(CODICS).- Ante los efectos negativos del cambio climático en los rendimientos de maíz y otros cultivos que merman el volumen de producción y calidad de suelos, el Gobierno del Estado de Michoacán, mediante la SEDRUA y académicos de la Universidad Autónoma Chapingo y el Instituto Politécnico Nacional aplican desde el año 2019 el Programa Agricultura Sustentable para generar tecnología a partir del diagnóstico de la calidad de los suelos michoacanos donde el 84% están degradados, y para el año 2020 se logró aumentar el 22% el rendimiento medio de maíz y hasta 113% en condiciones de riego.
En voz del profesor e investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, Gerardo Noriega Altamirano, se identificó en Michoacán que el 59 % de los suelos son moderadamente ácidos (de 5.1 a 6.5); el 30% califican como neutros y los alcalinos alcanzan el 7%. En el 49% de los suelos debe incorporarse materia orgánica; el 39 % tienen una Capacidad de Intercambio Catiónico media, estos factores en la producción representan una amenaza para la seguridad alimentaria de la entidad, agregó.
Los factores señalados limitan la producción de alimentos y los servicios ambientales que generan los suelos, por ello se elaboró un plan de cultivo que se ha aplicado a cultivos como maíz, lenteja, zarzamora, fresa, jitomate, limón mexicano, mango, guayaba y otras especies cultivadas. Con esta estrategia se restaura la fertilidad de los suelos e incrementa la producción de alimentos, destacó el Secretario de Desarrollo Rural y Agroalimentario Rubén Medina Niño.
Los resultados en el Programa Agricultura Sustentable son prometedores, por ejemplo, la agricultura nacional tiene un rendimiento medio de maíz de 7.8 ton/ha en condiciones de riego, en tanto que en Michoacán la media en sistemas de riego es de 7.98 ton/ha, consideró el investigador de la UACh.
El Secretario Rubén Medina Niño, destacó por su parte, que los productores participantes en el Programa Agricultura Sustentable en 2020, alcanzaron un rendimiento medio en riego de 9.8 ton/ha con rendimientos de hasta 17 ton/ha en la localidad de Numarán.
Insistió en señalar que el Gobierno del Estado desde el 2019 adoptó medidas y prácticas para revertir la degradación de los suelos, el propósito es lograr la resiliencia, esa capacidad natural que tiene el medio para regenerarse, y aplicar la estrategia que permita que los factores de estrés no causen daños a la producción agrícola y se atienda restaurando la fertilidad de los suelos para incrementar la producción y calidad de los alimentos, reducir la inseguridad alimentaria, promover el desarrollo rural y frenar la pobreza, mejorar el paisaje, entre otros aspectos.
Explicó el titular de la SEDRUA, que la implementación del Programa desde 2019 conlleva el trabajo de organizaciones, productores, académicos, gobiernos locales, profesionales de la agronomía, extensionistas, tomadores de decisiones, quienes con su participación y experiencia, han concluido que, en el tránsito a la producción de alimentos debe existir un enfoque sustentable en el manejo del suelo, el clima, el material genético disponible, el manejo agroecológico, insumos de especialidad, una política agropecuaria estatal con extensionismo, entre otros factores.
Detalló el Secretario de Desarrollo Rural que el esfuerzo del Gobierno del Estado y los expertos que han sido participantes en este proceso innovador, diseñaron insumos de especialidad considerando las necesidades nutrimentales de los cultivos, por lo que son biosoluciones de alta especialidad, como: fertilizantes foliares, estimulantes, un consorcio microbiano. Además, esto es una estrategia para que los suelos transiten a su recuperación natural.
También se promueve que los productores realicen insumos, como: (a) el compostaje y lombricultura; (b) que incorporen una mezcla de minerales para proveer nutrimentos que se han extraído del suelo sin reposición; (c) elaboren biopreparados con recursos locales, utilizando plantas como la higuerilla (Ricinus comunis), chicalote (Argemone mexicana), entre otros recursos.
El responsable de la SEDRUA precisó que el Programa atiende a los productores en general y enfatiza su atención en los agricultores poco industrializados, de minifundio o pequeña escala, descapitalizados, donde la extensión agrícola aporta cambios en los aspectos que son de interés de los productores.El Programa Agricultura Sustentable en la transferencia tecnológica mejora las condiciones productivas de Maíz, Limón, Zarzamora y en general de los cultivos establecidos en territorio michoacano, sobre la base de una propuesta tecnológica eficiente y amigable con el ambiente.
En Michoacán se ha logrado la integración de un equipo de profesionales del desarrollo rural que mediante un proceso de capacitación realizan actividades de extensión rural, que en las localidades rurales participan como facilitadores para abordar los problemas de los productores agrícolas mediante talleres de autodiagnóstico donde los productores sistematizan sus problemas y ayudan a identificar sus propias soluciones.
La experiencia en la entidad de los últimos tres años permite señalar que se cuenta con un planteamiento que da respuesta a los cultivos de riego y temporal, se tiene una alternativa para restaurar el patrimonio suelo, se ofrece respuesta para la atención nutrimental, de bioestimulantes y el manejo de plagas y enfermedades con un enfoque agroecológico.
Enrique Rico Arzate, académico del Instituto Politécnico Nacional, comentó que en el Consorcio Microbiano que se aplica a los suelos agrícolas, se encuentran microorganismos que degradan plaguicidas como los herbicidas, esto forma parte del proceso de la biorremediación que se realiza en las parcelas de los productores participantes, asimismo coadyuva a reducir el uso de agroquímicos.
A juicio del investigador de la Universidad Autónoma Chapingo, Michoacán pone el ejemplo para que México pueda transitar a la sustentabilidad, ello nos llevará a impulsar a la agroecología para reducir el uso de insumos de síntesis química, reducir costos de producción y que los campesinos michoacanos se posicionen en el mercado; además se promueve la conservación de los recursos naturales, particularmente agua para consumo humano, agrícola y animal; restaurar el patrimonio suelo y la biodiversidad para ayudar a la resiliencia del planeta Tierra.