El carcinoma hepatocelular es el sexto tipo de cáncer más frecuente a nivel mundial y provoca aproximadamente 750 mil muertes al año. En México, representa la tercera causa de muerte por cáncer y pese a los esquemas terapéuticos existentes, el pronóstico del cáncer de hígado es poco alentador, ya que el promedio aproximado de vida es tan solo de un mes en casos avanzados (1).
Por lo anterior y siempre buscando innovación para los pacientes no sólo de Estados Unidos, sino del mundo, investigadores del Hospital Houston Methodist han encontrado un nuevo enfoque para el tratamiento del cáncer de hígado que puede traer mejoras contra el carcinoma hepatocelular (CHC).
Por lo general, el tratamiento del CHC temprano incluye resección quirúrgica, trasplante de hígado o terapia de ablación local. Sin embargo, a la mayoría de los pacientes se les diagnostica CHC avanzado y, por lo tanto, no son aptos para estas opciones de tratamiento curativo.
Varias sociedades de hepatología, incluida la Asociación Europea para el Estudio del Hígado y la Asociación Estadounidense para el Estudio de las Enfermedades Hepáticas, reconocen la quimioembolización transarterial (TACE) como el estándar de atención en el tratamiento del CHC temprano a intermedio.
TACE es un procedimiento de radiología mínimamente invasivo, guiado por imágenes, que administra quimioterapia a los vasos sanguíneos que irrigan el tumor hepático. A pesar de ser la modalidad de tratamiento recomendada por la mayoría de las guías de práctica clínica, es necesario varios tratamientos TACE en un solo paciente debido, en algunos casos, a los grandes volúmenes tumorales y las altas tasas de progresión tumoral, un estado denominado “cáncer de hígado refractario a TACE.”
Ante este escenario, el Dr. Maen Abdelrahim, médico gastro-oncólogo, profesor asociado de medicina en oncología del Hospital Houston Methodist y director del Centro Cockrell de terapéutica avanzada, comparó una terapia combinada de TACE y el fármaco sorafenib con la monoterapia con TACE para tratar el CHC en pacientes trasplantados con CHC no resecable, es decir, paciente cuyo tumor maligno no es candidato a cirugía.
La terapia combinada mejoró significativamente la supervivencia general en comparación con la monoterapia con TACE y puede proporcionar pistas importantes para avanzar en el manejo del hepatocarcinoma, reducir la carga de la enfermedad y mejorar la calidad de vida de los pacientes.