Investigador mexicano de reconocimiento mundial, dicta conferencias sobre obesidad infantil y su prevención a través de la lactancia materna, durante el Congreso Estatal y Jornadas del HCG de Pediatría
Se calcula que el siete por ciento de los niños menores de 5 años de todo el mundo, tiene sobrepeso. En tan sólo trece años, la cifra de niños con obesidad aumentó de 32 millones en el 2000, a 42 millones de niños menores de cinco años, con obesidad o algún grado de sobrepeso, en 2013.
En contraste, sólo el 38 por ciento de los niños de menos de seis meses de edad en el mundo en desarrollo, reciben leche materna exclusivamente.
El doctor Rafael Pérez Escamilla, connotado experto de la Universidad de Yale, quien ha realizado una importante labor de asesoría al gobierno mexicano en el re-establecimiento de un programa nacional efectivo de lactancia materna, dictó dos conferencias sobre obesidad infantil y su prevención a través de la lactancia materna, en el marco del Congreso Estatal de Pediatría y las Jornadas de Actualización en Pediatría de los Hospitales Civiles.
Pérez Escamilla, expuso durante su conferencia “El ciclo materno-infantil de la transmisión de la obesidad. Implicaciones para México”, llevada a cabo en el Paraninfo de la Universidad de Guadalajara y posterior a la inauguración del evento, que la lactancia materna exclusiva durante los primeros seis meses de vida, protege al bebé de la obesidad y de enfermedades infecciosas, además de promover el desarrollo del coeficiente intelectual, tema principal de su segunda conferencia impartidaeste jueves por la mañana.
La leche materna es un fluido que está vivo, está formada por muchos componentes bioactivos, anticuerpos y compuestos que ayudan a que se establezca la flora intestinal del bebé. Además, contiene ácidos grasos omega 3, que intervienen en el correcto desarrollo de los caminos neurológicos que son los facilitadores del desarrollo cognitivo del ser humano. Por ello, se le recomienda a la mujer que durante el embarazo y lactancia consuma alimentos como el salmón, ricos en omega 3, ya que es bien sabido que lo que la madre consuma se transmitirá al bebé a través de la leche materna.
El doctor Rafael Pérez Escamilla, explicó cómo los factores epigenéticos (factores no genéticos que intervienen en el desarrollo del organismo), predisponen al bebé a la obesidad durante su niñez. “Cuando las madres tienen obesidad y se embarazan, quiere decir que van a tener niveles altos de insulina, que van a tener niveles altos de azúcar circulando en la sangre y en el feto.
Todos los nutrimentos y las hormonas que la mujer tiene en su organismo van a programar al genoma del feto, que al nacer aumenta o potencia las probabilidades de tener obesidad, es lo que se conoce como mecanismos epigenéticos, que es la intersección entre el genoma y el medio ambiente, incluyendo factores de nutrición y de hormonas que vienen de la madre e influyen sobre el desarrollo del feto”.
Al respecto de la obesidad infantil, Pérez Escamilla recalcó los beneficios de la lactancia materna como medida preventiva. Dijo que el objetivo es promover los beneficios para madre e hijo de la lactancia materna, ya que México tiene una de las tasas de lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de vida, más bajas del mundo, con apenas un 14 por ciento de madres que amamantan, reportado en 2012, en comparación con el (aún bajo) 20 por ciento que se tenía en 2006.
“México necesita fortalecer muchísimo su programa nacional de lactancia materna y de alimentación complementaria como parte de la estrategia nacional de prevención de la obesidad.” El doctor sugirió durante sus conferencias, que debe haber una estrategia coordinada por parte del gobierno que incluya todo el ciclo de la vida, desde antes del embarazo, durante el embarazo y siempre incluyendo la lactancia materna como parte de esta estrategia, ya que hay diversos programas de manera disociada que se enfocan al mismo objetivo.
Por último, enfatizó que, la baja tasa de lactancia materna exclusiva, se debe a diversos factores como la desinformación pero que, la falta de compromiso social hacia las madres es un problema aún más grave, especialmente en aquellas que trabajan, quienes luchan contra la falta de espacios y tiempos adecuados para amamantar, el prejuicio y la casi nulidad legislativa que las ampare.
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