de ellos. Están dispuestos a ser “coacheados”, es más lo piden, sin embargo no están dispuestos a que se les diga que tienen que hacer sin explicarles el ¿Por qué?. Están dispuestos a escuchar y aprender, están dispuestos a que lideres una visión; ellos se hacen parte de ella.
Acerca de ASGAR
ASGAR es parte de las 10 mejores empresas en la innovación corporativa en América Latina y socio estratégico de las empresas más importantes de México, nace en el año 2007. Es el único “Navigator” del programa de LifePilot para Latino América. Su misión es influenciar el cambio positivo en las personas a través del potencial empresarial hacia una sociedad con valores, y su visión es ser socio estratégico y primera opción en formación de las 100 mejores empresas en México.
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