martes, 19 de julio de 2016

Por qué soy infiel? Cuando la pareja no es el motivo

By Héctor Medina Varalta


                                                                                                                 Me dijo “vente conmigo, que sepa que no estoy sola.
Se hizo en el pelo una cola, fuimos al bar donde estaban.
Entramos, precisamente él abrazaba a una chica.
Mira si es grande el destino y esta ciudad es chica.
¡Era mi mujer!
Fragmento de Ricardo Arjona, “Historia Del taxi”.


Guadalajara, Jalisco, julio de 2016. Para muchas personas, tener pareja o vivir una relación de pareja es sumamente importante, no sólo por el tiempo que le dedican sino porque cifran en ella el bienestar de su vida. Por esta razón, el fenómeno de la infidelidad es un tema de gran importancia para hombres y mujeres, ya que constituye uno de los principales motivos de distanciamiento, e incluso de ruptura, en la pareja. Vivimos en un mundo en el que la infidelidad, pese a ser una conducta frecuente, es severamente condenada, y las autoras del libro que lleva el nombre el encabezado de este título, consideran que su estudio es fundamental dado su impacto social. La literatura que ellas han consultado sobre este tema se centra casi siempre en la persona afectada, es decir,  en el individuo a quien le han sido infiel. Ciertas formas se enfocan en quien desempeña el papel de c y muy pocas abordan las experiencias de quien ha sido infiel. Hablar de infidelidad-y más concretamente, de las personas infieles-significa ahondar en un cúmulo de emociones, sensaciones y pasiones humanas.


40 opciones para ser infiel
En el capítulo 6, titulado: Motivaciones de la persona infiel, las sexólogas escriben: Existen tantos motivos, causas y razones para ser infiel como personas hay en el mundo, y si se vamos a dar una opinión de los infieles, es precisamente considerar a cada persona como un individuo. Aquí mostraremos los motivos que encontramos a lo largo de la investigación que realizamos, sin pretender afirmar que son los únicos-ni mucho menos-, ni demeritar a los que no se mencionaron. Ser o querer ser infiel es una opción, decisión y responsabilidad personal. Sin importar los motivos que se tenga, nada ni nadie-menos aun a una situación determinada-, obliga u orilla a hacer algo que no se quiera o desee. Las razones pueden ser variadas: desde las dictadas por el racionamiento consciente, hasta las que poseen significados más profundos. Para algunos, el motivo puede ser común o trivial; para otros, puede tener gran importancia y trascendencia e incluso brindarles reflexión y enriquecimiento.
Para ciertas personas infieles esos motivos pueden ser “reales” y de peso, pero también los hay superficiales o tan ocultos que ni los mismos infieles se dan cuenta de las verdad3eras causas de su actitud. En ocasiones lo descubren, pero otras, no. Cada persona infiel tiene su combinación única y personal; así como una huella digital, cada uno de nosotros ostenta la suya, que es la que nos distingue y nos hace únicos e irrepetibles.
Enseguida, las coautoras presentan los motivos localizados y los analizaron brevemente, son cuarenta.

Tabla de Lizárraga
María Teresa Rajme y Araceli Ayón, autoras del libro ¿Por qué soy infiel?, consideran que tanto los hombres como las mujeres son infieles. No es una condición específica de los varones. Por otra parte, se tiene la creencia de que los hombres son infieles sin compromiso, pero eso no es verdad; también hay mujeres que tienen un compromiso formal y también son infieles, por lo general, con hombres que no tienen compromisos. Por lo tanto, no es cuestión de género, el hombre por naturaleza podría ser infiel. Socialmente es una estructura, que por cuestiones de cultura, económicas o religiosas? Antes era muy común que la gente se casara a los 20 años, en la actualidad esa costumbre quedó en el pasado. Hablando de la homosexualidad y la bisexualidad, Araceli Ayón opina que todos nacemos en un punto intermedio y como la Tabla de Quince y la Tabla de Lizárraga se van moviendo las preferencias sexuales, esto no quiere decir que uno tenga un acto sexual, ya que hay mujeres que les gusta mirar el cuerpo de otra mujer, hay gente que no voltea, otras que sólo fantasean y nunca lo hacen, son diferentes cosas que finalmente no lleva a la infidelidad. Lo que lleva a la infidelidad, es el desconocimiento de lo que tú quieres hacer en una pareja o para qué te casas o te comprometes si tienes dos mujeres.

Antes de entrar al mundo swinger, piénselo bien
Durante la entrevista, se mencionó el caso de un matrimonio de más de 20 años de relación donde el varón le propuso a su mujer que entraran a un club swinger. Con el paso del tiempo, la mujer lo dejó para irse a vivir con otra mujer. Ese hombre en la actualidad está muy desconsolado, se embriaga mucho, ya que aún no supera la pérdida de la que era su pareja sentimental. María Teresa Rajme, externó que el hombre no ha superado la infidelidad de su mujer porque le está siendo infiel con otra mujer, le está tocando desde la parte de su hombría, que igual si a la mejor si ella le fue infiel con otro hombre no le dolería tanto. Se está especulando. Finalmente, tenían un pacto de swingers, no es como “me abandonó por otra persona.” Tenían esa parte de permisibilidad de estar con otras personas y finalmente, aún con ese acuerdo de permisibilidad termina abandonándolo. Lo que sufre es el abandono.

Cuando la pareja no es el motivo
“Si la pareja no es el motivo, ¿entonces yo lo soy?”-pregunté. “¡Exacto!-exclamaron en coro. Lo que sucede es que es muy fácil contarnos el mundo a través del de afuera: ‘por qué mi mamá, mi pareja o nuestra ex pareja, ¿Por qué no, si somos los protagonistas, la vida es la historia personal, no se puede estar  buscando justificantes y culpables en los demás, es una actitud nada propia de personas adultas”. Por otra parte, las coautoras expusieron una opinión demasiado interesante: la infidelidad no tiene nada que ver con el amor: hay mucha gente que ama a su pareja y tiene otra relación y gente que no ama a su esposa y tiene otra pareja, es decir, cada persona tiene una vida y una historia diferente.

Amar no implica ser dueño de alguien
El libro menciona los motivos por lo que el ser humano es infiel: por un viejo amor, por enamoramiento, por una aventura, por la oportunidad del momento, por diferencias con la pareja, a la mejor la pareja está pasando por unos momentos de salud importante, que no les permite el disfrute sexual. Entonces, encontramos a otra persona y no dejamos de amar a nuestra pareja. Son relaciones diferentes y no tiene nada que ver la pareja directamente. A la mejor, también puede ser por la distancia, puede ser de una forma indirecta, no es algo provocado por la pareja para ser infiel. Tenemos que ser honestos consigo mismos y ser responsables de nuestros actos. De acuerdo a las coautoras, una cosa es amar a alguien, pero el amor no implica pertenencia; el amor no está esperando nada a cambio, uno ama porque quiere amar y somos libres de amar, pero no implica ser dueño de alguien.

Infidelidad y bipolaridad
La relación abierta se caracteriza por basarse en el convenio de tener otras relaciones sexo afectivas paralelas a la pareja de compromiso, sin que esto perturbe la unión. Los acuerdos son seleccionados y aceptados por ambos. Cuando este convenio se da dentro de una pareja establecida, se le denomina matrimonio abierto. No obstante, existen infidelidades en el matrimonio abierto, y también en el terreno de los swingers porque finalmente tienen unas reglas, se rompen las reglas. En el caso de las personas que padecen el Trastorno Afectivo Bipolar (TAB), se da mucho la hipersexualidad en las fases de manía. Al respecto, María Teresa Rajme expone que se puede entender que en la fase maniaca pueda obviamente exacerbar muchas de las conductas cotidianas, que pueden ser, en determinado momento en un rango normal y cuando estamos en la fase maniaca la exacerbamos, eso se puede entender. En este caso, la persona bipolar no debería quedarse con la parte de infidelidad, más bien se iría con la enfermedad si es que ésta no se está tratando.

Trayectoria profesional
Araceli Ayón Guerrero, licenciada en psicología por la UAM-X, cuenta con estudios relacionados con la atención terapéutica dirigida a adultos, entre ellos, la formación como terapeuta psicocorporal (bioenergética) y como educadora y terapeuta sexual por la UNAM. Con experiencia profesional de más de 20 años, actualmente se dedica al trabajo terapéutico, tanto dentro de una institución pública como en la práctica privada.
María Teresa Rajme Hekimian es licenciada en ciencias de la comunicación social por la Universidad de Anáhuac, terapeuta Gestalt y terapeuta de parejas por el Instituto de Terapia Gestalt. Es también educadora y terapeuta sexual por la UNAM.
Ambas han participado y colaborado en programas de radio, revistas mensuales y televisión. Asimismo, han participado como ponentes en los congresos de sexualidad de FEMEES con el tema de infidelidad.


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