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jueves, 24 de mayo de 2018



La detención desaparición de nuestros compañeros Gabriel Alberto Cruz Sánchez y Edmundo Reyes Amaya hace 11 años como crimen de lesa humanidad no prescribe porque sigue ejecutándose en tanto que no se conoce la verdad, el paradero y su actual circunstancia; en la medida que se mantiene en la impunidad es el tiempo que confirma que los crímenes de lesa humanidad constituyen política de gobierno que trasciende sexenios y origen partidista de las administraciones, porque éstas se rigen indistintamente por las leyes del funcionamiento del Estado burgués.
Gabriel y Edmundo son dos militantes de nuestro Partido Democrático Popular Revolucionario (PDPR) y a la vez dos combatientes del Ejército Popular Revolucionario (EPR); en consecuencia, su desaparición forzada tiene profundas motivaciones políticas, se enmarca en una política de contrainsurgencia que pondera la violencia de clase para castigar a quienes pugnamos por la transformación revolucionaria de la sociedad, sin embargo, a 11 años de este acto deleznable nuestra voluntad de combatir se fortalece.
La desaparición forzada de nuestros compañeros es un crimen de Estado que se ejecuta contra el sujeto revolucionario, ese hecho vuelve al acto más inhumano y cruel, porque su condición de desaparecidos está vinculado al cometido de múltiples violaciones a los derechos humanos que desnudan el carácter profascista y prooligarca del régimen neoliberal.
A la distancia de 11 años del cometido del crimen de Estado, en la humanidad de nuestros compañeros, el fenómeno de la desaparición forzada de personas por motivos políticos y sociales, a diario se ejerce desde las instituciones y sus representantes de manera sistemática y generalizada contra los explotados y oprimidos.
La sistematización y generalización revela que el terrorismo de Estado es una política de gobierno que toma forma en la violencia legalizada que brota de un Estado policíaco militar y que a la fecha, en la suma de tres sexenios, se objetiva en más de un millón de víctimas directas y más de 5 millones de víctimas indirectas, ya que los crímenes de Estado afectan no sólo a la víctima directa sino deja una herida profunda en todo su entorno familiar y social, por eso la aterradora cifra del terrorismo de Estado se acerca a los 10 millones de mexicanos.
Al lado de la desaparición forzada de personas y de la ejecución extrajudicial también existen como parte del fenómeno de la violencia del Estado contra el pueblo el desplazamiento forzado, la tortura, detenciones arbitrarias, encarcelamiento injusto, todo  como parte de la política terrorista del gobierno antipopular, por eso en el cometido de una desaparición forzada por lo regular conllevan más de uno de estos crímenes de Estado.
En estos 11 años nuestro pueblo ha confirmado que la política gubernamental consiste en minimizar la magnitud del fenómeno y tratar de eludir la responsabilidad en el cometido de crímenes de lesa humanidad tanto de instituciones y personeros del régimen, al pretender dolosa y perversamente endosar autoría al mítico y nebuloso “crimen organizado”, la realidad es inocultable, los crímenes de lesa humanidad en México son cometidos por el Estado a través de todo el andamiaje institucional.
No es la mítica, omnipotente y omnipresente “delincuencia organizada” la autora material, mucho menos intelectual de los crímenes de lesa humanidad, éstos los comete el Estado mexicano a través del aparato represivo. En los múltiples casos de desaparición forzada no existe solución y la mayoría los ahogan en la tipificación dentro del estado de derecho oligarca que los desnaturaliza de su condición política, la intención es negar la responsabilidad y el carácter represivo del gobierno.
En cada caso de desaparición forzada, sea por motivos políticos o sociales, las víctimas representan al sujeto crítico, en otros al sujeto político, gran parte es víctima por su condición de clase y también es cometido contra el sujeto revolucionario; hecho que denota la magnitud del fenómeno, la violencia de los explotadores y opresores se ejerce con todo el peso del Estado contra el pueblo organizado y no organizado para preservar el régimen oprobioso. Entre las víctimas del terrorismo de Estado no encontramos a ningún burgués, oligarca, a ningún integrante de la cúpula policíaco militar y eclesiástica, a ningún renombrado politicastro u hombre del régimen, lo que demuestra el carácter represivo y de clase de la junta administrativa de los intereses burgueses.
La democracia burguesa descansa sobre millones de víctimas de la violencia institucionalizada, en interminables ríos de sangre, en el abarrotamiento de las cárceles llenas de pueblo trabajador; los políticos de oficio defienden esa democracia bañada en sangre y en el dolor de las víctimas, a la vez que se desgarran las vestiduras por convencer de que debe aceptar dócilmente el terrorismo de Estado como un mal necesario para salvar los intereses de un puñado de oligarcas que se apropian violentamente de la riqueza que genera el pueblo.
En el actual proceso electoral, la actitud de los políticos de oficio va desde una actitud timorata que reconoce la existencia del fenómeno pero que no presenta una propuesta para resolverlo radicalmente; el otro extremo lo conforma el cinismo de politicastros que buscan fortalecer al Estado policíaco militar y el estado de derecho burgués, ambos extremos corresponsables de la violencia que azota al pueblo. El callar sobre la magnitud de la desaparición forzada, la ejecución extrajudicial y demás violaciones a los derechos humanos nos habla que su principal preocupación es actuar en consecuencia como hombres del régimen neoliberal.
La magnitud del fenómeno de la violencia de clase, en tanto que está exponenciada, nos revela la profundidad de la crisis del régimen, a mayor crisis mayor violencia de Estado contra explotados y oprimidos, por tanto, toda propuesta electoral que diluya la responsabilidad del Estado en una supuesta delincuencia organizada, lo único que hace es empujar hacia una salida fascista.
Señores del gobierno, políticos de oficio, señores hipócritas que hacen negocios con la sangre del pueblo, no sean farsantes, ustedes son los responsables de la infinidad de crímenes de lesa humanidad que se cometen a lo largo y ancho del país. Por más que quieran lavarse las manos de los crímenes de lesa humanidad, en su figura denota la autoría de éstos y cada beneficio que obtienen es a costa de cada víctima del terrorismo de Estado.
Al preguntarnos quién es o son los beneficiarios de la violencia que azota al pueblo, una verdad emerge, lo son un puñado de oligarcas y politicastros agrupados en diferentes organismos empresariales, organismos reaccionarios de la “sociedad civil”, de asociaciones y partidos políticos quienes emergen con capital e inversiones producto del proceso del despojo legalizado y una “exitosa” carrera política o como hombres de grandes “negocios”.
En cada “carrera política exitosa”, en cada “gran hombre de negocios”, en cada “hombre de bien” encontramos una estela de violencia y una historia truculenta, un empedrado de “éxito” sobre las víctimas del terrorismo de Estado.
A nuestros compañeros Gabriel y Edmundo probado está que el responsable intelectual y material es el Estado mexicano; la detención desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa y los demás crímenes de lesa humanidad cometidos en torno a ellos a pesar de las maniobras gubernamentales, también se comprueba que es el Estado; confirmado está que en cada una de las detenciones y a la vez ejecuciones extrajudiciales siempre encontramos rastros de la autoría gubernamental y, pruebas fehacientes brotan en cada una de las fosas clandestinas donde yacen miles de restos humanos que desnudan el carácter criminal del Estado burgués.
Para la solución al fenómeno de la desaparición forzada y la ejecución extrajudicial en México no es suficiente en conocer el paradero y condición de las víctimas; resulta ruin fincar la solución en la supuesta reparación del daño que ofrece la institucionalidad burguesa a través de la ley contra la desaparición forzada; la solución pasa por conocer la verdad y reconocer el carácter político del crimen, unido del juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales. En nombre de todas las víctimas del terrorismo de Estado ¡Ni perdón ni olvido, ni reconciliación económica, ante todo juicio y castigo a los criminales de Estado!
Gabriel y Edmundo, dos camaradas, dos revolucionarios con altas cualidades humanas fueron violentamente arrancados de su práctica revolucionaria; sus camaradas no los olvidamos, no los abandonaremos, en la demanda por su presentación con vida nuevas batallas deben librarse, nuevas trincheras de lucha se abren y nuevos revolucionarios se forjan; su desaparición forzada expresa la magnitud de este crimen de Estado como fenómeno recurrente en el país.
La condición que guardan los detenidos desaparecidos y los ejecutados extrajudicialmente, los presos injustamente, en cuanto a justicia se refiere, se estrellan con el muro criminal de la institucionalidad burguesa, con un estado de derecho oligárquico que por su esencia de clase se ceba en todos aquellos que no tienen ni fortuna ni apellido de abolengo que los proteja de la acción criminal del aparato represivo.
Esta realidad demanda nuevas formas de organización y acciones que garanticen justicia a las víctimas. Oprimidos y explotados debemos hacer conciencia que ante el terrorismo de Estado se requieren mecanismos efectivos de autodefensa, lo cual pasa por la comprensión de la necesidad de organizarse y luchar fuera de todo marco coorporativizante y donde la acción política de las masas sea eminentemente combativa, donde no hay lugar para la conciliación entre explotadores y explotados, entre opresores y oprimidos, entre victimarios y víctimas.
Si de parte de la institucionalidad burguesa sólo se obtiene impunidad e inmunidad a los criminales de Estado que convoca al cometido de más crímenes, nadie debe asustarse de la respuesta organizada y combativa del pueblo en búsqueda de justicia fuera de la legalidad burguesa.
Si el terrorismo de Estado desangra al pueblo, la voluntad popular de combatir debe transitar por nuevos senderos porque la visibilización del fenómeno es un hecho inocultable; nuevas formas de organización y de lucha demanda la actual lucha de clases donde cada organización del pueblo debe transformarse en un organismo de combate popular.
De frente a nuestro pueblo sostenemos que los cauces que tome la solución al fenómeno de la desaparición forzada y los demás crímenes de lesa humanidad será el cauce que tome la voluntad popular de combatir, y los únicos responsables son los que promueven el terrorismo de Estado amparados en la democracia burguesa.

11 años de crimenes de lesa humanidad

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viernes, 26 de agosto de 2016



  • La cinta más exitosa del 36 Foro Internacional aborda los temas de las desapariciones y el narcotráfico a través de la historia de dos amantes skaters
                             
“Somos nuestra generación / Somos nuestro ahora / Somos nuestro propio monstruo / Y aun así nos seguimos queriendo”, rapea un joven dentro de una tienda de patinetas. Improvisa sobre el sentir de su edad y de su tiempo. Así un solo fragmento de Te prometo anarquía (2015), historia que refleja la persistencia y la vida de la juventud en medio de la violencia y crisis de la Ciudad de México.
Miguel y Johnny son amigos y amantes, se conocen desde la infancia y pasan el tiempo patinando con sus amigos en las calles de la Ciudad de México. Se dedican a pasarla bien. Para ganar dinero fácil y seguir patinando venden su sangre y la de otros a un contacto clandestino. La actividad se convierte en negocio, hasta que una transacción grande no resulta como ellos esperaban.
Tras su exitoso paso por el 36 Foro Internacional, registrando la mayor asistencia entre las cintas que conformaron la edición, el quinto largometraje del director y guionista “mesoamericano” (como él mismo se hace llamar), Julio Hernández Cordón, regresa a la Cineteca Nacional a partir del viernes 26 de agosto en la Sala 1, Jorge Stahl.

El joven realizador alcanzó reconocimiento por su segundo filme Las marimbas del infierno (2010), con el que se hizo acreedor al premio a Mejor Película en el Festival de Morelia. Con Te prometo anarquía formó parte de la cosecha exitosa de filmes latinoamericanos en el 2015, con presencia y reconocimiento de la crítica y el público en festivales como San Sebastián, Locarno, Toronto y La Habana.
Hernández Cordón es también el guionista de esta historia que con su título apela al espíritu contestatario de los jóvenes de la ciudad. Sin importar la carencia de espacios y oportunidades, o de qué tan virtuosos sean, los skaters hacen suya la urbe rodando a contracorriente de las reglas.
Como ha declarado en múltiples ocasiones el realizador, Te prometo anarquía se arma como una amalgama de film noiry docuficción; por un lado muestra una trama de criminales de poca monta, chicos que juegan en el bajo mundo pero no tienen la agudeza o el colmillo para ello; por otro lado, se muestra como un cine muy natural, sin maquillaje ni artificios formales, que además tiene por protagonistas a dos actores no profesionales, Diego Calva Hernández y Eduardo Martínez Peña. 
“Quería hablar sobre este México bronco, de las guerras que estamos viviendo, de las que no se habla oficialmente pero de las cuales hay demasiadas víctimas, y sobre todo hablar de las desapariciones y de toda la impunidad que gira alrededor”, expresó el realizador en el pasado Festival Internacional de Cine de Morelia.
De origen estadounidense, Julio Hernández Cordón nació en 1975 en Carolina del Norte pero fue criado en México, Guatemala y Costa Rica. Estudió realización cinematográfica en el CCC y debutó como director con su cortometrajeKM 31, en 2003.

Aclamada por el público y la crítica, Te prometo anarquía se estrena en la Cineteca

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jueves, 14 de julio de 2016


  • Elogiada por la prensa especializada, la película de Julio Hernández Cordón roza los temas de las desapariciones y el narcotráfico a través de la historia de dos amantes skaters
                                          
“Somos nuestra generación / Somos nuestro ahora / Somos nuestro propio monstruo / Y aun así nos seguimos queriendo”, rapea un joven dentro de una tienda de patinetas. Improvisa sobre el sentir de su edad y de su tiempo. Así un solo fragmento de Te prometo anarquía (2015), historia que refleja la persistencia y la vida de la juventud en medio de violencia y crisis de la Ciudad de México, un filme que forma parte del 36 Foro Internacional de la Cineteca Nacional.
Miguel y Johnny son amigos y amantes, se conocen desde la infancia y pasan el tiempo patinando con sus amigos en las calles de la Ciudad de México. Se dedican a pasarla bien. Para ganar dinero fácil y seguir patinando venden su propia sangre a un contacto clandestino. La actividad se convierte en negocio, hasta que una transacción grande no resulta como ellos imaginaban. La cinta se estrena este viernes 15 de julio, en la sala 3, Fernando de Fuentes.
Este es el quinto largometraje del director y guionista “mesoamericano” (como él mismo se hace llamar), Julio Hernández Cordón, quien alcanzó reconocimiento por su segundo filme Las marimbas del infierno (2010), con el cual se hizo con el premio a Mejor Película en el Festival de Morelia. Con Te prometo anarquía formó parte de la cosecha exitosa de filmes latinoamericanos en el 2015, con presencia y reconocimiento de la crítica y el público en festivales como San Sebastián, Locarno, Toronto y La Habana.
Hernández Cordón es también el guionista de esta historia que con su título apela al espíritu contestatario de los chavos en patineta de la ciudad. A pesar de la carencia de espacios y oportunidades, o qué tan virtuosos sean, losskaters hacen suya la urbe rodando a contra corriente de las reglas.
Como ha declarado en múltiples ocasiones el realizador, Te prometo anarquía se arma como una amalgama de “film noir” y docuficción: Por un lado muestra una trama de criminales de poca monta, chicos que juegan en el bajo mundo pero no tienen la agudeza o el colmillo para ello. Y, por otro lado, se muestra como un cine muy natural, sin maquillaje ni artificios formales, que además tiene por protagonistas a dos actores no profesionales, Diego Calva Hernández y Eduardo Martínez Peña. 
Durante la función de prensa del filme en la 13ª edición del Festival Internacional de Cine de Morelia, Hernández Cordón compartió que, a pesar de tocar temas como el narcotráfico, y las
desapariciones, no deseaba hacer una película panfletaria. “Quería hablar sobre este México bronco, las guerras que estamos viviendo, de las que no se habla oficialmente pero de la cual hay demasiadas víctimas, y sobre todo hablar de las desapariciones, que para mí lo más fuerte de las desapariciones es la gente que los está buscando y toda la impunidad que gira alrededor”, sostuvo.
Sobre la estética del filme, Stephen Dalton destaca en Hollywood Reporter la fotografía de María Secco que, junto a la dirección de Cordón consigue “varias juegos visuales atractivos, empapando escenas eróticas en luz roja y prolongando con ensoñadora cámara lenta largas tomas de skaters ondeando por las calles de la ciudad”. También señala el logrado soundtrack de la película por estar lleno de “gemas musicales que van de bandasvintage de rock alternativo, como Galaxie 500, a extraordinarias versiones en español de clásicos del pop, comoSunny por Los iracundos”.
De origen estadounidense, Julio Hernández Cordón nació en 1975 en Carolina del Norte pero fue criado en México, Guatemala y Costa Rica. Estudió realización cinematográfica en el CCC y debutó como director con su cortometraje KM 31 en 2003.


Te prometo anarquía se presenta dentro del 36 Foro Internacional

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sábado, 6 de febrero de 2016


·        Destaca Eduardo Almaguer a la unidad especializada para la localización de personas de Jalisco como una de las mejores del país 

·        El Instituto Jalisciense de las Mujeres aclaró que se trabaja en la definición de una política integral para atender feminicidios 


En el marco de la Glosa Ciudadana y como respuesta a los planteamientos de los  especialistas en materia de feminicidios y desaparición de personas, el titular de la Fiscalía General del Estado (FGE), Eduardo Almaguer Ramírez, precisó las cifras y las acciones que se están realizando para atender estos temas.


En relación a la cifra de dos mil 962 desaparecidos del 1 de enero de 2006 al 31 de diciembre de 2015 expuesta por María Eugenia Suárez de Garay, investigadora de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Almaguer Ramírez puntualizó que de este total, el 6.20 por ciento son personas extraviadas a causa de diversos problemas; el 12.15 por ciento se ausentaron por su propia voluntad, en su mayoría adolescentes y mujeres violentadas; el 14.05 por ciento pueden estar vinculados a un delito, no siempre del crimen organizado o ligados a una actividad ilícita, sino que a veces son víctimas inocentes que acompañaban a otra persona que sí se involucró en algún hecho delictivo.


Del 67.59 por ciento de los desaparecidos no se tiene un dato que lleve a saber con exactitud si se trata de personas ausentes o extraviadas, además la localización se dificulta por la falta de una base de datos nacional que concentre información de reclusorios, del Instituto Nacional de Migración, de ADN y de hospitales públicos y privados, así como de aerolíneas y servicios terrestres. 

Por lo anterior, en la próxima reunión de procuradores que se realizará en este mes de febrero, por instrucciones del Gobernador del Estado, el fiscal general  hará la propuesta de crear esta base de datos nacional.


El titular de la FGE también hizo hincapié en la importancia de que las personas cercanas a los desaparecidos, faciliten información de su entorno que ayude a las autoridades a agilizar su localización. 

Finalmente, Almaguer Ramírez informó que, siguiendo los lineamientos establecidos por el titular del Ejecutivo estatal, le planteó a la procuradora general de la República, Arely Gómez, se escuche con mayor énfasis a las ONG´s para fortalecer las acciones emprendidas en estos temas.


En cuanto a feminicidios, aseveró que todos los homicidios de mujeres se investigan bajo los criterios de la ley con esta tipificación, y en el 80 por ciento de los casos han encontrado a los causantes.

La directora del Instituto Jalisciense de las Mujeres, Érika Loyo Beristáin, agregó en este tema que el 6 de enero el Grupo Interinstitucional y Multidisciplinario concluyó los trabajos de análisis sobre la posible emisión de la alerta de género y se espera que sesione el Consejo Estatal para Prevenir, Atender y Erradicar la Violencia, para tomar una determinación. 

Sin embargo, adelantó que la instrucción que tiene de parte del Gobernador del Estado es el diseño de una política integral de atención a las mujeres violentadas. 


“Este grupo junto con las organizaciones de la sociedad civil, ya ha tenido encuentro con el señor Gobernador, en donde los primeros acuerdos fueron no hablemos sólo de la palabra alerta, sino hablemos de cuál será la política pública integral que dará cuenta de cómo se atenderán, no sólo las conclusiones del grupo sino sobre todo y fundamentalmente cómo se atenderán todos los temas relacionados con la atención, protección y promoción de los derechos humanos de las mujeres”.       


ASÍ LO DIJO:

“La desesperación de las personas, entiendo su inquietud, entiendo su desesperanza, los he recibido. Quiero decirle  que me reúno de manera continúa y que nuestra unidad de atención especializada es de las mejores del país, sin embargo, aquí lo importante es encontrarlos”

Jesús Eduardo Almaguer Ramírez,
Fiscal General del Estado de Jalisco

Precisa Fiscalía cifras sobre desaparecidos

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