Ciudad de México, Marzo 8 de 2016 – La ausencia de incentivos o motivadores que promuevan desde la infancia el interés de las niñas en el campo de las ciencias y la ingeniería sigue siendo una asignatura pendiente. En la mayoría de los casos se prejuzgan estas actividades como preponderantemente masculinas y por ende, este desequilibrio se traslada directamente a una insuficiencia de profesionistas mujeres en el mercado laboral afín o relacionado.
En la actualidad, sólo se inscriben entre un 20 y 30 por ciento de mujeres en carreras asociadas a las ciencias, mientras que un porcentaje similar de la matrícula original, es el que termina exitosamente sus estudios. De acuerdo con un sondeo llevado a cabo por Robotix, las instituciones de educación superior indican que a lo largo de los años no ha habido un incremento significativo en la matricula de mujeres.
“Desde pequeños es común que a muchos alumnos se les guíe de forma errónea hacia actividades para ‘niños’ y otras para ‘niñas’, provocando una suerte de prejuicio temprano y limitando el desarrollo cognitivo de un grupo que cuenta con todas las aptitudes para ser exitosas en una disciplina científica. También, no es poco común que se creen atavismos a una edad temprana sobre la dificultad de las matemáticas o las ciencias. Todo lo anterior contribuye a que en México muchos alumnos, y primordialmente alumnas niñas, opten por seguir carreras “más fáciles” o “sin matemáticas” y con ello queden sin poder explorar su potencial científico latente”, explicó Roberto Saint Martin, director de RobotiX.
En el sondeo realizado por la empresa Robotix, se destaca que las universidades no vislumbran un cambio radical en la matrícula de mujeres en sus carreras tecnológicas, pese a que sin duda ha habido un ligero incremento en el interés en estas disciplinas por parte de este grupo.
¨México requiere más profesionales en todas las disciplinas científicas y tecnológicas, pero es primordial que se haga un esfuerzo por inspirar y despertar la curiosidad de las niñas por la ciencia y la tecnología. Las mujeres son extraodinarias ingenieras e investigadoras. Si en verdad queremos ver en el año 2030 una sociedad más equitativa y mejores oportunidades laborales para las mujeres, necesitamos más ingenieras”, agregó.
Desde su creación RobotiX ha descubierto que la robótica, otras tecnologías exponenciales y el emprendimiento, son efectivos detonadores para empoderar a los niños y activarlos socialmente. A pesar de ello todavía existe la percepción entre muchos padres de familia que este tipo de actividades son preponderantemente para varones.
“La robótica es una actividad en la que se conjugan, el aprendizaje, el juego, la creatividad y el trabajo en equipo y ello está incubando ya una nueva generación de niños con una renovada confianza y curiosidad por aprender el como funcionan las cosas a su alrededor. Hemos comprobado que la robótica despierta y focaliza la creatividad natural del niño hacia pensar y hacer posible la resolución de problemas complejos. En 2015 tuvimos más de 4,000 alumnas que terminaron satisfactoriamente alguno de nuestros cursos. Nuestro objetivo es superar esta cifra cada año y en especial este 2016 ¨, concluyó Saint Martin.
En la actualidad, sólo se inscriben entre un 20 y 30 por ciento de mujeres en carreras asociadas a las ciencias, mientras que un porcentaje similar de la matrícula original, es el que termina exitosamente sus estudios. De acuerdo con un sondeo llevado a cabo por Robotix, las instituciones de educación superior indican que a lo largo de los años no ha habido un incremento significativo en la matricula de mujeres.
“Desde pequeños es común que a muchos alumnos se les guíe de forma errónea hacia actividades para ‘niños’ y otras para ‘niñas’, provocando una suerte de prejuicio temprano y limitando el desarrollo cognitivo de un grupo que cuenta con todas las aptitudes para ser exitosas en una disciplina científica. También, no es poco común que se creen atavismos a una edad temprana sobre la dificultad de las matemáticas o las ciencias. Todo lo anterior contribuye a que en México muchos alumnos, y primordialmente alumnas niñas, opten por seguir carreras “más fáciles” o “sin matemáticas” y con ello queden sin poder explorar su potencial científico latente”, explicó Roberto Saint Martin, director de RobotiX.
En el sondeo realizado por la empresa Robotix, se destaca que las universidades no vislumbran un cambio radical en la matrícula de mujeres en sus carreras tecnológicas, pese a que sin duda ha habido un ligero incremento en el interés en estas disciplinas por parte de este grupo.
¨México requiere más profesionales en todas las disciplinas científicas y tecnológicas, pero es primordial que se haga un esfuerzo por inspirar y despertar la curiosidad de las niñas por la ciencia y la tecnología. Las mujeres son extraodinarias ingenieras e investigadoras. Si en verdad queremos ver en el año 2030 una sociedad más equitativa y mejores oportunidades laborales para las mujeres, necesitamos más ingenieras”, agregó.
Desde su creación RobotiX ha descubierto que la robótica, otras tecnologías exponenciales y el emprendimiento, son efectivos detonadores para empoderar a los niños y activarlos socialmente. A pesar de ello todavía existe la percepción entre muchos padres de familia que este tipo de actividades son preponderantemente para varones.
“La robótica es una actividad en la que se conjugan, el aprendizaje, el juego, la creatividad y el trabajo en equipo y ello está incubando ya una nueva generación de niños con una renovada confianza y curiosidad por aprender el como funcionan las cosas a su alrededor. Hemos comprobado que la robótica despierta y focaliza la creatividad natural del niño hacia pensar y hacer posible la resolución de problemas complejos. En 2015 tuvimos más de 4,000 alumnas que terminaron satisfactoriamente alguno de nuestros cursos. Nuestro objetivo es superar esta cifra cada año y en especial este 2016 ¨, concluyó Saint Martin.
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